Donovan Mitchell y Dillon Brooks han dejado la imagen de la noche en la NBA. Una espectacular pelea en la que se vieron envueltos casi todos los integrantes de las plantillas de los Cleveland Cavaliers y los Memphis Grizzlies. Un golpe del jugador de la franquicia de Tennessee en las partes nobles de su adversario desató el caos.
Todo sucedió superado el ecuador del tercer cuarto, cuando restaban menos de seis minutos para que terminara el penúltimo parcial. Los 'Cavs' dominaban por cinco puntos (81-76) y Dillion Brooks decidió hacer una entrada a canasta, chocando con la defensa del equipo de Ohio. En ese momento se fue al suelo dándose un buen golpe.
Sin embargo, una vez ya estaba apoyado sobre la pista, decidió sacar su brazo a pasear y golpeó en los testículos a Donovan Mitchell, estrella de los 'Cavs' y con el que mantiene una gran rivalidad que, tal y como se ha podido comprobar, va más allá de lo puramente baloncestístico. Una vez recibió el golpe, Donovan le lanzó el balón, que lo tenía en sus manos, a la cara. Acto seguido se fue a por su adversario.
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Ambos intercambiaron varios empujones y Mitchell intentó lanzar varios golpes con sus puños hacia la cara de su adversario. Aunque no llegó a impactar plenamente en ninguno de ellos, la situación estuvo a punto de ser dramática. Rápidamente, uno de los árbitros intervino para separar a los dos enfurecidos jugadores, pero fue tarde.
La trifulca estaba ya montada sobre el parqué y los jugadores de ambos equipos empezaron a llegar para defender cada uno a su compañero y, de paso, soltar algún directo a su rival. Se empezó a hacer una gran bola de nieve que iba cada vez engullendo a más jugadores y moviéndose por debajo de la canasta de los 'Cavs'. Tanto es así que algunos terminaron cayendo contra los fotógrafos y los operarios que allí se encontraban.
Por si fuera poco, acudieron también miembros de los banquillos hasta el tumulto y se formó un grupo de unas 20 personas que donde solo se veían brazos ir de un lado a otro. Unos para golpear y otros para intentar separar y poner fin al desastre. Entre todos ellos se encontraba el jugador español Santi Aldama, quien intentó poner algo de paz, aunque sin mucho éxito.
Los dos fueron expulsados
El lío fue tal que terminó llegando hasta la grada, ya que los aficionados situados en las primeras filas bajo la canasta de los Cleveland Cavaliers tuvieron que hacer fuerza y empujar a los jugadores hacia la pista para que en los forcejeos no cayeran sobre ellos. Con el paso de los segundos, Mitchell y Brooks se fueron calmando y la pelea terminó, permitiendo que el partido siguiera. Aunque lo hizo sin los dos jugadores, los cuales fueron expulsados.
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Ya en rueda de prensa, la guerra continuó con acusaciones cruzadas, siendo Donovan Mitchell el más duro: "Él y yo tenemos nuestra batalla personal. Si te soy sincero, llevo pateándole el culo desde hace años". Un mensaje que invita a pensar que el conflicto no se ha terminado y que podría tener nuevas entregas en futuros partidos.