El Tour de Francia ha comenzado, pero no la hecho de la mejor manera. Todo el pelotón y todos los aficionados al ciclismo esperaban la llegada de La Grand Boucle como agua de mayo para calmar sus ansias de grandes vueltas, pero a muchos les ha salido caro, especialmente a corredores importantes y que podrían jugar su papel en la clasificación general.
Es cierto que ha realizado un muy mal día en Niza y sus alrededores, zona por la que ha transitado la etapa, pero no ha caído una lluvia tan torrencial como para provocar el sinfín de caídas que se han podido ver en esta primera etapa que ha terminado con victoria de Alexander Kristoff.
El rosario de ciclistas por los suelos ha sido tremendo, sin hacer distinción de las zonas, aunque sí es cierto que los descensos se han llevado la calma. Una carretera excesivamente lisa y la fina capa de agua que llevaba por encima han hecho del asfalto una pista de patinaje. Sin embargo, un rumor ya recorre el Tour de Francia.
En las redes sociales se han vitalizado una serie de imágenes que son, cuanto menos, preocupantes y alarmantes. Es cierto que con la lluvia, en contacto con la suciedad del suelo, puede crear una sustancia que no sea puramente agua y que, con el paso de los ciclistas y los vehículos, pueda generarse cierta espuma. Sin embargo, lo visto en algunos tramos en el día de hoy no parecía del todo lo normal que se puede ver en una carretera en la que lleva tiempo sin caer la lluvia.
Algunas zonas de la carretera eran recorridas por ríos de espuma, como si alguien hubiera vertido jabón sobre el asfalto. Esto, unido al gran número de caídas que ha habido, hace pensar que ambos hechos guardan una poderosa relación. Sin embargo, el Tour de Francia no ha querido pronunciarse sobre este hecho, aunque todo apunta a que investigará lo sucedido.
Muchos apuntan a que esto podría deberse a que los pueblos por los que ha pasado la carrera podrían haber arrojado líquido desinfectante y todo tipo de jabones por miedo a los contagios mientras pasaba la caravana del Tour, lo que, en contacto con la lluvia, habría provocado estos ríos de jabón que han traído consecuencias graves para la carrera con muchos ciclistas por los suelos.
El accidente de Miguel Ángel López
El simple hecho de que las ruedas de los ciclistas se hayan ido impregnando de estas sustancias durante kilómetros ha podido provocar gran parte de las caídas durante la etapa. Además, la resbaladiza pintura de la carretera ha jugado un importante papel también, como le ha sucedido al colombiano Miguel Ángel López, que se ha caído en una curva y a punto ha estado de hacerse daño.
El líder del Astana ha perdido el control de su bicicleta en un pequeño descenso y se ha hecho un recto en una curva al deslizarse sobre la pintura de la carretera. Lo peor es que ha ido a parar contra una señal, y lo mejor es que no ha llegado con la velocidad suficiente para hacerse daño, además de que no ha llegado a golpearse la cara contra el hierro, si no que ha podido poner el casco en un acto reflejo tan básico como útil.
Las múltiples caídas y el estado de la carretera ha provocado que los ciclistas no pudiesen ir rápido, si no simplemente marcando un ritmo para evitar males mayores porque la bicicleta patinaba muchísimo, tal y como ha comentado el ciclista del equipo Astana Omar Fraile. Esto ha provocado el cabreo de algunos compañeros como Iván García Cortina, que expresó su malestar en redes sociales.
Otro com Erviti, del equipo Movistar, afirmaba que de los ocho corredores de su equipo, solo Enric Mas y Alejandro Valverde no se habían ido al suelo en la primera etapa. Sin embargo, la peor parte la ha corrido el compañero de Mikel Landa en Bahrain McLaren, Rafa Valls, que ha tenido que abandonar la carrera con lo que apunta a ser una fractura de clavícula.
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