Si el Barça no tenía suficiente disgusto encima con la eliminación en las semifinales coperas y su complicada situación en la Euroliga, este domingo recibió un nuevo mazazo en forma de sexta derrota liguera. Los hombres de Bartzokas tiraron por la borda hasta 13 puntos de ventaja a seis minutos del bocinazo ante el Estudiantes para acabar sucumbiendo en una prórroga (83-81). El conjunto madrileño provocó una sensación nada halagüeña para los azulgranas al final del duelo: pasase lo que pasase, el encuentro lo iba a ganar o perder el equipo colegial. ¿Quién pasó de héroe a villano para darle el triunfo al Estu? Jamar Wilson.
Las decisiones del base norteamericano fueron nefastas en los últimos compases del tiempo reglamentario, y estuvieron bien cerca de costarle el partido a su equipo. Sin embargo, y a pesar de reincidir en el fallo hasta las últimas consecuencias (erró el último tiro libre del encuentro), un lanzamiento de personal suyo certificó la machada estudiantil. Nunca un -4 de valoración hizo tanto bien.
Wilson no fue el único que se levantó con el pie izquierdo. En general, no fue una mañana lúcida en lo colectivo. Primera muestra: 21 pérdidas de balón del Barça por 16 del Estudiantes. Segunda muestra: la primacía del correcalles, de los ataques sin ningún tipo de cabeza. Fueron especialmente sangrantes los últimos compases del tiempo reglamentario, con los locales instaurados en los 70 puntos y los visitantes en los 72. Ni unos lograban darle la vuelta al marcador ni los otros intentaban amarrar una victoria que llegó a parecer segura.
Tercera muestra: el miedo a ganar imperante en la recta final. Se le notó especialmente a Edgar Vicedo, que falló un triple y dos tiros libres decisivos dignos de capitulación a punto de cumplirse los 40 minutos de juego. También hubo tembleque en el Barça ya en la prórroga, con unos pasos de Oleson que anticiparon el drama y una falta en ataque de Rice (eliminado) que lo confirmó. Un triple de Suton y la efectividad de Edwin Jackson desde el 4,60 sirvieron para consumar la gesta del Estudiantes.
Por si la situación no era ya suficientemente cruel, Ante Tomic también fue castigado con un fallo a última hora en el patíbulo de los tiros libres. Dio igual que fuese el mejor jugador del Barça en el Palacio de los Deportes madrileño: al final, lo malo se antepuso a lo bueno. También quedarán en el olvido las rachas anotadoras de Claver y Koponen, al igual que los buenos minutos de Perperoglou y Faverani. La última jugada, con la desesperación por bandera en las filas azulgranas, resumió bastante bien el partido.
Pesarán más la enésima exhibición ofensiva de Jackson (32 puntos), la puntería de Balvin con los tiros libres para forzar el tiempo extra y también su imprescindible aportación en el rebote, como la de Suton. A base de carácter, el Estudiantes nunca dejó de creer que tumbar al Barça era posible. Cuando estuvo en su mano hacerlo y aun con achaques de pequeño a la hora de consumar la jugarreta, acabó engrandecido. Y el Barça todavía más empequeñecido en esta temporada digna de hundimiento.
Noticias relacionadas
- El Madrid se clasifica para cuartos de final de la Euroliga con un Llull imperial
- Facundo Campazzo, cerca de nacionalizarse español y volver al Real Madrid
- Sergio Llull, un MVP copero que va mucho más allá de las 'mandarinas'
- El Real Madrid gana la Copa del Rey de baloncesto y hace historia con su cuarto título consecutivo
- Real Madrid y Valencia Basket disputarán la final de la Copa del Rey