La NBA ha arrancado una nueva temporada. Lo hace bajo el paradigma establecido por la pandemia del coronavirus y esperando con ansia la vacuna que permita el regreso de los aficionados a los pabellones. La NBA mira al futuro y busca una forma de dar el impulso económico a la liga que arregle el agujero creado por la Covid en el último año. Será la prioridad de Adam Silver, el comisionado de la competición, que no descarta algo que era impensable hasta ahora.
La NBA podría expandirse. No a nivel mundial, sino dentro de la propia liga. Que las Conferencias crezcan, algo que ya calculan que significaría un ingreso de más de 1.000 millones de dólares que ayudarían a la actividad financiera de los equipos. No es algo inminente ni de extrema urgencia, por lo que se debatirá a lo largo de la temporada. Pero la expansión de la NBA ya está sobre la mesa.
"Siempre he dicho que es el destino de la competición, expandirse en algún momento. Esta situación nos ha hecho desempolvar algunos análisis sobre el impacto económico y competitivo de una posible expansión. Le estamos dedicando más tiempo que antes de la pandemia. Valoramos mucho que haya mercados nuevos que tengan interés en contar con una franquicia NBA", reconoció Silver en la presentación de la temporada.
Una NBA de 32
Hay varios factores a estudiar, no solo los ingresos que traería una expansión. ¿Sería buena una NBA con 32 equipos (16 por Conferencia)? ¿Sería beneficioso o perjudical para la competitividad de la liga? Eso se preguntan: "Ya con 30 equipos no tenemos a todos al máximo nivel competitivo, al menos en términos de pelear por el título. Y uno de nuestros objetivos siempre es crear una competición lo más fuerte posible. Así que ese es uno de los puntos clave de una posible expansión. Es algo económico, pero también competitivo. Así que seguiremos estudiándolo", reconoció Silver.
La NBA contaba con apenas ocho equipos a mitades de los años 50, cuando la liga se empieza a consolidar, y a partir de ahí empieza a crecer. Su última expansión, eso sí, ocurrió hace casi 20 años, en el 2020. Entonces se acordó expandir la liga a 30 equipos y se unieron los Charlotte Bobcats, actuales Charlotte Hornets, que comenzaron a jugar en el 2004. Desde entonces se han mantenido los mismos con algún cambio de nombre y localización.
Tener una franquicia en la NBA es algo que persiguen muchas ciudades de los Estados Unidos y Canadá. Por tanto, de abrirse las puertas a nuevos equipos (lo lógico serían dos más, para llegar a 32) no faltarían candidatos. Los hay de todos los colores y con propuestas más o menos llamativas dependiendo del territorio.
Seattle, favorita
El principal favorito es uno: la ciudad de Seattle. Se trata de una de las ciudades más grandes del país y, además, sabe lo que es tener un equipo en la NBA: los Seattle SuperSonics, que en 2008 se mudaron a Oklahoma City para fundar los Thunder. Si los Sonics (de llamarse así) vuelven, ya contarían con el KeyArena de casi 18.000 espectadores, un pabellón a la altura, condición indispensable para tener una franquicia.
Pero Seattle no es la única ciudad que ha tenido ya un equipo de la NBA y quiere 'volver'. En la lista hay ciudades como Vancouver, en Canadá, que fue la casa de los actuales Memphis Grizzlies entre 1995 y 2001, o San Diego, casa de los Rockets (ahora en Houston) entre 1967 y 1971. También se habla que Kansas City, que tuvo a los Kansas City Kings (ahora Sacramento Kings) entre 1975 y 1985, estaría interesada.
La NBA, ¿en Las Vegas?
Por último, hay ciudades que hasta ahora no han tenido una franquicia de la NBA y quieren llevar la liga a ellas. Aquí es donde aparece otra de las grandes propuestas: Las Vegas, que ya ha llevado la NBA en momentos concretos a su territorio y hasta planteó que se montara la burbuja de este año allí. Montreal (Canadá), Pittsburgh, Hampton Roads y Ciudad de México, esta última casi sin opciones, completan la nómina de candidatos.
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