Mars Pedersen sucede a Alejandro Valverde como campeón del mundo de ciclismo en ruta. El danés de 23 años se impuso al esprint a uno de los favoritos como Matteo Trentin y al suizo Kung. Unos kilómetros antes había reventado Van der Poel, el hombre llamado a reinar que no pudo completar su palmarés de todoterreno. [Así vivimos en directo el Mundial de ciclismo]
Valverde se retiró, como muchos grandes nombres, por culpa de las bajas temperaturas y el frío. En un Mundial por eliminación, el español cayó a menos de 100 kilómetros para la meta y con todo todavía por decidir. El discreto papel de la selección fue maquillado por el 9º puesto final de Gorka Izagirre, el mejor de los españoles.
Los libros de historia de ciclismo ya tienen un nuevo protagonista. Mars Pedersen se llevó el maillot arcoíris y el reinado de Invernalia en una prueba que fue un verdadero castigo para los ciclistas. En medio del caos apareció este joven ciclista del Trek-Segafredo para primero enlazar con Kung cuando faltaban 65 kilómetros, después aguantar a Van der Poel hasta que explotó y, por último, vencer a un esprinter como Trentin.
Entre Leeds y Harrogate, las localidades que eran punto de partida y de final del Mundial de ciclismo, está el infierno. Al menos eso deben pensar los ciclistas que tomaron la salida en una carrera marcada por el temporal y que fue de pura supervivencia. El frío y la lluvia dejó un campeonato deslucido para España y para los aficionados que hasta tuvieron problemas para seguirlo por televisión.
Antes de la salida, la UCI tomó la decisión de cambiar el recorrido debido a la climatología. Se recortaron 25 kilómetros, incluidas las dos subidas más duras (Buttertubs, con 3,9 kilómetros al 6,4% de desnivel, y Grinton Moore, 3,2 kilómetros al 6,5%), y se añadieron dos vueltas más al circuito. Toda la planificación de carrera de las diferentes selecciones cambió en ese momento, a escasos minutos de comenzar.
Desde el primer kilómetro se pudo ver la dureza a la que habían ser sometidos los ciclistas. La primera fuga fue de calidad, con hombres como Nairo Quintana o Roglic, pero no duró la aventura excesivo tiempo. Uno de los puntos claves del Mundial se produjo a 123 kilómetros del final. El belga Gilbert, uno de los grandes favoritos, se vio involucrado en una caída mientras que sus compañeros tiraban del pelotón.
La falta de comunicación, y la ausencia de pinganillos, hizo que Bélgica se hiciera el harakiri perdiendo al joven Evenepoel, que se vació en beneficio de Gilbert, y a su teórico jefe de filas. La mejor selección vio de esta forma como decía adiós a sus opciones más fiables de medalla.
España se congela
La escabechina provocada por el tiempo y la caída hizo que fueran abandonando grandes nombres a cuentagotas. Y entre ellos destacaba el de Alejandro Valverde. El español y campeón en Innsbruck hace un año se bajaba de la bicicleta a menos de 100 kilómetros para la meta. Se ponía así fin a su reinado.
Se acabaron ahí las opciones de un metal para la España de Momparler. El seleccionador debutaba en la absoluta y no lo pudo hacer con buen pie. En los primeros kilómetros se había bajado también Iván García Cortina por problemas estomacales, por lo que se quedaba sin líderes y solo con los hermanos Izagirre aguantando entre los mejores.
Mala suerte también para Cortina. El joven de 23 años era la alternativa a Valverde en los planes españoles y, sobre todo con esta climatología que tanto le gusta, tenía mucho que decir en un Mundial que tanto le gustaba. En su cabeza siempre quedará esta oportunidad perdida para brillar, aunque tendrá más en el futuro y más en la era post Valverde que amenaza a España para los próximos años.
El estadounidense Craddock y el suizo Kung saltaron del pelotón a falta de 65 kilómetros. Un movimiento clave para el devenir de la carrera, ya que Kung aguantaría hasta el final en cabeza. Más tarde se unió Mars Pedersen y el norteamericano se cortó dejando así a dos de a la postre medallistas liderando la carrera.
Van de Poel: latigazo y fustigado
Al danés y el suizo se les juntó más tarde el italiano Moscon y, cuando faltaban dos vueltas, Van der Poel y Trentin. El holandés era el gran favorito y parecía tener el Mundial de cara. Por su parte, el italiano del Mitchelton-Scott era el único que parecía poder poner en peligro el reinado del todoterreno neerlandés.
Por detrás estuvo a punto de llegar un pequeño grupo con Gorka Izagirre. El español intentó estar en el corte definitivo, pero no tuvo fuerzas para contactar y se tuvo que conformar con una más que honorable 9ª posición en meta. El ataque de Van de Poel y Trentin pilló en fuera de juego a Bélgica, otra vez, y a Francia. Sin embargo, nada pudieron hacer al entrar el quinteto de cabeza con casi un minuto de ventaja a la última vuelta.
Fue entonces cuando, para sorpresa de todos, Van der Poel reventó. El holandés se quedaba parado y, aunque terminó por pundonor, acabó entrando en meta a más de 11 minutos. El niño prodigio y nieto del gran Pulidor había apostado todo por este Mundial, renunciando al de mountain bike. Campeón del mundo de ciclocrós y europeo de montaña, el joven de 24 años no pudo rematar en su reto de conseguir el arcoíris en ruta.
Trentin parecía entonces tener el oro asegurado. Mucho más rápido que Pedersen y Kung, contaba además con la ayuda de su compatriota Moscon. Italia, por primera vez en mucho tiempo, había realizado una carrera perfecta como equipo y había cumplido de forma sobresaliente con su plan. La estrategia había funcionado para el combinado azul y ahora solo quedaba rematar en el esprint.
Italia llora plata
Gianni Moscon es considerado el hombre de las medallas de chocolate. Siempre en la pelea, pero nunca acaba de tocar metal. Tampoco lo haría en Yorkshire. Fue 5º en 2017 y 4º en 2018 y ahora, en 2019, volvió a ser 5º al ceder en los últimos kilómetros dejando la lucha por el arcoíris entre Trentin, Kung y Pedersen.
Matteo Trentin tenía que rematar el trabajo de su selección. Gran favorito para el esprint, todo parecía hecho cuando arrancó a menos de 200 metros para la meta. Sin embargo, no tuvo piernas y fue superado por claridad por Mars Pedersen. La medalla de plata sabe a poco a Italia, que no tiene un campeón del mundo desde Ballan en 2008.
Los calambres en las piernas mermaron a Trentin y dio el arcoíris para un Mars Pedersen que, sin estar en la terna de favoritos, reinó en el caos. De la generación de Van de Poel, el del Trek-Segafredo fue segundo tras el holandés en el Mundial junior de 2013 en Florencia. Ahora, en la categoría absoluta, se tomó su particular revancha ante el niño prodigio que se paró a 12 kilómetros para la meta.
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