El Mundial de ciclismo dejó una triste imagen este jueves durante la disputa de su prueba de fondo en categoría junior que se disputó en Yorkshire, Reino Unido. El protagonista fue el colombiano Germán Darío Gómez. El estadounidense Quinn Simmons (3:38.04) sería quien se impuso en la carrera de 148.1 kilómetros entre Richmond y Harrogate.
Gómez sufrió un percance a falta de 77 kilómetros para alcanzar la meta. En plena fuga, al colombiano se le pinchó una rueda y tuvo que parar. Desesperado y sin ayuda. Con la bici en una de sus manos y una llanta en la otra, siguió a pie entre lágrimas mientras veía como sus perseguidores y los coches que le acompañaban le iban adelantando. Pedía asistencia, la que no le ofreció su federación.
El ciclista tardó hasta dos minutos en poder incorporarse a la carrera. Terminó en el puesto 60 la prueba, a 16' 49'' del vencedor. Alessio Martinelli fue plata a 56 segundos de Simmons y el norteamericano Magnus Sheffiel se colgó el bronce, entrando a 1' 33''.
Una situación que ha indignado en su país y por la que ha tenido que salir a hablar el español Fermín Gómez, uno de los mecánicos del equipo colombiano. "Vamos en carrera, hay muchos cortes entre un pelotón y otro, hay caídas. Nosotros veníamos a cinco minutos de donde ha pinchado el corredor nuestro. O se le ha salido el tubular y no podemos llegar ahí como si fuéramos un helicóptero", explicó.
Germán Darío Gómez, de solo 18 años, es una de las grandes promesas del ciclismo en Colombia. Campeón nacional y panamericano, terminó 15º el pasado lunes en la prueba de contrarreloj del Mundial.