Los jeques se han instalado en el mundo del deporte para no irse. Son muchos los clubes de fútbol que dependen del dinero de Oriente Medio y, principalmente, de los beneficios obtenidos a través de los 'petrodólares'. Ni que decir tiene que el ejemplo del Mundial 2022 de Catar es el más claro a la hora de hablar de estas inversiones que han llevado a que esta zona del mundo sea el epicentro de lo que sucede a todos los niveles deportivos.
Más de lo mismo cuando hablamos del mercado de fichajes. Los traspasos no han vuelto a ser lo mismo desde la entrada del dinero catarí o de los Emiratos Árabes Unidos. Otro ejemplo es el atletismo, que también vio este pasado año como se celebraban unos polémicos Mundiales en los que hubo problemas con las temperaturas que afectaron a las pruebas de la maratón o de la marcha.
Aunque desde las federaciones y los organismos se está tratando de limitar de alguna manera el descontrol que ha provocado la entrada de estas inversiones, hace unos días se daba a conocer la sanción al Manchester City por las alteraciones en sus contratos de patrocinio, siguen apareciendo nuevas modalidades que ven como este tipo de dinero entra en entidades. Precisamente el dueño de ese equipo, Mansour bin Zayed Al Nahyan, es el protagonista.
El imperio City
Sheikh Mansour, como se le conoce en Inglaterra informalmente, es la cabeza de todo el entramado del City. El viceprimer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, ministro de asuntos presidenciales y miembro de la familia real de Abu Dhabi es el dueño del Abu Dhabi United Group, la compañía que adquirió el club de Manchester en 2008.
Este personaje dejó el club en manos de Khaldoon Al Mubarak y del City Football Group. El primero es el presidente, mientras que dentro de ese grupo empresarial se encuentra el entramado que toma las decisiones deportivas. De hecho, Al Mubarak está dentro de la junta directiva de Ferrari, la histórica escudería que, a través de su influencia, desembarcó en el país de Oriente Medio para tener el parque de atracciones en el que está la montaña rusa más rápida del mundo.
Bajo su mandato el club ha ganado cuatro títulos de Liga después de hacer una inversión multimillonaria tanto en fichajes como en infraestructuras. Por ejemplo, ha convertido el Etihad Stadium en uno de los más modernos de Europa y le ha situado en el panorama futbolístico mundial. La única pega es que hasta ahora, a pesar de contar con Pep Guardiola en el banquillo, no ha podido ganar ninguna Champions League.
La apuesta por el ciclismo
El First Abu Dhabi Bank, también en manos de Al Mubarak y bajo la influencia de Sheikh Mansour, rescató el clásico Lampre en 2017 después de tener varios problemas con la inversión china que lo intentó en un principio. Las sigas de los Emiratos Árabes Unidos (UAE) le darían nombre a este equipo que completaría su apuesta con el patrocinio de la compañía aérea Emirates.
El camino que empezaron Daniele Bennati, Damiano Cunego, Alessandro Ballan, Alessandro Petacchi, Michele Scarponi y Rui Costa desde el inicio este siglo encontraba con la inversión de este país continuidad. Poco a poco la apuesta se iba haciendo seria con la continuidad del portugués y unos fichajes jóvenes que tuteló una de las mentes más privilegiadas de este deporte: Joxean Fernández Matxín.
Un proyecto atractivo
El director deportivo ha montado para este 2020 un equipo más que atractivo. Gracias a ese dinero de Al Mubarak y Sheikh Mansour atrajo a Fernando Gaviria, en 2019, y a Maxi Richeze, este año, esprinter y lanzador que dieron muchas alegrías al QuickStep en el pasado. También renovó a Rui Costa, el ganador del Mundial de 2013, que aportará esa experiencia en una plantilla joven pero con mucha calidad.
La cara principal para esta temporada será Tadej Pogacar. El esloveno, que fue tercero en la Vuelta a España del año pasado donde presentó sus credenciales, ya se llevó la Vuelta a la Comunidad Valenciana de este 2020 donde brilló por delante de Alejandro Valverde, Greg Van Avermaet, Dylan Teuns y Jack Haig. En el último Mundial estuvo con los mejores y se espera que su presencia en el Tour de este año tenga mucho peso.
Pero este equipo tiene una propuesta de futuro más que interesante. Este año se hicieron con dos de los sub23 más prometedores del mundo. El propio Pogacar tiene 21 años, pero no se quedan atrás los Brandon McNulty y Mikkel Bjerg.
El estadounidense ya ha dejado destellos de su calidad en la Vuelta a San Juan de este año terminando cuarto y ayudando al esloveno a conseguir la victoria en Valencia. Pero es que el danés se presume como el gran dominador de las contrarrelojes allá donde compita después de ganar tres años seguidos en categoría sub23 la prueba del Mundial.
[Más información: Adam Yates se exhibe en la cima del Jebel Hafeet y da un golpe sobre la mesa en el UAE Tour]