La toma del Madison de la familia Hernangómez
La familia Hernangómez se reúne al completo en Nueva York para cruzar una nueva puerta en la historia del basket patrio con EL ESPAÑOL como testigo directo. Willy y Juancho ya son los segundos hermanos españoles en enfrentarse en una cancha NBA.
11 febrero, 2017 10:43Noticias relacionadas
Ni Calderón de la Barca hubiera descrito mejor en “La vida es sueño” la sensación de la familia Hernangómez-Geuer mientras asistía en directo al primer partido que enfrentó a los hermanos españoles Willy y Juancho en la mejor liga del mundo.
Tras una odisea que llevó a sus padres y a su hermana Andrea a dormir en Atlanta a causa de la nevada que tiñó de blanco la Gran Manzana, la familia Hernangómez por fin ha hecho realidad su sueño. El clan más prolífico del basket español (los cinco han sido internacionales en alguna categoría) se fundían en un emotivo abrazo en el Madison Square Garden antes del partido que enfrentaba a los Knicks y a los Nuggets con presencia simultánea de los dos hermanos españoles en la cancha.
LA VIDA ES SUEÑO Y LOS SUEÑOS...
“Ver a mis dos hijos en el Madison jugando un partido de la NBA el uno contra el otro no me lo imaginaba ni en mis mejores sueños”, decía emocionada su madre, Margarita Wonny Geuer (158 veces internacional), quién dejó de jugar para ser madre de un niño al que llamarían Willy y que ha heredado sus maneras: “Willy es más como yo. Tiene una gran juego de pies”, afirma Wonny, quien cree que Juancho es “más de su padre. Buen tiro exterior y cuando lo veo correr parece que veo a Guillermo hace unos años...”.
Su padre, aquel pívot que deslumbrara en el Mundial Júnior de Palma de Mallorca (1983) al lado de ilustres del baloncesto español como Villacampa, Vecina, Llorente o Zapata se mostraba “muy contento y orgulloso porque hemos podido disfrutar de los dos en pista. Ambos han jugado bien aprovechando los minutos de que han disfrutado y lo hemos pasado bien. Hoy es un día para sonreír”
LA PEQUEÑA ANDREA NO LES QUITA OJO
Mientras vigila atenta la salida de algunos de su ídolos de la infancia, que ahora comparten vestuario con sus hermanos, Andrea Hernangómez sigue “alucinando por verlos aquí y, sobre todo, tan felices”.
Jugadora de Estudiantes, afirma que “como Willy y Juancho han sacado cosas de mi padre intento quedarme lo mejor de cada uno”, mientras que sueña con llegar a la Selección U18 el próximo verano, “aunque será muy difícil porque de mi edad este año no hay competición”. Si no lo consiguiera, tendrá dos grandes maestros con los que realizar tecnificación, ya que los partidos entre los tres hermanos son constantes en casa.
Y es que el trabajo es una de las banderas de la familia Hernangómez: “Tenemos la suerte de haber heredado los genes de nuestros padres, pero sin trabajo no habríamos llegado hasta aquí. Tanto mi hermano como yo nos dejamos la piel cada día para seguir mejorando. Por eso, este tiempo de partidos supone un estímulo más para seguir trabajando”, reconoce Willy.
PIQUE SANO ADMIRADO POR SUS ENTRENADORES
En la pista se vigilan. Antes del encuentro, sus miradas se cruzan y el rápido abrazo que intercambian en el centro de la pista es captado por una nube de fotógrafos. Ya en faena, Juancho golpea primero con triple nada más saltar a la pista. Willy responde con una pasmosa facilidad para anotar que le ha valido el reconocimiento de su entrenador, Jeff Hornacek: “Willy es joven y está aprendiendo rápido. No queremos ser demasiado duros con él, queremos que siga intentando hacer cosas, que se siga equivocando a veces, porque siendo valiente estará en el camino para seguir ayudándonos y creciendo como jugador”. Un cambio defensivo nos obsequia por un instante con el uno contra uno más esperado.
Juancho encara a su hermano mayor, finta y reparte una asistencia para que Jokic anote dos de sus 40 puntos en una noche para enmarcar. “Me tenía miedo y la ha soltado”, bromea Willy. “Ha sido la asistencia del partido”, puntualiza Juancho.
Ambos son más que hermanos: “Nuestra relación va mucho más allá de las pistas. Hablamos de todo y nos ayudamos constantemente. Vivir este sueño de la NBA juntos está siendo una experiencia increíble”, confiesa el pequeño de los hermanos, que está coincidiendo con otro español en el cuerpo técnico de Denver. Un Jordi Fernández que también hace historia en los banquillos NBA y que destaca de Juancho “su capacidad de trabajo, intensidad y valentía. Son características muy valoradas aquí y todo el cuerpo técnico está encantado con él en Denver” .
LA SELECCIÓN, ¿OTRO SUEÑO AL ALCANCE DE LA MANO?
Cerrar este año mágico compartiendo la camiseta nacional con la otra pareja de hermanos que domina el baloncesto español sería más que un sueño para los Hernangómez. La matriarca del clan lo tiene claro: “Nos falta ver a Juancho debutar con la absoluta. Ojalá que lo consiga pronto. Sería otra gran alegría. Defender a nuestro país es algo muy importante para esta familia”, afirma.
Mientras que Willy cree que “ya le toca a mi hermano y si Sergio me llama yo también estaría encantado de volver a la Selección e intentar dar otro paso adelante, pero antes hay que seguir trabajando aquí centrados en el día a día. Ya veremos qué pasa en verano”. Juancho confiesa que “para nosotros ya era un sueño poder jugar los dos en la ACB y míranos ya en la NBA” antes de partir apresuradamente, ya que su equipo no hará noche en Nueva York, por lo que la familia volverá a perder a uno de sus miembros.
EL PODER DE LA FAMILIA UNIDA
Y es que uno de los secretos de esta familia ha sido la capacidad de mantenerse unida y poner en común sus experiencias para mantener los pies en el suelo. En la edad de la globalización, las multipantallas y los estímulos contantes, los Hernangómez han logrado preservar esa comunicación gracias a la ausencia de televisión en estancias clave de su casa, los viajes en familia y muchas horas de diálogo en la cocina. La auténtica sala de reuniones de una familia modelo que, esta temporada, ha tenido que sustituir la cocina por el Skype, pero que podría patentar un modelo de éxito basado en valores tan sencillos como, cada vez, menos comunes.
Por cierto, ganaron los Nuggets (123-131) con un Jokic espectacular -40 puntos- mientras el Madison Square Garden ovacionó a Oakley después de su incidente en el último encuentro.