Mikel Landa puso este viernes el Tour patas arriba. Lo cambió tras una larga escapada junto a Alberto Contador en una etapa no prevista para sorpresas, pero que acabó con el vasco quitándole 1'46" a su compañero y jefe de filas Chris Froome y aupándose al quinto puesto de la general, a 1:09 minutos del líder Aru y a seis segundos menos del británico.
La etapa por los Pirineos de Ariege será recordada por la valentía del ciclista vasco del Sky y el ataque conjunto con Contador en el Col d'Agnes, sin desfallecer después en el Mur de Péguère. Landa calentó el Tour un día después de que también lo reventara, en menor medida, al sacar 20 segundos en Peyragudes a Froome tras no esperarle en los últimos metros.
Cuando parecía que el vigente campeón del Tour se quedaba solo en esta edición, apareció Fabio Aru, que le quitó el amarillo el jueves, y a la vez Landa en los Pirineos, con atención a Bardet, a 25" de Aru, y a Rigoberto Uran, a 35".
La pregunta ahora es ¿tiene opciones Landa de ganar la carrera tras su actuación en las últimas etapas? Repasamos las cuatro jornadas claves que quedan, tres de montaña (una con final en alto) y la contrarreloj del penúltimo día en Marsella, donde se decidirá un Tour más abierto de lo que se esperaba.
Etapa 15: domingo 16 de julio
Tras una etapa, la de este sábado, en la que no se esperan grandes cambios, aunque sí será una oportunidad para valientes escapados (se suben dos puertos de tercera categoría), llegará la primera opción para Landa y los favoritos, aunque no la más espectacular. Será la etapa 15, la de este domingo, con un trazado que se va endureciendo al final.
En esa jornada se subirán cuatro puertos, uno de cuarta categoría, otro de tercera, y dos de primera. El pelotón coronará el Col de Peyra Taillade (1ª categoría), de 8.3 kilómetros con una subida media de 7.4%, a 31 kilómetros para el final. Más tarde, a 13 km antes de cruzar la meta, subirán el Côte de Saint-Vidal, un pequeño puerto de cuarta categoría de dos kilómetros.
Nada más comenzar la etapa se subirá por primera vez el Montée de Naves d'Aubrac, con nueve kilómetros de duración y una pendiente del 6,4%, primera oportunidad para los primeros movimientos.
Etapa 17: miércoles 19 de julio
Tras la segunda y última jornada de descanso (lunes) y una etapa con final en llano (martes), los Alpes llegarán el miércoles 19 de julio. Lo hará con la etapa reina de esta edición, con 58 kilómetros en total de subida y con el ascenso a dos puertos de categoría especial, los duros Croix-de-Fer (24 km de subida, pendiente media del 5.2%) y el mítico Galibier, el más alto de esta edición, 2642 metros, con 17.7 km de subida al 6.9%.
Una vez coronado el Galibier, el más subido en la historia del Tour de Francia, quedarán unos 20 kilómetros de descenso hasta la estación de Serre-Chevalier, donde termina la etapa. Además, veinte kilómetros antes del Galibier se coronará el Telegraphe, de primera categoría (11.9 km de subida a 7.1%), y al principio de la etapa se subirá el Col d'Ornon, de segunda categoría.
Etapa 18: jueves 20 de julio
Después de la agotadora jornada del miércoles llegará la del jueves, una de las tres únicas etapa con final en alto de este año, el Col d’Izoard, de categoría especial con una dura subida al 7,3% (tramos superiores al 9%) de algo más de 14 kilómetros. Será la última opción para los escaladores, ya que ahí acaba la montaña.
También en Los Alpes, ese jueves 20 de julio se subirá el Col de Vars, de primera categoría, a 40 kilómetros del final, y el Côte des Demoiselles Coiffées, de tercera y en el tramo intermedio de esta etapa.
Etapa 20: sábado 22 de julio
Una etapa, la del viernes, con final en llano, subiendo tres puertos de tercera categoría, precederá a la última gran jornada de este Tour de Francia, el penúltimo día. La segunda contrarreloj de la ronda gala puede decir el final de la carrera.
Será una crono individual de 22,5 kilómetros por las calles de Marsella, con inicio y final en el Estadio del club de fútbol local, el Velodrome, pasando por los lugares más turísticos de la ciudad. La etapa tiene una leve subida a su paso por la basílica de Notre-Dame de la Garde, único lugar en el que los escaladores podrán recortar tiempo.
Esta última contrarreloj será la pesadilla de Mikel Landa, mucho menos fiable que Froome en esta faceta, y una de las opciones del británico, vigente campeón, que ve en esta etapa una manera de recuperar tiempo si lo necesitara.
Noticias relacionadas
- Mikel Landa se coloca como líder del Movistar
- Mikel Landa pone el Tour de Francia patas arriba
- Froome depende de unos tercios españoles (Landa y Nieve) que no le esperaron
- El juego sucio de Fabio Aru y la respuesta de Froome en el Tour de Francia
- Bronca en el Sky: acusan a Mikel Landa de no esperar a Chris Froome