El mundo del ciclismo vive con la misma incertidumbre que el resto de los deportes el futuro de sus competiciones por la amenaza del coronavirus. El calendario ve como día sí, día también, se cancela una nueva cita a lo largo y a lo ancho del planeta.
Carreras como el Tour de Flandes, que no se canceló ni por la Segunda Guerra Mundial, o, más recientemente, la París-Roubaix, la Lieja-Bastoña-Lieja y la Flecha Valona han ido cayendo por las consecuencias de la crisis mundial del Covid-19.
Más trascendental fue la cancelación del Giro de Italia, la primera gran vuelta que se ha llevado por delante el coronavirus. Algunos equipos tan importantes como Movistar, INEOS o Jumbo-Visma, incluso antes de estas suspensiones, ya habían cancelado su actividad.
Y, aunque nadie tiene certezas de cuando esta crisis va a remitir, las dos grandes vueltas que quedan por delante empiezan a verse amenazadas por este virus. El Tour de Francia es el más próximo y el temor a la cancelación crece según pasan los días. Pero lo más próximo para el país es La Vuelta a España.
La cita que comenzará el 14 de agosto en los Países Bajos parece muy lejana, pero la recuperación de la crisis del coronavirus parece que llevará tanto tiempo que el miedo a que el pelotón ciclista no recorra la península es más que lógico.
Javier Guillén, director de La Vuelta, es consciente de este problema. De hecho, admite, atendiendo a EL ESPAÑOL desde su domicilio, que el confinamiento al que está sometido todo el equipo les está afectando en la preparación de la edición de 2020. Aún así, confía en el trabajo del Gobierno para que todo vuelva a la normalidad más pronto que tarde.
¿Cómo estáis viendo desde la organización de La Vuelta todas las cancelaciones que está habiendo en el panorama ciclista mundial?
"Hay dos análisis. Lo que va a pasar con lo que todavía no está suspendido como el Tour, La Vuelta y el Mundial, y lo que va a pasar con lo que ya está suspendido. Somos conscientes de que según va pasando el tiempo, se reducen las opciones de poder recuperar esos eventos. Si a eso le sumas la suspensión de otros eventos deportivos que afectan a las televisiones, hace que el panorama sea aún más complicado".
"El problema de los eventos ya cancelados es que tendrán que convivir con otros y a nivel televisivo, por ejemplo con Roland Garros, sería difícil que se pudieran televisar con la misma relevancia. El rompecabezas va a ser complicado. Lo vemos con preocupación. Tendremos que reciclarnos".
"El gran problema es que no tenemos un escenario temporal claro. Eso lo complica todo. Como Vuelta, estamos trabajando con normalidad. El 14 de agosto queda lejos, pero no podemos perder ningún día. El hecho de estar confinados nos rompe el día a día en cuanto a las localizaciones, visitas a las etapas y los recorridos. Eso nos hará estar a contrarreloj cuando volvamos a la rutina y superemos el coronavirus. Pero trabajamos con la idea de que se va a disputar".
"Como Vuelta, estamos trabajando con normalidad. El 14 de agosto queda lejos, pero no podemos perder ningún día"
¿Cómo os está afectando el confinamiento en cuanto a la preparación de la próxima vueltas?
"Antes de la presentación del recorrido, hacemos mucho trabajo previo. Presentamos el recorrido en el mes de diciembre, ha vuelto a ser revisado por segunda vez y las dificultades están en las incidencias que se han podido ver. Son puntos localizados y sabemos dónde tenemos que trabajar para buscar alternativas. Las salidas y las metas están revisadas en términos generales. En alguna de ellas no hemos entrado al detalle, pero los Ayuntamientos y la tecnología nos ayudan mucho para encontrar esas soluciones".
¿Empezar en Holanda os ha supuesto algún problema extra?
"Con Holanda hemos avanzado muchísimo. Ya hemos tenido muchísimas reuniones. El tema holandés, que es el que más nos preocupaba, es el que más controlado está".
¿Entenderías que las Clásicas canceladas y el mismo Giro de Italia se encajaran más adelante en el calendario solapándose con otras vueltas que ya están fijadas?
"Todos vivimos de la excelencia de cada uno de nuestros deportes. En aras de mantener la atracción, habría que dar acomodo a las grandes clásicas y al Giro de Italia. El problema es encontrar las fechas. Cuando hables con un organizador te dirá que las más importantes son las suyas".
"Nosotros también hemos visto como se cancelaban la Itzulia y la Vuelta a Catalunya. Es más fácil colocar una clásica de un día, que una vuelta. Es una labor muy complicada de cara a la convivencia entre lo prexistente y lo pospuesto, pero con generosidad y acierto se podrán salvar carreras".
El otro día Iván García Cortina proponía una Gran Vuelta que aunase las tres grandes si no se pueden llevar a cabo tampoco La Vuelta y el Tour de Francia
"Es un ejercicio de debate interesante. No deja de ser una idea, es bienvenida. Pero hay que ir al detalle. Hablamos de una carrera de 60 días, que el primero que te dice que no la corre es el propio Iván, o hablamos de una carrera de tres semanas con una semana en cada país, algo organizativamente muy complicado y que provocaría conflictos en los perfiles que se quedaría cada país".
"Yo creo que Iván se refería a hacerlas todas seguidas. Entiendo que la idea es aceptable, pero es muy complicado. Es como si ahora le decimos a La Liga que juegue todos los días un partido para agilizar el campeonato, o que se junten Roland Garros, Wimbledon y el US Open. Hay que darle un sentido a esta idea. No critico su idea, solo que ha dado su titular y no ha ido a la letra pequeña".
Saltaba la polémica a principios de esta semana cuando la Asociación de Ciclistas Profesionales hacía una petición al Gobierno para que los ciclistas pudieran salir a la carretera para entrenar
"Yo lo veo una petición lógica desde el punto de vista del profesional. Yo soy un gran amante de la bicicleta y monto todos los fines de semana, pero lógicamente me tengo que quedar en casa y apoyo las medidas que se tomaron previas al estado de alarma. Me sumo al alegato que hacía el doctor Carlos Macías en las redes diciendo que la gente se tiene que quedar en casa por generosidad a los demás".
"Proponer que las tres Grandes Vueltas se corran a la vez es como si ahora le decimos a La Liga que juegue todos los días un partido para agilizar el campeonato, o que se junten Roland Garros, Wimbledon y el US Open"
"Entiendo su petición, pero si hacemos de todos una norma, no se dónde vamos a parar. Los ciclistas por los ciclistas, los atletas por los atletas... Si los ciclistas se deben quedar en casa, es solo por los accidentes. No hay riesgo de contagio por su actividad. Pero el riesgo de accidente lo tiene cualquiera que vaya a trabajar".
"En el momento en el que la gente coge el coche para ir, tendría la misma posibilidad de sufrir un accidente. No sabría darte una solución sobre a quién le deberías abrir la mano y por qué. Todos tenemos claro que lo primero es la salud. Pero es lógico que los ciclistas reivindiquen su derecho a entrenar para poder seguir con su trabajo".
Temes que la situación con el coronavirus en España con una gran cantidad de casos pudiera hacer que un ciclista se plantease no venir a competir a La Vuelta por el riesgo de contagio una vez se confirmase que se corre
"No cabe esa reflexión. Si el 14 de agosto no se ha superado esta crisis, estaríamos en la situación actual. Hay coronavirus en España, en Francia, en Italia, lo hay en toda Europa. Los corredores no querrían competir en ningún sitio. Si a esa fecha nos seguimos cuestionando a dónde podemos ir, el deporte no será el mayor problema. Seguirá siendo la cuestión sanitaria. No contemplo ese escenario si la crisis está superada".
"Creo que vamos a pasar de un escenario de que nadie quiere correr, a que todo el mundo va a querer correr. Una vez se abra el calendario va a pasar esto y va a ser el debate porque no todos van a poder correrlo todo".
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