Dumoulin hace la de Indurain [en la crono del Giro]

“Sé que me va a ir bien mañana (por este martes)”. Lo decía con una sonrisa Tom Dumoulin (Sunweb-Giant) el lunes, en el día de descanso del Giro de Italia al cual llegaba en una fantástica segunda posición merced a su exhibición de este domingo en el Blockhaus, en el cual sólo Nairo Quintana (probablemente el mejor escalador del mundo) subió más rápido que este rodador de póster, metro noventa de alzada cada vez más escuálidos a raíz de los sacrificios por mejorar en la montaña que emprendió tras casi ganar la Vuelta a España 2015. [Así te hemos contado la décima etapa del Giro]

“Me gusta el recorrido de esta crono porque no es totalmente llana”, reflexionaba el lunes Dumoulin. Efectivamente, la contrarreloj de 40 kilómetros entre Foligno y Montefalco, “tierra de vinos” de acuerdo con el epíteto que se le dedicaba en el material promocional de la carrera, era ondulado. “Pero eso significa que también les gustará a mis rivales”, enunciaba refiriendo cómo los Thibaut Pinot (FDJ), Vincenzo Nibali (Bahréin-Merida) o incluso el propio Quintana encontrarían en las cuestas de la parte final el cobijo que les negaban los llanos de la parte intermedia.

¿Y qué sucedió? Que Dumoulin hizo buenos los pronósticos que auguraban que acabaría el día vestido con la ‘maglia rosa’; y, encima, apareció el viento para pronunciar las diferencias, para hacer más sangre de las previsibles heridas. Casi tres minutos le cayeron a Pinot (2’42”), Kruijswijk (2’43”) o Quintana (2’53”). Pueden llorar con un ojo los Zakarin (2’19”), Mollema (2’17”) y, sobre todo, un Nibali (2’07”) muy por encima de lo esperado para felicidad de los ‘tifosi’ y de los organizadores del Giro.

Felices también acabaron el exmaglia rosa Bob Jungels (56”) y el galés Geraint Thomas (49”), que perdieron menos de un minuto y enjugaron así parte de sus pérdidas en el Blockhaus, provocadas en el caso de este último por aquella moto desgraciada. Y, por supuesto, el gran protagonista, Tom Dumoulin, que con su prestación ‘indurainiana’ arrebata a Nairo Quintana la vitola de rival a batir en este Giro de Italia. A su favor: una crono de 30 kilómetros el último día. En su contra: seis etapas de montaña, un equipo relativamente débil y una jauría de rivales dispuesto a explotar sus puntos débiles, si los hubiera.

Señales positivas de Mikel Landa

Al igual que su compañero Geraint Thomas, el vasco Mikel Landa tuvo un buen desempeño en la crono tras el incidente de la moto. “Se ha juntado la buena condición física con la rabia por el percance del otro día”, describió el colíder del Team Sky en meta, satisfecho de haber cedido cuatro minutos pese a no ser contrarrelojista ni estar metido ya en la lucha por la clasificación general. Una vez descartadas las lesiones, ¿ha recuperado ya su máximo nivel? “Quizá no seré el mejor Mikel Landa mañana o pasado, pero seguro que sí en la tercera semana”, comentaba aludiendo a las etapas finales en las que se acumula la altísima montaña.

El Giro de Italia afronta desde ya su segunda semana, marcada por la llegada en alto del próximo sábado a Oropa, allá donde ‘Il Pirata’ Marco Pantani firmó su gesta más legendaria. No habrá que perder de vista las jornadas de este miércoles y del próximo domingo, jornadas de media montaña propensas a las escapadas… y a las escaramuzas tácticas.