“Me gusta, es muy amable. Puede tirar realmente bien y sabe cómo jugar, así que su llegada es algo bueno para el equipo”. Quien habla así de uno de sus nuevos compañeros para EL ESPAÑOL es Russell Westbrook, estrella de los Oklahoma City Thunder y candidato a mejor jugador de la NBA. Su entrenador, Billy Donovan, se expresa en términos parecidos sobre el recién llegado: “Posee un gran sentido del juego, es un gran tirador y pasador y tiene mucha altura. Lo mejor de él, como todo jugador joven, es que puede continuar desarrollando su físico. Es muy duro. Pienso que está evolucionando constantemente y que lo que estamos viendo de él por ahora es sólo una pequeña parte de lo que puede llegar a ser”.
“Estoy contento de que esté aquí y de que podamos pasar esta etapa juntos. Ya les hemos enseñado un poquito de español a algunos jugadores, que nos preguntan”, comenta Domantas Sabonis. “Es un gran compañero”, opina Kyle Singler, para que después Joffrey Lauvergne añada: “Ojalá siga en esta línea y mejore un montón con nosotros”.
¿Quién es el jugador del que todos hablan con tan buenas palabras? Álex Abrines (Palma de Mallorca, 1993), uno de los tres novatos españoles (junto a los hermanos Hernangómez) que disputará la mejor liga de baloncesto del mundo esta temporada. Educado y sonriente, el alero balear recibe a EL ESPAÑOL en el vestíbulo del flamante Hotel Palace de Madrid.
Allí se aloja junto a sus compañeros de los Thunder, que arrancan la pretemporada contra el Real Madrid este lunes (20:30 horas, Movistar + Deportes 1). El Barça espera el miércoles, con Abrines reviviendo su pasado nada más dejarlo atrás. Aunque, ahora mismo, el futuro es lo único importante. Y no puede generarle más ilusión.
Ahora que ya llevaría bien el 'jet lag', le toca volver a España. ¿No está como en una nube con tanto trajín?
Sí, la verdad es que un poco sí. Al llegar hoy por la mañana (por el sábado), he cogido la cama y he dormido lo que he podido. Sí que es un poco molesto estar allí y, una vez te acostumbras, volver. Pero bueno, es un honor estar aquí y jugar los primeros partidos con un equipo NBA en España.
¿Qué ha cambiado del Abrines que llegó a Barcelona con 18 años al que ahora da el salto a la NBA?
Creo que soy mejor jugador. Durante cuatro años, he ido mejorando progresivamente y aportando más al equipo. He mejorado mi tiro, mi dominio de balón, aspectos intangibles como los rebotes o la defensa… Ahora estoy preparado y he dado el salto a la mejor liga del mundo.
¿Por qué cree que éste, y no otro, es el mejor momento para probar suerte en Estados Unidos?
Se han dado un par de circunstancias. La salida de Durant ha abierto un hueco de muchos minutos en mi posición. Oklahoma vino, apostó por mí y me ofreció un proyecto deportivo muy bonito: tres años, con posibilidad de tener minutos y de crecer como jugador.
¿Le molesta que casi todos le encasillen como tirador en estos primeros momentos en Oklahoma? Es curioso, porque a su paisano Rudy Fernández le definían igual por tierras norteamericanas…
Sí que es verdad que es lo que miran. Buscan muchos especialistas de cada cosa. Que nadie se limite, pero que intente dedicarse a lo que hace muy bien. Por la manera de trabajar de los Thunder, he hecho mucho tiro tras bote y he jugado muchas situaciones a las que tampoco estoy tan acostumbrado durante los partidos estos días. De alguna manera, me están haciendo un jugador más completo, sin olvidar que lo que mejor se me da es tirar triples.
Tendrá que darlo todo en defensa para arañar minutos. Un buen reto visto lo física que es su nueva liga.
La verdad es que sí. Sabía que, desde el primer momento, lo más importante para ganarme la confianza del entrenador y de los otros jugadores es la defensa. Es algo en lo que he estado trabajando. No todos los entrenos extra o previos a los que he hecho con el resto de jugadores han sido con balón. Muchos de ellos han sido de posicionamiento defensivo o de conceptos diferentes a los que estás acostumbrado en España, por las normas o lo que sea. Es algo que me llevará su tiempo, pero lo estoy trabajando y, cuanto antes me ponga a ello, antes dispondré de más minutos.
¿No le parece que Russell Westbrook va a estar un poco solo a los mandos de estos Thunder?
No, para nada. Visto lo visto, no hay duda de que es la superestrella del equipo. Victor Oladipo es un grandísimo jugador y el que más me ha sorprendido, sinceramente. A lo mejor no es tan físico como Russell, pero es muy versátil, tira muy bien, juega muy bien con el balón, es un gran pasador… Puede secundarle bastante bien, además de otros jugadores como Kanter o Steven Adams por dentro y los jóvenes, que venimos pisando fuerte.
Aunque lleva poco tiempo en la franquicia, ¿le ha dado tiempo a notar si se echa mucho en falta a Kevin Durant?
No sabría decirle, porque no he llegado a entrenar con ellos cuando estaba Kevin Durant. Sólo he visto partidos. A lo mejor sí que se nota, porque Durant, por decirle un número, a lo mejor se comía 30 posesiones por partido. De esas 30, Russell va a tener que coger unas cuantas por protagonismo. Oladipo y otros jugadores que ya llevan un tiempo en Oklahoma van a tener que dar un paso adelante e intentar suplir lo que aportaba Durant.
Viendo el gran nivel de la Conferencia Oeste, ¿pelear por el anillo va a estar a su alcance?
Es el principal objetivo de todo el equipo. Sabemos que tenemos una buena plantilla y las opciones están ahí. Sin saber mucho de la liga más que lo conocido por todos, Cleveland y Golden State son los dos equipos a batir junto con San Antonio ahora mismo. Creo que podemos plantar cara, somos jóvenes y tenemos mucha ambición. Si hacemos las cosas bien y nos juntamos como equipo, podemos dar alguna sorpresilla.
Barça, selección, vuelta a España y nueva vida
Y para empezar con fuerza, Real Madrid y Barça. Ayón ve estos partidos como un entrenamiento. ¿Ustedes se los tomarán más en serio?
Hombre, son nuestros primeros partidos de pretemporada. No sé si sólo tenemos seis o siete antes de que empiece la temporada. Más allá de que sean amistosos, para nosotros estos partidos no pueden ser sólo un entreno. Son encuentros contra grandes equipos y no queremos dejarnos nada. Hay que poner en la pista todo lo que hemos entrenado estas semanas y probar a qué nivel estamos, qué cosas debemos mejorar y, sobre todo, cómo llegamos a la temporada.
Hablando del Barça, ¿esperaba algo más de su paso por el conjunto azulgrana?
Jugando en el Barça siempre esperas ganar más títulos. Igual me quedo con esa espina clavada, sobre todo, los dos últimos años, que sólo ganamos la liga y la Supercopa. Siempre queda ahí el hecho de poder haberme quedado más años y haber ganado algo más. Llegó la oportunidad de venir a un gran club como los Thunder, a la mejor liga del mundo y con un buen proyecto. La situación es la que es y creo que tomé la decisión correcta en cuanto a ambición en mi carrera.
¿Cree que tiene algo que demostrar en ese amistoso contra su exequipo?
No, para nada. En cuatro años he demostrado ya bastante. Sí que es verdad que, por diversas razones y mayoritariamente por lesiones, no he podido estar tan constante durante todo un año con el Barcelona. Es parte del juego. Va a ser un partido bonito, intentaré hacerlo lo mejor posible simplemente para despedirme del que fue mi público y de mis excompañeros, para que disfruten del partido.
¿Y qué me dice de la selección? ¿Le sorprendió jugar tan poco en Río?
No, fui el último descarte y sabía que iba como jugador número 12. Desde el primer día, Scariolo nos cogió a todos y nos dejó más o menos claro el rol que tendríamos cada uno. Para mí, el simple hecho de estar ya indica que hice las cosas muy bien durante el mes en el que estuvimos trabajando y que me gané el puesto. Después, estaba allí para ayudar en lo que fuera. Si eran los tres-cinco últimos minutos de cada partido, pues yo los recibía, e iba al cien por cien. En otra situación, habría hecho lo mismo.
Volviendo a los Thunder, va a ser el guía turístico de sus compañeros en la gira por nuestro país. ¿Adónde tiene previsto llevarles?
Ya me han preguntado bastante durante esta última semana para ver dónde podían ir. Les he mandado a un par de restaurantes, a El Retiro, a los sitios emblemáticos de Madrid y Barcelona. Más de Barcelona, porque conozco mejor la ciudad (risas). Creo que hoy (por el sábado) ya han salido tres o cuatro a cenar fuera. Espero su veredicto cuando vuelvan (risas).
¿Qué comida española cree que tienen que probar sí o sí antes de irse, aparte de las ensaimadas?
El jamón serrano. Es lo primero que les dije (risas). Menos Enes Kanter, que no puede por religión, a los demás les he dicho que es lo primero que tienen que pedir allá donde vayan.
¿Y eso de que apenas saldrá de fiesta en Oklahoma? Con la pinta de marchoso que tiene Westbrook…
[Risas] Sí, la verdad es que sí, pero es todo lo contrario. Es un tío muy cercano. No es el tipo hiperactivo que ves en la pista. Fuera de ella, es muy tranquilo. Puedes hablar con él en cualquier momento y preguntarle cualquier cosa. Es casi otra persona.
Con usted se han mudado su novia y su perrita. ¡Hasta su madre le acompañó una temporada! Así ya se puede.
Sí, la verdad es que me han hecho las cosas más fáciles, sobre todo mi novia y la perra pequeña, que van a estar durante todo el año. Para mí, es muy importante. No es lo mismo estar solo allí que tener a alguien en casa que te acompañe en la aventura. El hecho de que mi madre también haya estado las tres primeras semanas me ha ayudado mucho en el tema de cocinar, comprar los muebles...
¿Ya ha bajado al refugio antitornados de su casa o no?
[Risas] Sólo a mirarlo. Por ahora, gracias a Dios, lo único que he pasado fue un pequeño terremoto de 3,8 el primer o el segundo día que estuvimos allí. Si le soy sincero, yo no lo noté, fue mi madre. Esperemos que si vemos algún tornado sea a lo lejos (risas).
¿Entonces, qué es más probable: que usted sea testigo de un tornado, algo habitual en Oklahoma, o que triunfe en la NBA?
Hombre, espero que triunfar en la NBA, por mi ambición. Sé que hay muchos tornados en Oklahoma, pero no suelen pasar por la ciudad.