Lexi Rodgers, la jugadora transexual expulsada del baloncesto australiano
Un panel de expertos le ha negado a la oceánica la oportunidad de enrolarse en las filas de las Kilsyth Cobras, equipo semiprofesional.
19 abril, 2023 02:15El debate de la transexualidad ha tomado especial relevancia en el mundo del deporte en los últimos meses. Muchas de las atletas que han cambiado de sexo han visto cómo se les prohíbe competir una vez han realizado su transición de hombre a mujer, viendo mermada su opción de participar en pruebas a nivel internacional.
El último caso se ha dado en el baloncesto, concretamente en el australiano. La protagonista es Lexi Rodgers, una jugadora que ha visto cómo su sueño se convertía en imposible debido la decisión de un comité formado por varios especialistas. Estos llegaron a la conclusión de que no podía competir semiprofesionalmente.
Pese a analizar a fondo el caso, se llegó a la resolución de que no podía formar parte de la rotación de las Kilsyth Cobras. "Un panel de expertos convocado por Basketball Australia ha determinado que la atleta transgénero Lexi Rodgers no es elegible para jugar baloncesto", explicaba el comunicado que hacía oficial la decisión de los responsables.
Un nuevo y polémico episodio con deportistas transexuales que ha vuelto a dar que hablar a nivel mundial. Para tomar esta controvertida decisión, la Federación de Baloncesto Australiana (BA) dispuso una mesa de expertos formada por el Dr. Peter Harcourt (director médico de la Federación y asesor médico de los Juegos de la Commonwealth), Suzy Batkovic (miembro de la junta de la Federación, tres veces presente en JJOO y exjugadora) y la profesora asociada Diana Robinson.
Por lo tanto, la presencia de Lexi Rodgers en la disciplina de los Kilsyth Cobras nunca se dará, al menos por el momento, debido a la decisión de un panel de expertos formado por médicos, exatletas olímpicos y profesores. Tras una dura evaluación basada en unos criterios no conocidos, le han negado la oportunidad de poder participar en la liga semiprofesional NBL1 tras más de un mes de continuos análisis sobre de la atleta transexual.
"Si bien esta solicitud en particular no fue aprobada de acuerdo a los criterios de la competencia de élite, Basketball Australia alienta y promueve la inclusión a nivel comunitario", expresaron sobre el caso de Rodgers. Es más, estas palabras han causado algo de controversia, pues no se han dado hecho público ninguno de esos criterios a través de los cuales le han negado la presencia a la jugadora a nivel semiprofesional.
En la nota remitida, sólo señalan que analizan cada caso por individual y que la Federación de Baloncesto de Australia tratará de seguir trabajando en el análisis de "la inclusión, la equidad y la naturaleza". Además, pese a no permitirla jugar en el equipo de la conferencia sur del torneo NBL1, instaron a Rodgers a seguir siendo "un miembro activo de la comunidad del baloncesto" y apoyar a su equipo durante toda la temporada.
Triste con la decisión
La decisión no ha sentado nada bien a Lexi Rodgers. A pesar de mostrarse comprensiva con ella, la jugadora australiana ve cómo se frustra su sueño de poder competir en su deporte favorito. Un varapalo que evita que pueda ser una más en la rotación de las Kilsytg Cobras.
"El baloncesto es uno de los grandes amores de mi vida. En la cancha de baloncesto es donde me siento segura, libre y donde siento que pertenezco. Como atleta, esta pasión me motiva a jugar lo mejor que pueda contra las competidoras más duras en los niveles más altos (...) creo firmemente que tengo un lugar como atleta en el baloncesto femenino", explicaba en una publicación en sus redes sociales.
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Además, Rodgers ha querido hacer hincapié en que el deporte australiano, concretamente el baloncesto, comience a dar oportunidad a todas aquellas mujeres transexuales y así poderlas incluir poco a poco a nivel profesional. "Espero que Basketball Australia entienda que este no es el final de mi viaje como atleta y que no debe perder oportunidades futuras para demostrar sus valores", respondía la jugadora de baloncesto.
Además, la australiana ha querido dejar claro que seguirá trabajando para tener una oportunidad dentro del baloncesto. Aseguró también que no se va a rendir y que quiere cumplir su sueño de convertirse en profesional, aunque sea más tarde que pronto.
"Me entristece el mensaje potencial que esta decisión envía a las personas trans y de género diverso en todas partes. Espero que algún día el ente rector del baloncesto pueda replicar la inclusión y aceptación que he encontrado en la cancha con mis compañeros".
Su intención principal es que en un futuro pueda revertirse esta situación y que la Federación de Baloncesto de su país retroceda en la decisión tomada, buscando de este modo la inclusión de los deportistas transexuales al máximo nivel. "Espero algún día jugar baloncesto femenino de élite en el futuro y continuaré trabajando para hacer del deporte que amo un lugar para todos", sentencia.