Rudy Fernández (Palma de Mallorca, 1985) no se cansa de ganar. Su apetito competitivo sigue intacto a pesar de haber ganado 29 títulos y de haberlo sido todo en el baloncesto. El balear quiere más y así lo demostró en los cuartos de final del Eurobasket contra Finlandia (100-90 para los de Scariolo). Sus dos triples 'imposibles' en el último cuarto certificaron el pase de España a las semifinales del Eurobasket por 11ª vez consecutiva.
Cuando se habla de Rudy, se hace de los intangibles. Más allá de las estadísticas, su inteligencia de juego y su carácter convierten a la Selección en un equipo diferente cuando él está en la pista. Sus números en el partido fueron 'solo' buenos (11 puntos con 3/5 en triples para 14 de valoración), pero tuvo una incidencia mucho mayor en el encuentro y fue clave en la remontada de España.
Hasta Scariolo agradeció a Rudy Fernández que hablara al resto de jugadores en el descanso. La bronca no fue del entrenador, sino del capitán. Con la autoridad moral que le da su palmarés, habló a sus compañeros para sacar de ellos la mejor versión en una segunda mitad en la que España lo bordó. Galones que a uno no le dan, sino que se los gana en cada partido y en cada entrenamiento.
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A sus 37 años, y ya como único superviviente en la Selección de la Generación Dorada que ganó el Mundial 2006 y que fue escribiendo las mejores páginas de la Historia del baloncesto español, es el corazón del conjunto de Scariolo. Al igual que contra Lituania, su lucha por un balón que parecía imposible hizo que terminara en la grada. Eso también es Rudy Fernández. El que nunca da nada por perdido.
La grandeza del capitán de España se explica con la imagen de sus lágrimas en el banquillo tras ganar a Finlandia. Rudy tiene 2 Mundiales, 3 Eurobaskets y 3 medallas olímpicas, pero llora por llegar a semifinales. Eso es hambre. Su espíritu luchador hizo también que se sobrepusiera a unas molestias físicas que le mandaron al banquillo en la primera mitad.
Esta victoria también tiene un sabor especial para Rudy. Este año ha perdido a su padre y su madre "lo está pasando bastante mal", según palabras del alero tras el encuentro. La emoción del mallorquín tenía varios porqués, pero por encima siempre ha destacado "las ganas de vestir la camiseta de España mientras pueda".
Rudy Fernández jugó 18 minutos contra Finlandia y España sumó en ese tiempo 4 puntos más que el conjunto nórdico. Sin embargo, el momento del alero del Real Madrid llegó en el último cuarto. Un triple en el minuto 37 y otro en el 38 que cerraron la victoria de España. Antes, el balear había peleando cada balón y había dado ese plus de intensidad que la Selección tanto había echado de menos en los dos primeros periodos. Con Rudy en la cancha, España defiende mejor y lucha más.
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Contra Lituania también tuvo sus momentos importantes, aportando esa veteranía a un grupo en el que solo el recién llegado Lorenzo Brown pasa de los 30 años. Rudy ejerce de tutor de todos en solitario tras la ausencia de Llull por lesión en el Eurobasket. Quizá no esté ya para jugar 25 o 30 minutos por encuentro, pero en estos 17,1 minutos que promedia por partido en el campeonato siempre hace que la Selección dé un salto cualitativo.
Sus 8 puntos por partido no dicen mucho, pero sí en el momento en el que los hace y lo que aporta en defensa para el grupo de Scariolo. Con su intensidad y la de Alberto Díaz, enorme también ante Finlandia, España consiguió remontar y ganar el duro partido de cuartos. Willy Hernangómez puso los puntos y Rudy Fernández la garra.
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La bronca en el descanso
El alero robó cinco balones a Finlandia y peleó cada rebote o pelota suelta. Por Rudy no pasa el tiempo, sigue siendo el mismo y en el Eurobasket anota un triple cada vez más importante que el anterior como cuando tenía 16 años y debutó con Joventut. Mantiene el amor por el baloncesto como cuando se enfundaba la camiseta verdinegra y formó la mítica doble R junto a Ricky Rubio.
La importancia de Rudy Fernández la definió Scariolo en la rueda de prensa tras el encuentro: "Es un ejemplo". El seleccionador confirmó que el capitán había tomado la palabra en el descanso y que "echó una gran bronca en el vestuario". "Cuando lo he oído he pensado que se estaba pasando. No he tenido que añadir ninguna bronca porque ese impacto emocional de la exigencia y la agresividad lo ha hecho el capitán", afirmó un entrenador completamente entregado.
Rudy Fernández se convirtió, además, en el jugador español con más partidos en la Historia del Eurobasket tras sumar ante Finlandia su 59º encuentro en la competición. Otro récord más para una gran leyenda y un inmenso capitán.