Por un lado, la generación dorada, la que ya empieza a contar los días para su marcha definitiva y, en algunos casos, incluso desafía la ley de vida con exhibiciones de poderío que llevan a pensar que seguirán siempre igual de jóvenes. Alejandro Valverde y Alberto Contador son los máximos exponentes de ese grupo del que se ha retirado Joaquim Rodríguez y ya es inevitable pensar que ellos son los siguientes. Pero, mientras puedan, van a tratar de retrasar el momento y seguir cosechando victorias.
Y por el otro, los que llaman a la puerta. La generación que debe coger ese testigo y seguir manteniendo el listón lo más alto posible. No es fácil, porque lo conseguido por estos viejos rockeros es mucho, pero en ello están. Son Ion Izagirre (Bahrain-Merida) y Mikel Landa (Sky), la punta de lanza de una camada que piensa demostrar que se equivocan quienes vaticinan un paisaje desértico en el ciclismo español tras la marcha de los ‘capos’ actuales.
Cuatro ciclistas de cuatro equipos distintos. Y con objetivos diferentes. Porque Mikel Landa va a por el Giro después de haber tenido que abandonar el año pasado. Ion Izagirre, verdadero especialista en carreras de una semana, afrontará por primera vez el reto de buscar una buena clasificación general en el Tour de Francia -más por insistencia del equipo que por voluntad propia, todo hay que decirlo-. Por lo pronto, Valverde le ganó un primer asalto el pasado sábado en Murcia: “Todos sabemos cómo es Alejandro. Yo hice lo que pude, pero tras Murcia y Almería llego muy bien aquí. Iremos viendo día a día”, ha dicho un cauto Izagirre.
Precisamente ganar el Tour es lo que busca Contador, que en Andalucía estrena el maillot del Trek-Segafredo. Compilcada empresa la de ganar la ‘Grande Boucle’ después de ocho años sin lograrlo y pasados los 34. Su temporada 2017 echa a andar en la Ruta del Sol: “Tengo muchas ganas ya de estrenarme con el nuevo equipo y coger ritmo. Mañana viene ya un día exigente… y habrá que empezar a dar batalla, ¿no?”, ha dicho sonriente durante la presentación de equipos.
También Valverde, tras arrasar en la Vuelta a Murcia, visitará la ronda francesa pero en su caso lo hará como escudero de lujo de Nairo Quintana. El incombustible corredor de Las Lumbreras –cumplirá 37 años en abril- fija sus verdaderos objetivos en las clásicas de las Ardenas, la Vuelta a España y el Mundial. Pero Alejandro es de esos ciclistas que suelen ganar mucho por el camino. Por algo es el máximo vencedor de la prueba con cuatro victorias generales (2012, 2013, 2014 y 2016), y no se conforma: “Estoy bien, me encuentro en buena condición y vamos a intentar ir a por la quinta”. La declaración de intenciones no puede ser más evidente.
Una etapa para cada uno
Por si los ingredientes fueran pocos, la Vuelta a Andalucía dispone un terreno apto para que cada uno trate de dar el golpe al resto. La primera jornada de mañana ya tiene un contacto serio con la montaña. El Alto del Purche (1ª) se corona a 19 kilómetros de la línea de meta que estará ubicada en Granada. Quien no pase en el primer grupo ya tendrá difícil enganchar porque la bajada es de vértigo, y el final es tan plano que se antoja complicado ganar a Valverde en lo que será, se presume, un sprint en un grupo reducido.
Para Contador y Landa es la etapa del jueves. La Peña del Águila, puerto inédito situado en Mancha Real (Jaén) con cinco kilómetros de carretera estrecha, rugosa… y un 10% de pendiente media. Como es una ascensión corta, las diferencias tampoco serán muy importantes, pero tal vez suficientes. Por si acaso, para eso está la contrarreloj del viernes en Lucena. Apenas 12 kilómetros pero de continuo sube y baja. Ideal para que Izagirre, si ha sido capaz de aguantar a sus rivales a base de sufrimiento en la montaña, pueda pegar el zarpazo a la carrera. “Es un recorrido completo y exigente. Tenemos un día montañoso, otro con final en alto y la contrarreloj para probarse. Habrá de todo y eso es interesante”, ha explicado Landa.
Y cuidado: el que salga de Lucena con el maillot rojo lo va a mantener hasta el final salvo que el infortunio se cebe con él. Sevilla y Coín, sábado y domingo, serán propicias para que los sprinters tengan algo que llevarse a la boca. Una carrera, por tanto, equilibrada y con un cartel de lujo en el que figuran nueve equipos del World Tour y donde los extranjeros no van a ser meras comparsas: Rigoberto Urán, Hugh Carthy, Pierre Rolland, Thibaut Pinot, Tim Wellens, Warren Barguil, Bryan Coquard o Stijn Devolder son algunos de los nombres que brillan con luz propia en el cartel.
Veremos si alguno de ellos se cuela en el duelo entre españoles, con Dani Navarro y Mikel Nieve en segunda fila. Una batalla retransmitida en directo por Eurosport donde se dilucidará si los jóvenes valores de nuestro ciclismo, cada vez más maduros, destronan a la generación anterior o se acaba imponiendo la experiencia sobre el ímpetu.
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