Como una pareja divorciada, como un noviazgo acabado… Ha sido separarse y levantar las armas. Cada uno las suyas y a su manera. Es decir, ha comenzado la época de las críticas. Honda, tras romper su relación con la escudería británica tras el GP de Abu Dhabi, ha acusado a McLaren, suavemente, de no adaptarse: “Trabajando con McLaren, me he dado cuenta de que son una gran compañía muy sistemática y es obvio que son fuertes por eso, pero al mismo tiempo les resulta complicado adaptarse a los cambios”, reconoció Masashi Yamamoto, jefe de competición de los japoneses.



Pero han ido más allá: “Son diferentes a Toro Rosso (escudería para la que harán los motores a partir de ahora). Ellos son una compañía en crecimiento. Es muy importante para nosotros trabajar juntos, centrándose el mismo objetivo. Por lo que estamos deseando poder colaborar más estrechamente”. Y, para ejemplificarlo, desde Honda han tirado de ejemplo culinario: “Si comparamos ambos equipos con diferentes comidas, diríamos que McLaren es una cocina francesa sofisticada. Toro Rosso es más como un delicioso estofado casero donde puedes añadir nuevos ingredientes. Estamos emocionados de poder hacerlo”.



Además, desde Honda valoraron su cambio de escudería, alagando a Toro Rosso, con la que compartirán glorias (o penas, ya se verá) a partir de ahora: “Franz Tost sabe mucho sobre Japón. Entiende la cultura y esa es una buena línea de comunicación que tenemos. Hemos visto que tienen una fábrica joven que está creciendo, lo cual es muy importante para Honda porque podemos trabajar con la misma mentalidad y el mismo planteamiento. Es un nuevo inicio con un nuevo equipo con mentalidades similares para avanzar juntos. La normativa dura hasta 2020, por lo que tenemos tres años y queremos demostrar nuestras mejoras en tecnología. Queremos mostrar el potencial de Honda. Esto es muy importante para nosotros, para demostrar al mundo cómo progresaremos y cómo podemos tener éxito”, sentenció.

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