El mundo del ciclismo vuelve a hacer girar la cadena desde este martes. 22 equipos, con los principales del pelotón entre ellos, se dan cita en Castilla y León para correr la Vuelta a Burgos, la primera carrera de categoría UCI Pro Series, aunque sea una carrera que merezca la categoría World Tour, desde que la pandemia de coronavirus paralizó el mundo entero y, por ende, el del deporte de la bicicleta.
Marcos Moral (Burgos, 1953), el director de la carrera e involucrado en la organización desde hace 40 años, reconoce que estos días ha dormido "mal y poco". No es para menos teniendo en cuenta que en el mismo Burgos ha habido ya un par de rebrotes, que en España a diario surgen varios y que está aún candente el polémico viaje del Fuenlabrada a La Coruña que tiene a 28 casos activos en un hotel de la ciudad gallega.
Confía en su protocolo, pero, sobre todo, confía en que ser el foco del ciclismo mundial dejará a la provincia y al país como un ejemplo. Este año ha tenido que rechazar a equipos, cuando lo habitual es que tenga que estar detrás de ellos. Las dos partes se juegan mucho y es que la economía del ciclismo no es tan boyante como lo es la del citado fútbol.
La Vuelta a Burgos marca el pistoletazo de salida de una temporada ciclista inusual que, si todo va bien, terminará con una Vuelta a España en el mes de octubre. El primer paso es fundamental para hacer ese camino y por eso la organización quiere que sea firme. Con la mayor participación de su historia y con un cartel lleno de estrellas tanto nacionales como internacionales, este martes el ciclismo comenzará su pelea contra el Covid-19 para coexistir con él.
¿Cómo se duerme viendo que cada día hay varios brotes nuevos en España y tú este martes eres el responsable de que 180 ciclistas vayan esquivando por las carreteras burgalesas el virus?
Poco y mal. Pero llevamos trabajando mucho tiempo con la seguridad. No es de ahora. Los corredores siempre hablan de la Vuelta a Burgos como una vuelta segura por nuestra organización. Este año con el plan de contingencias nos hemos volcado. Creo que está trabajado a conciencia, pero eso no nos da tranquilidad. Hemos estado enganchando todos los engranajes para que desde el lunes funcione a la perfección.
¿Qué diferencias ha habido en la preparación de la vuelta en relación a otros años?
Todas. No se parece en nada. Estamos en las mismas fechas que estábamos antes de la pandemia. Creo que somos la única vuelta que sigue manteniendo las fechas que UCI nos dio el año pasado. Quitando eso, no se parece en nada.
"¿Mi final soñado? Que no pase nada y, si le tengo que pedir a los Reyes Magos, que ganen Landa o Valverde"
Antes teníamos que buscar equipos, este año hemos tenido que decir a algunos equipos que no podían venir. Teníamos 36 solicitudes. Al final vienen 22, teníamos presupuesto para 18 y hemos tenido que llegar a acuerdos para poder hacerlo. En el tema sanitario, es todo nuevo. Estamos hablando que después de 40 años, la sensación es que estás organizando por primera vez una vuelta.
¿Va a ser seguro correr en Burgos?
Lo hemos hecho para que sea seguro. Entendemos que la parte organizativa, en cuanto a lo que son las burbujas dentro de la gran burbuja, creo que está todo sellado y es seguro. Siempre hay un porcentaje de que pueda ocurrir algo. En ese sentido, también intentamos asegurar la parte que no depende de nosotros: la del público. No podemos dirigir la conciencia del público.
Los aforos son limitados en las llegadas y las salidas, se va a controlar los avituallamientos con el apoyo de la Guardia Civil y en las etapas que terminan en alto, Picón Blanco y Lagunas, se va a cerrar el acceso en vehículos. Al campo no se le pueden poner puertas, subirá gente seguro, pero si tienes que subir 14 kilómetros y luego bajarlos, se lo pensarán dos veces.
Hay otro tanto por ciento, que son los corredores, ¿crees que los ciclistas van a ser responsables?
No me cabe duda. Los ciclistas van a ser tan responsables como nosotros. Nos jugamos la imagen de la Vuelta y de la provincia, los ojos están centrados sobre nosotros, pero es que un tropiezo, puede suponer el final de la temporada para ellos. Se juegan muchísimo. Creo que ese no va a ser el problema. La responsabilidad de los corredores es compartido al cien por cien por la organización.
¿Un positivo va a frenar todo?
Depende de las circunstancias. Para valorar esto, contamos con un equipo médico especial donde hay un epidemiólogo, que es el que ha elaborado los diferentes protocolos, hay otros dos médicos con experiencia en el virus, porque han estado en UCI estos 100 días. También hay otro médico que habitualmente hace los controles de dopajes.
Sobre esos controles de dopaje, ¿habrá cambios por el virus?
La sociedad que hacen los controles viene como todos los años. También lo hemos trabajado y la UCI ha sido muy cuidadosa. El presidente del jurado técnico que teníamos era de Estados Unidos y el de dopaje de Polonia, ahora mismo todo el colegio es de Castilla y León menos el presidente que es de País Vasco. Eso nos ayuda muchísimo a la hora de que nos conocemos todos.
Cuéntele a alguien que esté durante la semana viendo la Vuelta a Burgos a través del televisor lo que significa que se corra con esta notoriedad
Pues es una responsabilidad muy grande. Me han preguntado alguna vez qué siento con la participación que va a haber. No me lo planteo. Puedo hablar a partir del 2 de agosto. Quién ha ganado, quién lo ha hecho mejor... Me preocupa el tema sanitario. Tenemos que estar alerta porque no terminamos de conocer al enemigo. También nos sentimos ilusionados porque somos el centro del mundo del ciclismo.
¿Cuál sería el desenlace soñado para Marcos Moral?
Que terminásemos el día 1 en las Lagunas, sin ningún problema, sin ningún contagio y, si le tengo que pedir mucho a los Reyes Magos, que nos gane o Mikel Landa o Alejandro Valverde. Si conseguimos que no pase nada, será la mejor noticia que podemos dar.
[Más información - El ciclismo vuelve tras el Covid-19: Zamora, el banco de pruebas para La Vuelta a España]