¿Que Stephen Curry tenía dudas sobre si acudir o no a la recepción oficial con el presidente de los Estados Unidos por haber ganado la NBA, al igual que todos los miembros de los Golden State Warriors? Pues el mismísimo Donald Trump ya se ha encargado de disipárselas de un plumazo: la estrella de los campeones de la mejor liga de baloncesto del mundo no será invitada al evento.
"Venir a la Casa Blanca es considerado un gran honor para un equipo campeón. Stephen Curry se lo está pensando, así que se le retira la invitación", oficializó Trump a través de su Twitter. Una medida que llega horas después de que Curry dejase clara su postura al respecto de visitar al líder de su país junto a sus compañeros: "Yo no quiero ir".
"Ese va a ser mi voto (negativo) cuando nos reunamos. Pero es una decisión colectiva. No sólo soy yo, o Kevin Durant. Es todo el equipo, lo que fuimos capaces de conseguir y la oportunidad que históricamente se le da al campeón. Tendremos esa conversación y decidiremos como grupo. Pero si quieres saber lo que yo voy a votar, ahí está", reconoció la estrella de los Warriors a ESPN.
Durant ya apuntó que no se cuente con él de cara al encuentro con Trump, ya que "no respeta" al inquilino del Despacho Oval. "No estoy de acuerdo con lo que hace, así que mi voz se escuchará por no hacer eso. Es una decisión personal, pero si conozco bien a los míos, estarán de acuerdo conmigo [...] Si tenemos a alguien en la oficina a quien no le importa la gente, no iremos a ningún sitio como país. En mi opinión, hasta que no le saquemos de allí no habrá progreso", añadió.
LeBron James, otro de los grandes nombres propios de la canasta estadounidense y subcampeón liguero con los Cleveland Cavaliers el pasado curso, tampoco ha tenido reparos en mostrar públicamente su oposición a Trump. De hecho, ya ha salido en defensa de Curry tras el anuncio presidencial. "¡Ya dijo que no iba a ir! Por lo tanto, no hay ninguna invitación. Ir a la Casa Blanca era un gran honor hasta que apareciste", tuiteó. El mensaje empezaba con un 'bum' que en español puede traducirse como 'vago', 'vagabundo', 'gorrón' e incluso 'culo'.
La inmensa mayoría de los jugadores de la liga están en contra de Trump: todavía en calidad de candidato, el ahora mandamás de Estados Unidos no recaudó ni un céntimo del entorno NBA para su campaña. En esta misma línea, James apoyó a la demócrata Hillary Clinton en las pasadas elecciones y no se aloja en la cadena de hoteles propiedad del dirigente republicano. La cara más visible de las canchas estadounidenses junto a Curry aprovechó los disturbios raciales de Charlottesville en agosto para realizar su última crítica pública hacia el presidente antes de la de este sábado.
"El odio siempre ha existido en Estados Unidos. Sí, lo sabemos, pero Donald Trump acaba de ponerlo de moda. Ahora las estatuas no tienen nada que envidiarnos", tuitéo LeBron. Los comentarios de Trump señalando a "ambos lados" como culpables de aquella problemática fueron el desencadenante del mensaje del jugador franquicia de los Cavs. Está visto que el 45º presidente de los Estados Unidos tampoco está haciendo muchos amigos en el deporte, y en especial en el baloncesto.
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