Israel anunció hoy a bombo y platillo su mayor apuesta deportiva hasta la fecha: la celebración de la primera etapa del Giro de Italia 2018 que se disputará el 4 mayo con una contrarreloj en Jerusalén, recorrerá el país de norte a sur durante tres días y espera que haga despuntar el turismo. La última etapa podría terminar en el Vaticano.
Tras 101 años de historia, el Giro cruza las fronteras europeas en una nueva apuesta por la internacionalización, llamada "Amore infinito 1", que defendió el director de la Corsa Rosa, Mauro Vegni, en una rueda de prensa celebrada en un hotel de Jerusalén.
"Un nuevo centenario comienza para el Giro y con él un nuevo bloque. Es la primera vez que se hace fuera de Europa y la historia y singularidad de Jerusalén son las razones por las que hemos elegido esta ciudad para empezar", dijo Vegni.
En la jornada se desvelaron las etapas y recorrido de la carrera, especialmente en Jerusalén, donde tendrá lugar el pistoletazo de salida con una contrarreloj de 10.1 kilómetros a las puertas de la Ciudad Vieja.
Las empinadas subidas y pronunciadas bajadas características de Jerusalén serán recorridas por los al menos 176 participantes en esta primera carrera.
"Creo que lo principal es la contrarreloj, ese recorrido es muy técnico, es donde más riesgo tienes que asumir. Creo que el resto, en cuanto a la carrera en línea no será mayor problema", aseguró el ciclista español Alberto Contador, que asistió en la presentación.
El deportista, retirado recientemente, advirtió que la mayor dificultad que afrontarán los participantes "será obviamente la tensión que siempre hay la primera semana de las grandes vueltas, por no perder tiempo y estar bien colocado y las posibles caídas, más que el peligro de las curvas". A este primer día de carrera, le seguirá una segunda etapa de 167 kilómetros entre las ciudades costeras de Haifa y Tel Aviv y una última de 226 kilómetros desde Bersheva a Eilat, colindante con Egipto y Jordania.
El también ciclista italiano Ivan Basso, los ministros israelíes de Cultura y Turismo, Miri Reguev y Yariv Levin, el titular italiano de Cultura, Luca Lotti y el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, participaron en la presentación.
"En Italia realmente queremos este evento. Hacerlo es para nosotros muy beneficioso, vamos a promocionar nuestros países y ciudades, es la oportunidad de mostrar Italia al mundo", declaró el director del Giro.
Levin anunció que el país lanza una campaña de promoción junto al evento para "atraer turistas durante el curso del Giro y, por supuesto, promover Israel como un atractivo destino turístico para los espectadores de todo el mundo". Levin aseguró "no tener miedo" ante posibles reacciones que pueda tener ante la convocatoria el movimiento de boicot (BDS) económico, cultural e institucional a Israel hasta que acabe la ocupación de los territorios palestinos.
Entre estos se incluye de hecho la Ciudad Vieja de Jerusalén, en la parte oriental de la urbe, que será telón de fondo del inicio de la carrera que, sin embargo, no pasará por ese territorio.
"Deseamos hacer un proyecto que sea realmente interesante. Hay muchas rumores sobre un final en el Vaticano, hablando de "Giro Santa". Pero hablamos solo de deporte y no hay nada de confirmado en cuento a lo del Vaticano. Se sabrá finalmente en la presentación de Italia si el Giro termina en Milán o Roma", concluyo el director Mauro Vegni.