Este lunes, en el Tour de Francia, era el día de Fabian Cancellara. Se salía desde Francia para cruzar la frontera helvética y llegar a su ciudad, Berna. “Este día es un sueño para mí y me gustaría tener un papel activo en él”, dijo antes de partir la estrella suiza, embarcado en una gira de despedida que abarca toda la temporada 2016. Programaron en los kilómetros finales todas las suertes predilectas de ‘Espartaco’: terreno ondulado, una subida adoquinada y hasta un esprint de potencia, todo ello por calzadas que él decía conocer “con los ojos cerrados”. Al fin y al cabo, el diseño de recorridos en homenaje al ciclista se está convirtiendo en moneda de cambio habitual en las grandes rondas.
Y sin embargo no lució Cancellara, sino sus némesis. Tony Martin, el alemán que le derrocó cuando era el mejor contrarrelojista del mundo, se embarcó en una fuga lejanísima en compañía de su coequipier Julian Alaphilippe. “Tony tenía ganas de rodar y, como hoy la llegada era muy dura para Marcel Kittel y mañana toca día de descanso, le dejamos vía libre”, explicó su director Brian Holm en Eurosport.
El dúo de Etixx-Quick Step no se dejó secundar y abrió camino durante tres cuartas partes de la carrera hasta ser obviamente absorbidos por un pelotón donde los conjuntos suizos BMC y IAM compartían responsabilidad con Katusha, decidido a conseguir la victoria con Alexander Kristoff.
Poco le faltó al noruego sin piedad. Apenas unos cuantos centímetros. En la parte final hubo mil tentativas de aventureros como Rui Costa (Lampre-Merida) o Ramunas Navardauskas (Cannondale-Drapac). Fueron sofocados por el ansia de un pelotón cada vez más reducido, donde el gran ataque de Cancellara parecía estar cocinándose.
No sucedió: el esprint final fue roto por un Alejandro Valverde (Movistar Team) inspirado, cuyo demarraje sirvió de lanzamiento para los miuras. En esa estampida Peter Sagan (Tinkoff) se impuso en el golpe de riñón sobre Kristoff. “Muchas veces he perdido por muy poco; creo en el destino y pienso que me está devolviendo todo eso”, comentó alegre. Cancellara sólo fue sexto, abriéndose en la parte final para aparecer a la derecha de las fotos [Así te hemos contado la 16ª etapa].
Se trata de la tercera victoria de Sagan en este Tour de Francia. Al valor simbólico de imponerse en la ciudad del ciclista que le precede en la dinastía de grandes estrellas de las clásicas y cuya era clausuró en Flandes, se suma el hecho de que cumplió la condición que Oleg Tinkov puso entre broma y broma para continuar su inversión en el equipo Tinkoff.
Es difícil pronosticar si se arrepentirá de su decisión de retirarse del ciclismo; sí es sencillo comprobar cuánto se divierte en las carreras. Este lunes, por ejemplo, ejerció como integrante del séquito de Sagan en su camino hacia el podio, realizando gestos provocadores a la cámara como si acompañara a un luchador de la WWE en lugar de a un ciclista.
El Tour de Francia descansará este martes en Suiza después de una semana de competición frenética que ha convertido a Chris Froome y su Team Sky en dominadores absolutos de la carrera. Será el momento para que sus rivales descansen y piensen cómo atacarles en la durísima semana alpina que clausurará la gran ronda francesa [Así está la clasificación general].