El británico Chris Froome (Sky), cuádruple ganador del Tour de Francia y vencedor de La Vuelta 2017, se mostró confiando y motivado para obtener en el Giro que comienza este viernes en Jerusalén su tercera gran carrera consecutiva, y aseguró que "por las sensaciones obtenidas en el Tour de los Alpes" se siente preparado "para ganar".
"Es una gran motivación tratar de ganar tres grandes vueltas seguidas. Según las sensaciones que he tenido en el Tour de los Alpes estoy preparado para ganar, pero no puedo decir que esto vaya a suceder. Se verá el resultado dentro de tres semanas. Tengo un equipo extremadamente versátil para ayudarme en cada parte de la carrera", señaló Froome en la rueda de prensa.
Aunque Froome dispondrá de una contrarreloj ideal para especialistas en la 16ª etapa, de 34,5 kilómetros, el británico anuncia que no centrará sus opciones en la prueba cronometrada. "No voy a supeditarme a las etapas contrarreloj para ganar el Giro. Es un paquete completo. Estoy contento de haber reconocido el Zoncolan y la contrarreloj de Trento. Ya conocía el Colle delle Finestre. Será una carrera difícil".
Para Froome, en el centro del debate al no conocerse aún la resolución por su positivo por salbutamol en la pasada Vuelta, dijo que su presencia en el Giro se decidió el pasado invierno de acuerdo con el equipo. "Participar en el Giro es una decisión que tomé con el equipo durante el invierno. Ha pasado casi una década desde que hice el primer Giro en el país que me dio la bienvenida como neoprofesional, con el Barloworld, y estoy listo para intentar ganar".
La experiencia de competir en Israel fue calificada de "fantástica" por el líder del Sky. "Tuvimos problemas de seguridad antes de venir a Israel, pero todo ha sido fantástico. Hemos rodado con el equipo júnior de Israel esta mañana. Afortunadamente, el Giro que comienza aquí inspirará a los jóvenes ciclistas y habrá destacados corredores de esta parte del mundo en unos años ".
Dumoulin: "Ahora me miran con atención"
Por su parte, el holandés Tom Dumoulin (Sunweb), defensor del título del Giro de Italia, aseguró que llega a la carrera rosa "con confianza y con la experiencia de haber aprendido el año pasado a superar las dificultades" y sin presión por estar en el centro de atención. "Siendo el campeón defensor del Giro la diferencia es que la gente me mira con atención, pero no he cambiado. Quizás estaba demasiado ansioso por mostrarme al mundo al comienzo de la temporada pero, después de reflexionar sobre lo que salió mal en la primavera, tengo más confianza en mis capacidades al inicio del Giro", explicó.
Dumoulin, llega a sus 27 años con la madurez de un corredor que superó en 2017 situaciones muy complicadas en carrera, ante rivales como Nibali ó Nairo Quintana, e incluso de salud en plena competición. "He aprendido del año pasado cómo superar las dificultades en determinados momentos, pero en cuanto al recorrido no he marcado de manera especial ninguna de las etapas de montaña para este año".
Para empezar, una crono de 9,7 kilómetros en la que La mariposa de Maastricht ya puede empezar a volar alto, aunque no sea una obsesión para el líder del Sunweb. "No es el fin del mundo si no gano la contrarreloj de apertura, pero sería bueno obtener un buen resultado y con suerte ganarla. Todavía no he visto el recorrido pero, en el libro de ruta parece montañoso, así que es bueno para mí", señaló.
La experiencia de salir de Jerusalén tampoco está pasando inadvertida para Dumoulin, quien salió a visitar la ciudad a lomos de su bicicleta. "Mis primeras impresiones de Israel han sido grandiosas. Llegué tarde anoche pero no pude resistir el impulso de visitar la ciudad vieja de Jerusalén, así que me dirigí a verla con mi bicicleta", reveló.