Un Giannis Antetokounmpo para la historia, con 50 puntos y 14 rebotes, lideró este martes a los Milwaukee Bucks, que derrotaron a los Phoenix Suns en el sexto partido de las Finales (105-98) para llevarse el título de la NBA (4-2).
Antetokounmpo fue el héroe de la noche (16 de 25 en tiros, 17 de 19 en libres) y se coronó además con un indiscutible premio al MVP de las Finales.
El griego fue el alma y corazón de unos Bucks que consiguieron su primer anillo en cincuenta años, ya que hasta ahora su único título era el de 1971 con Kareem Abdul-Jabbar y Oscar Robertson al frente.
En medio de un extraordinario ambiente en Milwaukee (EE.UU.), con miles de personas siguiendo el encuentro en los alrededores de un Fiserv Forum a reventar, los Bucks culminaron la proeza de ganar cuatro partidos seguidos tras empezar las Finales con un 0-2 en contra.
Estos Bucks son el quinto equipo en la historia en darle la vuelta a un 0-2 en la lucha por el anillo, pero se rehicieron de forma magistral hasta sumar cuatro victorias consecutivas y cumplieron con el grito de guerra de sus fans en las Finales: "Bucks in Six" ("Los Bucks ganan en seis partidos").
El sexto y definitivo encuentro contó con la emoción y la tensión de las grandes noches puesto que los Bucks y los Suns llegaron con empate al último cuarto (77-77 tras el tercer cuarto) en el que el aplomo de Khris Middleton (17 puntos) fue providencial.
La descomunal actuación de Antetokounmpo y el dominio local en el rebote (53 frente a 37) fueron demasiado para unos Suns que, además, padecieron la peor actuación y en el peor momento de Devin Booker (19 puntos, con 8 de 22 en tiros, y 6 pérdidas).
Chris Paul, que a sus 36 años jugaba sus primeras Finales, fue el principal referente de los Suns con 26 puntos y 5 asistencias.
La ciudad de Milwaukee (EE.UU.) se volcó este martes con los suyos ya que miles de personas se congregaron en los alrededores del Fiserv Forum -lleno hasta la bandera- para seguir el partido en pantallas gigantes