En el deporte profesional existen muchas lacras, pero pocas como las apuestas ilegales, controladas por mafias y que corrompen a los deportistas, a los que obligan a participar en sus malas artes a cambio de grandes sumas de dinero. Estos personajes, que nunca suelen dar la cara, trabajan en la sombra, haciendo daño al deporte y destruyendo la carrera de muchos profesionales que son pillados y que reciben sanciones durísimas por su participación en estos negocios ilegales.
Si hay un deporte en el que las apuestas ilegales están haciendo especial daño y que son muy perseguidas, es en el tenis, que sufre esta lacra constantemente. Los organismos en defensa de los jugadores de la integridad del deporte se ven obligados a intervenir una y otra vez en este tipo de casos, ya que las mafias que dirigen este tipo de negocios no tienen reparos ningunos en contactar con tenistas y obligarles a participar de sus artimañas incluso con amenazas. Al final, quienes terminan pagando este tipo de errores son los jugadores, ya que muchos de ellos pierden sus carreras al participar en las apuestas ilegales.
Los últimos casos
Los casos de apuestas ilegales en el tenis no son aislados y con frecuencia se conoce el nombre de algún jugador que recibe sanciones por ellos. Llama la atención la enorme frecuencia con la que se producen estos casos y es que casi todas las semanas o casi todos los meses se conocen nuevos nombres de tenistas que se ven implicados en el negocio de los amaños de partidos y de las apuestas ilegales.
Los grupos que se dedican a este tipo de negocios estudian la situación ránking y del mercado, así como de los profesionales que por su situación pueden ser más vulnerables a aceptar entrar en el juego. Se trata de profesionales muy cualificados que conocen a la perfección como funciona el sistema para poder tener el mayor éxito sin levantar sospecha. Al final, tienen el respaldo de que, en la mayoría de los casos, quien termina pagando las consecuencias si alguna trama es descubierta es el jugador.
En los últimos días se han conocido dos nuevos casos de jugadores que han sido sancionados por estar presentes en apuestas ilegales y en partidos amañados y que siguen manchando el buen nombre del tenis mundial a cambio de dinero. El primero fue Mostafa Hatem, un tenista egipcio que actualmente no estaba en activo y sin ránking ATP. No obstante, ha sido descubierto y él mismo ha reconocido haber violado el código de conducta, lo que le ha permitido que su sanción haya sido reducida. Hatem fue tanteado por una red de apuestas ilegales para dejarse perder en varios partidos, pero no informó a los organismos pertinentes, cometiendo una grave infracción. Ahora no podrá entrar en ningún recinto tenístico hasta 2022 y además tendrá que pagar una multa de 3.000 dólares.
El otro caso conocido recientemente ha sido el del tenista uzbeko Temur Ismailov. A sus 25 años, ocupaba el puesto 756 del ránking ATP y ha reconocido haber estado envuelto en el negocio de las apuestas ilegales durante los años 2014, 2015 y 2019, por lo que se le ha definido como una persona reincidente y con el agravante de haber cometido un delito durante un largo periodo de tiempo. Por ello, ha recibido una ejemplar sanción de 12.000 dólares y una suspensión de siete años sin competir, lo que sin duda será el fin de su carrera tenística.
Problemas económicos
El origen de estas mafias siempre responde a problemas económicos. Contactan con jugadores con rankings muy bajos conociendo que suelen tener problemas para ganar dinero a pesar de dedicarse al tenis profesionalmente. Estudian a sus candidatos y cuando notan que han cumplido cierta edad, pero no han conseguido escalar posiciones, les atacan con todo tipo de propuestas para prometerles un futuro dorado dentro de la ilegalidad. Además, les amenazan coartarles y obtener lo que van buscando, que estos acceden a manipular los resultados de los partidos.
Por si esto fuera poco, se aprovechan también de que los jugadores con poco ránking disputan partidos de poca trascendencia y en tornos poco importantes porque saben que están menos controlados. Entonces, inflan las apuestas y se enriquecen con los beneficios. Cuanto menos control y más inesperado es el resultado, y, por tanto, la apuesta, más dinero se embolsan. Después, con desaparecer sin dejar rastro, lo tienen todo hecho, ya que quien queda registrado como protagonista del encuentro es el jugador que ha sido captado.
Este negocio de las apuestas ilegales mueve a cientos y cientos de tenistas y millones de euros durante todo el año, por lo que se trata de un negocio muy peligroso y que genera un gran poder detrás. Los líderes de estas tramas se aprovechan de tenistas que pasan apuros para ofrecerles dinero a cambio de arruinar sus carreras. Al final, todo se traduce en más miseria, ya que los tenistas suelen ser pillados, obligados a pagar importantes multas y a largos periodos de inactividad, lo que termina provocando el final de sus carreras o, al menos, quedar señalados para siempre.
La TIU al rescate
El organismo encargado de actuar en estos casos es la TIU, siglas en inglés de la Unidad de Integridad del Tenis. Se trata de un estamento de anticorrupción que trabaja para proteger al tenis profesional en todo el mundo de las apuestas ilegales. Además, es la entidad encargada de que se cumpla la política de tolerancia cero con estos negocios clandestinos e ilegales.
En todos los de apuestas ilegales es la TIU quien interviene, ya sea contra tenistas involucrados o contra grupos organizados. Las labores de la Unidad de Integridad del Tenis son trabajar en la prevención de la corrupción, investigar los casos y a las personas involucradas, enjuiciar a los culpables y establecer las sanciones pertinentes. Además, tienen también la misión de impartir una educación de anticorrupción a las personas que hayan reconocido ser parte de estos negocios o que los hayan denunciado al haber contactado con ellos.
Para realizar todos estos trabajos, se han encargado de elaborar un programa que deben seguir en su lucha contra la corrupción en el tenis y para asegurar la integridad del deporte y así evitar que se pueda incidir en los resultados de los partidos. La TIU es una organización independiente a cualquier otra, creada en 2008 y con sede en Londres, y que es sustentada por la Federación Internacional de Tenis, la Asociación de Tenistas Profesionales, la Asociación de Tenis Femenino, el Open de Australia, Roland Garros, Wimbledon y el US Open.
Debate en el tenis
Las apuestas ilegales en el tenis son un tema que preocupa y mucho a la gran mayoría del circuito. Por ello, la ATP y la WTA se encuentran trabajando un conjunto para ver de qué forman pueden atacar la raíz del problema. Mientras la TIU se encarga de hacer las investigaciones y las sanciones, el tenis intenta solucionar esta lacra yendo a la base del conflicto. Por ello, están movilizando también a las principales figuras del circuito como ocurren con el Consejo de jugadores.
El patrón que se repite en los profesionales que se ven involucrados es su poca fama, un ránking muy lejano de los primeros puestos y dificultades para encontrar torneos y poder obtener unas ganancias que les permitan continuar con su sueño de ser tenistas profesionales. Por ello, ya se están estudiando las vías para reforzar este tipo de situaciones para que los jugadores no tengan que dejarse llevar por este tipo de bandas criminales.
En la ATP, a nivel particular, se ha abierto un profundo debate para estudiar qué decisiones tomar y en qué puntos incidir para evitar que este tipo de cosas sigan pasando, ya que se ha creado un mercado externo al tenis que mueve millones y millones de euros cada año. Apoyar al sector más humilde del tenis para que se encuentre protegido y no pueda ser engañado por las mafias de las apuestas se presenta como una labor clave y un objetivo a largo plazo indispensable. Pero para ello se necesitan torneos, fondos y ayudas enfocados en conseguir este tipo de propósitos.
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