"Durante mucho tiempo he vivido como Philippa". La frase, sencilla, sin alardes ni pretensiones, ha provocado un pequeño terremoto en el mundo del ciclismo. Robert Millar, que en 2007 afirmó sentirse mujer, ha confirmado su cambio de sexo y se ha presentado al mundo como lo que realmente es, como lo que realmente se siente: una mujer llamada Philippa Yorke.
Por primera vez desde que conoció su verdadero sentir, el ciclista ha querido dar un paso al frente, y en una carta abierta al medio especializado CyclingNews.com se ha presentado con su nueva identidad. "Por suerte, los tiempos han cambiado en los últimos 10 años, cuando mi familia, mis amigos y yo mismo estuvimos sometidos a las opiniones y los prejuicios arcaicos de muchas personas y medios sensacionalistas".
Antes de que llegaran Bradley Wiggins o Chris Froome, Millar, ahora Yorke, fue el primer ciudadano británico en conquistar clasificación alguna del Tour de Francia. Suyo fue el maillot de lunares de la clasificación de la montaña en el año 1984 y tres años más tarde conquistó la misma clasificación en el Giro de Italia. Dos éxitos que acompañaron en su palmarés a la general del Dauphine Libéré de 1990, aunque Millar nunca consiguió una grande. Sobre todo porque Perico Delgado le dejó con cara de no entender nada en las Destilerías DYC, en Segovia, en 1985.
Aquel año, en la penúltima etapa, con tres puertos de montaña de por medio -la Morcuera, Cotos y el Alto del León-, Millar partía con el maillot amarillo -sí, la Vuelta también tuvo un maillot amarillo para el líder- y 10 segundos de ventaja sobre el colombiano Pacho Rodríguez y un minuto y 15 segundos respecto a Peio Ruiz Cabestany, jefe de filas del MG-Orbea y compañero de Perico Delgado, a más de seis minutos del líder en la clasificación general. Ninguna amenaza para Millar, al menos sobre el papel. De hecho, cuando Perico saltó del grupo en un llano entre Cotos y Navacerrada nadie se fue a por él. Perico pasó por la meta siete minutos antes que el escocés, el de "la coleta y el pendiente", según las crónicas de la época, y le levantó una Vuelta a España que ha quedado para la historia.
Una historia que pasó a segundo plano una vez se conoció la orientación sexual del ciclista hace más de 10 años. Dentro del pelotón era algo de sobra conocido, pero el Daily Mail decidió profundizar en su figura cuando prácticamente desapareció del mapa en 2003. De hecho, hasta se realizó un documental titulado En busca de Robert Millar. Aquel artículo del diario británico publicó una imagen, borrosa, de quien se suponía era Philippa Yorke, la nueva identidad de quien fuera ciclista profesional durante 11 años, ahora residente en Dorset junto a su pareja Linda Purr.
"Afortunadamente, las cuestiones de género ya no son un asunto de tal ignorancia e intolerancia. Ahora hay una mejor aceptación y comprensión", reza la carta abierta del escocés en CyclingNews, donde colabora de forma regular como especialista y analista de las grandes vueltas. "Si bien ha habido algunas especulaciones sobre mi género durante la última década, tal vez ahora se entienda mejor por qué las intrusiones no deseadas han sido perjudiciales no sólo para mí, sino para aquellos a quienes amo".
Philippa Yorke se refiere así al proceso de cambio de sexo: "Los pasos que hemos tomado durante un prolongado espacio de tiempo bajo la atenta mirada de profesionales médicos para completar el paso de un género al otro han sido complicados. Y aunque el resultado final se ve como un lugar más feliz, más estable, las emociones que he encontrado por el camino han provocado momentos de gran vulnerabilidad". Momentos delicados que Millar, ahora Yorke, parece haber superado, en los que parece haber encontrado esa fuerza necesaria para mostrarse al mundo como es. Por eso ha aceptado la propuesta de la televisión ITV4 para realizar comentarios del Tour de Francia: "Estoy realmente encantado con este desafío. Creo que es el momento adecuado para volver a un papel más activo en el ciclismo, el deporte que siempre he amado".