El tribunal ruso encargado de juzgar a Brittney Griner ha declarado culpable a la baloncestista estadounidense por posesión de drogas e intento de contrabando de narcóticos ilegales a Rusia y ha sido condenada a 9 años de cárcel, según sus abogados.
"El tribunal sentencia: reconocer a Brittney Yvette Griner culpable de cometer un delito en virtud de la parte 1 del artículo 228 del Código Penal de la Federación Rusa y el párrafo "c" de la parte 2 del artículo 229.1 del Código Penal de la Federación Rusa (almacenamiento y contrabando de estupefacientes o sus análogos) y designar su castigo en forma de nueve años de prisión en una colonia penal de régimen general", ha anunciado la jueza Anna Sotnikova en declaraciones recogidas por Interfax.
El veredicto deja el destino de Griner sujeto a negociaciones diplomáticas entre Rusia y Estados Unidos. Los países han estado discutiendo la posibilidad de un intercambio de prisioneros que traería a la jugadora de vuelta a EEUU desde Rusia, donde ha estado detenida desde que viajó allí a mediados de febrero.
La defensa de Griner ha calificado el veredicto como "absolutamente irrazonable" y ha señalado que "ciertamente presentaremos una apelación". El equipo, formado por Maria Blagovolina, socia de Rybalkin Gortsunyan Dyakin, y Alexander Boykov, del Centro Legal de Moscú, han dicho que el tribunal había "ignorado por completo todas las pruebas de la defensa y, lo que es más importante, la declaración de culpabilidad".
Brittney Griner se ha sentido "muy molesta" por el veredicto, según Maria Blagovolina. "Es difícil para ella hablar. Es un momento difícil para ella". Los abogados de Griner han dicho que estaba "muy sorprendidos por la sentencia", y que "está completamente en desacuerdo". Cuando se le ha preguntado a su abogada si Griner pedirá clemencia, ha dicho que el equipo legal "analizará todas las posibilidades según la situación y los deseos de nuestra acusada".
El presidente de EEUU, Joe Biden, también ha reaccionado a la noticia calificando de "inaceptable" su sentencia de nueve años de prisión.
"Hoy, la ciudadana estadounidense Brittney Griner recibió una sentencia de prisión que es un recordatorio más de lo que el mundo ya sabía: Rusia está deteniendo injustamente a Brittney. Es inaceptable, y pido a Rusia que la libere inmediatamente para que pueda estar con su esposa, sus seres queridos, sus amigos y sus compañeros de equipo", ha dicho Biden en un comunicado.
Y ha continuado: "Mi administración continuará trabajando incansablemente y buscando todas las vías posibles para traer a Brittney y Paul Whelan a casa sanos y salvos lo antes posible".
Elizabeth Rood, de la Embajada de Estados Unidos en Moscú, ha calificado la condena y sentencia de Griner como "un error judicial". "El secretario de Estado Antony Blinken, el equipo de seguridad nacional del presidente Biden y todo el gobierno estadounidense siguen comprometidos a llevar a la Sra. Griner a casa segura con su familia y amigos".
Griner, de 31 años, había admitido hoy su "error" al introducir aceite de cannabis en territorio ruso, pero también pidió clemencia durante la vista celebrada en el tribunal urbano de Jimki, en la región de Moscú.
"Crecí en una casa normal, un hogar normal en Houston, Texas, con mis hermanos y mi mamá y mi papá", ha dicho a la corte Griner, de 31 años. "Mis padres me enseñaron dos cosas importantes: una, hazte cargo de tus responsabilidades y dos, trabaja duro por todo lo que obtienes. Por eso me declaré culpable de mis cargos".
Ahora, Griner, que milita en el equipo ruso UMMC de Yekaterimburgo, se enfrenta a una pena que puede llegar hasta a los 10 años de prisión. Su equipo legal ha pedido clemencia en el caso, argumentando que ha contribuido a la sociedad rusa y que no tenía la intención de infringir la ley.
Un posible intercambio
La situación de Griner es complicada, ya que, según los expertos, su mejor baza es que el gobierno de Biden garantice su libertad liberando a un ruso detenido en Estados Unidos. Ha surgido el nombre de un prisionero en particular: Viktor Bout, un traficante de armas ruso que cumple una condena de 25 años de prisión.
Es decir, un intercambio de prisioneros al uso, pero que con la actual tensión entre los dos países no parece sencillo. Aun así, este tipo de negociación fuera de la vía judicial solo podría tener lugar después de que acabe el proceso legal, según han afirmado los funcionarios rusos semanas atrás.