El Real Madrid ya tiene un pie en las semifinales del playoff por el título de la Liga Endesa. Pie y medio, se podría decir incluso, si atendemos a las sensaciones y no sólo al resultado. Los blancos borraron del mapa al Dreamland Gran Canaria en la segunda mitad del primer partido de la serie y consiguieron una victoria sencilla que les deja a tan sólo un partido de lograr el pase. [Así vivimos la victoria del Real Madrid ante el Gran Canaria]

A estas alturas de la temporada y en los cruces nadie regala nada. Por eso tiene más mérito ver al Real Madrid mandando por más de 30 puntos en el partido por mucho que la eliminatoria se presumiera desigualada. 

Los canarios ofrecieron resistencia en los primeros diez minutos. Supieron aguantar el tirón anotador del equipo de Chus Mateo y siguieron relativamente vivos en el intermedio. Llegaron al descanso 8 puntos abajo (46-38), pero en la segunda mitad el ciclón del Real Madrid fue absolutamente imparable.

Tavares frena el ataque de Brussino. EFE

El equipo blanco salió desatado en el tercer cuarto. Ese fue el punto de inflexión del partido. A los locales les salió todo y los visitantes llegaron a desconectar. Lakovic luchó por mantenerlos a flote dentro de lo posible porque si el cortocircuito hubiese sido total el marcador podría haber sido legendario.

Los últimos 15 minutos fueron de pura diversión para el Real Madrid. Triples, jugadas al contraataque y alley oops para el disfrute del público del WiZink. Una fiesta a la que faltó Rudy Fernández, con molestias, pero a la que se sumó hasta Ndiaye en el último cuarto.

A toda máquina

El Real Madrid sabe que va a tener que repartir sus esfuerzos en este tramo final de la temporada. Clasificado para la Final Four de la Euroliga y en pleno plaoyff por el título en la Liga Endesa, los de Chus Mateo tendrán que dar el do de pecho en las siguientes semanas. 

Sin embargo, la distracción de la Euroliga ni siquiera apareció por el WiZink en este encuentro porque el Real Madrid saltó a la cancha al 100% de su concentración. Los blancos plantearon un partido alta anotación en el que el Gran Canaria aguantó el tirón en el primer cuarto. Ni siquiera el homenaje a Campazzo por su MVP en la previa fue motivo de relajación.

Amagó con despegarse ya muy temprano el equipo local pero los visitantes, con un triple, se pusieron 22-23 arriba demostrando que no le iban a perder la cara al partido. El Chacho, sin embargo, empezó a poner las cosas en su sitio con un triple sobre la bocina para terminar el primer parcial que dejó el marcador en un 27-25.

Hezonja protege el esférico. EFE

El luminoso ya avisaba. Los ataques se iban a pegar un festín, al menos el del Real Madrid, porque los blancos no tenían previsto bajar el ritmo de anotación. Llull obligó a Lakovic a parar el partido en el segundo cuarto con un triple, pero la charla no fue suficiente para evitar que la brecha comenzara a abrirse. 46-38 al descanso y Musa y Llull marchándose ya por encima de los dobles dígitos.

El tercer cuarto fue el punto de inflexión. Hasta aquí pudo resistir el Gran Canaria, porque el Real Madrid pisó todavía un poco más el acelerador para darle la puntilla. A la vuelta de los vestuarios la renta empezó a rozar los 10 puntos a favor de los locales y poco a poco la brecha se fue haciendo más grande.

El triple de Hezonja llevó la renta casi hasta los 20 puntos (66-47) y de nuevo Lakovic pidió tiempo muerto. El Gran Canaria estaba en ese momento completamente fuera del partido, incluso con una actitud pasiva en defensa, y eso jugando contra el Real Madrid es muy peligroso. 

El 77-53 con el que se llegó al final de este tercer cuarto ya vaticinaba que el partido prácticamente se había terminado, pero es que el equipo de Chus Mateo todavía no había acabado de divertirse. De hecho, estaba casi empezando. 

Los últimos 10 minutos fueron de puro disfrute de los blancos. Un juego de niños para que todos se sumaran a la fiesta y para que el público se divirtiera con acciones imposibles, mates y combinaciones en el aire extraordinarias. 

Los 26 puntos con los que terminó Musa le dejaron claramente como el hombre más destacado del partido, aunque Poirier tuvo mucho peso en esta victoria tan abultada gracias a sus 16 tantos. Ahora el Real Madrid quiere cerrar la eliminatoria en Gran Canaria y ahorrarse un tercer partido.

Real Madrid 105 - 70 Gran Canaria

Real Madrid: Campazzo (5), Abalde (5), Musa (26), Yabusele (10), Tavares (7), -cinco inicial-, Poirier (16), Llull (13), Hezonja (10), Sergio Rodríguez (3), Ndiaye (6), Causeur (4) y Rudy Fernández (-).



Dreamland Gran Canaria: Albicy (-), Pelos (9), Brussino (3), Shurna (12), Kljajic (-) -cinco inicial-, Happ (10), A.J. Slaughter (5), Bassas (6), Lammers (8), Landesberg (4), Salvó (9), Prkacin (4).



Árbitros: Fernando Calatrava, Carlos Cortés y Alberto Sánchez Sixto. Sin eliminados.



Incidencias: primer partido de la serie de cuartos de final de la Liga Endesa disputado en el WiZink Center ante 7.516 espectadores. En la previa Facundo Campazzo, base argentino del Real Madrid, recibió de manos del presidente de su club, Florentino Pérez, el premio que le acredita como MVP de la competición.