La primera etapa alpina de la semana final del Tour fue protagonizada por Alberto Contador, que atacó en el mítico puerto de la Cruz del Hierro, y una caída al principio del día que mandó a su casa a Marcel Kittel, hasta hoy 'maillot' verde de la regularidad y una de las estrellas de la carrera. El pelotón dejó ir al ciclista de Pinto, undécimo a más de siete minutos, que logró empalmar con una nutrida escapada inicial y aprovechó el esfuerzo de sus compañeros Pantano y Mollema para ampliar su ventaja hasta los cuatro minutos en el Col de Telegraphe, penúltimo puerto de la etapa. (Así le hemos contado la etapa en directo).
A partir de allí, desfondados los gregarios salvo los del Sky, cada ciclista (salvo Froome) contó solo con sus piernas. Quintana, rezagado del pelotón de figuras, había eliminado un factor de distorsión, y el puerto de categoría especial de Galibier (el más alto del Tour, 2.642 metros) no presenció ataques hasta que Pawels intentó zafarse de sus cinco compañeros en cabeza de carrera (entre ellos el español Dani Navarro) a mitad de puerto. El belga del Dimension Data no logró abrir hueco, mientras por detrás el pelotón de los favoritos iba bajando diferencias de la mano de Sky sin romperse. Martin, sexto clasificado, lo intentó poco después y abrió hueco. (Consulte aquí todas las clasificaciones).
Aru, poco fresco
Por delante, el esloveno Roglic aceleró ante un Contador fatigado por el esfuerzo en solitario de la Croix de Fer y descolgó a sus compañeros (Dani Navarro había cedido antes al tirón de Pawels). Por detrás el público pedía un ataque de Aru, pero el Sky controlaba la carrera a un ritmo alto. Sólo Martin, sexto a dos minutos, había cobrado una cierta distancia; pero aunque a falta de cinco kilómetros ya sólo quedaba Landa con el líder, el alavés se bastó para neutralizar el ataque.
Poco después saltó Barguil, líder de la montaña pero poco relevante en la general. Aru seguía a rueda de Froome. Por delante, el colombiano Atapuma también dejaba atrás al trío de Contador. La etapa se atomizaba completamente, pero sin riesgos para el 'maillot' amarillo. En ese momento atacó Bardet, al que sólo pudieron seguir Froome y Urán. Aru y Landa parecían menos frescos, pero en el caso del español era apenas dosificación. Cogieron a Bardet, pero el francés volvió a atacar medio kilómetro después.
El italiano sufría mucho, no lograba empalmar con el grupo. El sexteto atrapó a Barguil, Aru se recuperó también y entonces Martin aceleró de nuevo. Aru volvió a quedarse. Quedaban dos kilómetros para la meta y el liderato parecía asegurado un día más, dejando todo para el puerto de Izoard el jueves.
Descenso espectacular
Por delante, Roglic (Lotto) llevaba un buen ritmo y coronaría el puerto de Galibier en primer lugar con más de un minuto sobre Atapuma y 1.45 sobre Contador y los favoritos (con Landa siempre al servicio de su jefe de filas), espoleado el 'grupetto' por los demarrajes de Bardet. El madrileño fue atrapado por los favoritos antes de acabar el puerto y se hundió después; Aru perdía 20 segundos.
En el descenso, Froome, Bardet y Urán se lanzaron a muerte para distanciar a Aru en la clasificación mientras Roglic buscaba la hazaña en posición aerodinámica con un paisaje sobrecogedor. Landa conectó con el grupo de Froome, donde también figuraba Barguil, pero la diferencia no bajaba del minuto y medio. Aru inició el descenso de forma valiente y arañó algún segundo sin ayuda de ningún compañero de aventura, pero la presencia del alavés impulsó definitivamente al grupo de Froome, que voló hasta la llegada con pleno compromiso del líder.
En la meta de Serre-Chevalier, Roglic incluyó su nombre en la historia de la carrera francesa. Urán fue segundo y Froome tercero (con sus bonificaciones) y Aru se quedó temporalmente fuera del podio a la espera de la etapa del jueves, con final en el puerto de Izoard, la última oportunidad de los aspirantes para desbancar a Froome antes de la temida contrarreloj del sábado.