La temporada ciclista 2020 se ha reiniciado en esta última semana con las primeras competiciones que incluyen a los principales equipos del circuito UCI después de la pandemia de coronavirus. La Ruta de Occitania ha llamado la atención de las principales escuadras para preparar el Tour de Francia, pero las medidas de contención para evitar los contagios no han convencido al Team INEOS.
El equipo que en esta ronda está liderado por Chris Froome y Geraint Thomas ha registrado una queja oficial ante la organización por el laxo control en las salidas y en las metas, sobre todo tras una segunda etapa en la que se vio una llegada masificada tras las vallas y sin muchas mascarillas. Esta petición de mayores restricciones para los aficionados durante los recorridos supone una amenaza para la ronda gala por excelencia.
Esto se ha unido a las declaraciones del ciclista del mismo equipo Dylan Van Baarle. El neerlandés comentó en una radio de su país, NPO, el miedo de sus compañeros ante las situaciones que ven en la carretera. "Creo que aquí se está siendo muy poco estricto con el cumplimiento de las restricciones. Puedes ver perfectamente a muchas personas pasar a tu lado sin llevar mascarilla. Es algo que me ha sorprendido mucho", explicaba el compañero de Egan Bernal y Richard Carapaz, entre otros, dejando la amenaza sobre que "si el Tour funciona así, va a ser difícil llevarlo adelante".
"Nuestros auxiliares hacen todo lo posible por darnos las mascarillas rápidamente, pero la gente sigue queriendo sacarte el bidón directamente de la bicicleta. Todo es muy raro", reflexionaba Van Baarle después de la segunda etapa de esta ronda. Francia permite la asistencia a estos eventos con un aforo que no supere las 5.000 personas, pero la distancia social está brillando por su ausencia en las salidas y las llegadas. Los ciclistas se quejan de que estos aficionados están muy cerca de ellos.
Todo ello mientras en España se han visto varias pruebas en las que se tomó la decisión de cerrar al público las llegadas en las etapas de montaña para evitar estas situaciones. La Vuelta a Burgos impedía que se pudiera subir, por ejemplo, a las Lagunas de Neila en coche, por lo que los aficionados que se vieron en las cunetas subieron a pie. Además, las imágenes de estos con mascarillas siempre invitaban a que el respeto hacia los ciclistas en el país ha sido máximo.
También en la Strade Bianche
Mientras terminaba esta ronda en España, se corría en Siena la mítica Strade Bianche. Esta carrera de un día considerado 'el sexto Monumento' también dejó imágenes preocupantes en cuanto a los aficionados encima de los corredores. Una fotografía del ganador de la prueba, Wout Van Aert, en uno de los tramos de 'sterrato' ha encendido todas las alarmas.
Kiko García, uno de los tres directores técnicos de La Vuelta a España, compartía una reflexión con esta imagen. "Estamos trabajando muy duro e invirtiendo mucho dinero para poder aplicar todos los protocolos necesarios para limitar los riesgos de contagio, pero necesitamos contar con la comprensión y ayuda de todos los aficionados", explicaba el miembro de la organización de la ronda nacional.
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