El Tour de Francia mantiene sus fechas, entre el 29 de agosto y el 20 de septiembre, después del anuncio del Gobierno de prohibir toda manifestación deportiva de más de 5.000 espectadores antes de septiembre.
El Ministerio francés de Deportes precisó a EFE que la estrategia de desescalada anunciada este martes por el primer ministro, Édouard Philippe, "no impone la anulación del Tour", a diferencia de lo que sucede con la temporada de fútbol, que no podrá reanudarse.
Los organizadores de la ronda ciclista gala, que ya la desplazaron dos meses cuando el Ejecutivo prohibió todo evento antes del 15 de julio, deberán estar pendientes de la evolución de la situación sanitaria del país, que será la que determine la suerte de carrera.
A ese respecto, el Ministerio señaló que se analizará la situación periódicamente con el fin de "tomar decisiones más precisas en las próximas semanas". Al tiempo, indicó que no se descarta que los organizadores deban proceder a "ajustes" en el dispositivo, para limitar el número de espectadores en las salidas y las metas.
Todo ello está siendo analizado por los organizadores del Tour, que ya hicieron algo parecido en marzo pasado durante la París-Niza, de la que también son propietarios. Entonces se redujo el público justo antes de que Francia decretara el estado de alerta sanitaria.
El estado de forma
Otro de los puntos de interrogación atañe a la situación de forma en la que estarán los ciclistas a la competición y si podrán llegar de todos los rincones del planeta, una cuestión que todavía carece de respuestas.
Si el colombiano Egan Bernal, ganador de la pasada edición, ha recibido un permiso especial de las autoridades de su ciudad para poder entrenar al aire libre, los ciclistas franceses acogieron con satisfacción el anuncio del Gobierno de que podrán hacerlo, de forma individual, a partir del próximo 11 de mayo.
Se mantiene, sin embargo, la duda sobre la posibilidad de organizar alguna carrera en agosto para preparar el Tour. Los organizadores de la ronda gala habían previsto la Dauphiné un par de semanas antes del inicio del Tour en Niza, pero ahora tienen que estudiar si eso entra dentro de los límites impuestos por el Ejecutivo.
El primer ministro impuso su veto a deportes de equipo disputados en recintos cerrados y que reúnan a más de 5.000 personas. En ese sentido, el ciclismo tiene a su favor la baza de celebrarse al aire libre, aunque no está claro si recibirá el aval de las autoridades.
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