Se las prometía muy felices el Unicaja de Málaga tras su victoria en el Palau Blaugrana hace un par de días. Los de Ibon Navarro demostraron en los dos primeros encuentros de la serie tener una capacidad sobrada para plantarle cara al FC Barcelona en esta semifinal, pero el globo se desinfló precisamente en el Martín Carpena. [Así vivimos la victoria del Barça ante el Unicaja]
El Barça ganó el tercer partido de la serie y volvió a tomar la iniciativa en la eliminatoria para quedarse a tan sólo una victoria de certificar su pase a la final. Fue un envite de lo más igualado en el arranque, en el que nadie consiguió distanciarse en el marcador y en el que el estrés en cada acción fue máximo.
Sin embargo, en la segunda parte los de Jasikevicius encontraron la manera de frenar las acometidas de los andaluces, especialmente castigados por su clamorosa falta de acierto en el lanzamiento exterior. Eso fue abriendo la brecha a favor de los visitantes hasta que se volvió en algo irreversible.
El trabajo grupal del Barça fue clave y habla de ello que hasta tres jugadores se marcharon hasta los 12 puntos, Kalinic, Laprovittola y Mirotic. Las actuaciones de Kravish y de Perry, sobresalientes, fueron insuficientes para parar el huracán culé de la segunda mitad.
Máxima igualdad
Si ya la eliminatoria llegaba en tablas, lo que arrojaron los primeros minutos de este tercer partido fue una igualdad impresionante. Ni el Unicaja ni el Barça consiguieron distanciarse en el marcador, y las rentas que tenía cada equipo eran mínimas. Nadie llegaba a despegarse 2 o 3 puntos más allá de su rival, por lo que cada acción cobraba una importancia gigantesca.
Los visitantes sabían que su única opción para ganar era defender y ajustar el rebote tanto ofensivo como defensivo, pero el Unicaja movía perfectamente el balón, cerraba atrás con ahínco y, liderado por el base estadounidense Kendrick Perry y el acierto desde la línea de tres, consiguió aventajar en cinco puntos a su rival (17-12, minuto 7). Jasikevicius movió entonces el banquillo y los culés se fueron 3 puntos arriba al término de los primeros 10 minutos (17-20).
Pero el Unicaja no se amedrantó y le devolvió el parcial. El público que llenó el Martín Carpena apretaba de lo lindo pero el Barça no aflojó, tampoco el Unicaja, que sabía que para tener opciones de ganar debería superar en cada periodo los veinte puntos y fue capaz de llegar al descanso con ventaja (43-40). Una igualdad agotadora hasta para los que veían el partido desde fuera.
Parecía que cualquier detalle iba a contar en la segunda mitad y que el partido se podría decantar por muy pocos puntos, pero el Barça se empeñó en abrir brecha. La entrada a la pista de Kalinic cambió el decorado de su equipo, ofreciendo defensa, asistencias y muchas ayudas atrás, acompañado por alero estadounidense Kyle Kuric. El momento fue delicado para el Unicaja (53-60, minuto 28), y la sensación era que el envite estaba a punto de romperse.
El Barça jugó mejor, falló poco, cerró el rebote defensivo y situó la máxima del partido con un triple de Kalinic (64-73, minuto 34). El Unicaja intentó no alejarse del partido, pero siempre iba por detrás ante un Barça muy serio, certero en el último periodo y que logró un triunfo muy necesario, recuperando el factor cancha y que puede sentenciar el martes en este mismo escenario.
Unicaja 79 - 90 Barça
Unicaja: Perry (12), Kalinoski (9), Barreiro (-), Osetkowski (-), Sima (7) -cinco inicial-, Kravish (13), Brizuela (5), Díaz (-), Carter (11), Djedovic (7), Thomas (8) y Ejim (7).
Barça: Satoransky (12), Laprovittola (12), Abrines (10), Mirotic (12), Vesely (6) -cinco inicial-, Da Silva (2), Sanli (4), Kalinic (12), Kuric (10), Jokubaitis (2), Pauli (-) y Nnaji (8).
Parciales: 17-20, 26-20, 17-26, 19-24.
Árbitros: Antonio Conde, Martín Caballero y Javier Torres Sánchez. Señalaron una falta técnica al técnico visitante Sanuras Jasikevicius (min.31) y falta antideportiva al local Carter (min.18) y al visitante Kuric (min.30). Eliminaron por cinco faltas al visitante Vesely (m.38).
Incidencias: Tercer partido de las semifinales de la Liga Endesa disputado en el Palacio Martín Carpena de Málaga ante 11.000 espectadores. Lleno.