Seguramente el Tour de Francia se termine sin que esta polémica llegue a resolverse, pero lo cierto es que tan solo una etapa ha bastado para que la carrera más importante del mundo vuelva a encender la mecha de la polémica. El resultado ha sido una etapa criminal para los corredores que no recuerdan un día similar en el que se hayan vivido tantas caídas en una sola carrera.
El mundo del ciclismo esperaba expectante el regreso del Tour de Francia, la carrera más emblemática de la historia del ciclismo. Esa que siempre presume de ser la más organizada, la que reporta mayores beneficios y la que lidera en glamour y condiciones a todas las demás. Sin embargo, de vez en cuando sorprende con espectáculos tan dantescos como el vivido este sábado en la etapa que tuvo comienzo y final en Niza.
La victoria de Alexander Kristoff pasó a un segundo plano en cuanto se cruzó la línea de meta ya que el tema principal han sido las innumerables caídas que se han producido a lo largo del recorrido y que podrían haber dejado graves consecuencias en los participantes, muchos de ellos hombres importantes para la general.
La lluvia, un piso demasiado liso y resbaladizo, el hecho de que hiciera mucho tiempo que no llovía en carreteras demasiado sucias y demás hipótesis podrían haber influido en el resultado final: un sinfín de caídas y los ciclistas tratados como bolos que apenas se podían sostener sobre sus bicicletas.
Pocos recordarán un esfuerzo tan titánico en un descenso como el realizado hoy a pesar de que el ritmo era sumamente lento. Era eso o lanzarse a una catástrofe segura. No puede ser casualidad que corredores como Bennett, Supermán López, Pinot, Marc Soler, Andrey Amador, Mikel Nieve, Julian Alaphilippe o Pavel Sivakov hayan caído todos por montoneras, mala suerte o enganchones. En la primera etapa de este Tour de Francia ha habido algo más.
Algunos como Rafa Valls han tenido la mala suerte y la desgracia de ver como la carrera francesa empezaba y terminaba el mismo día, ya que el compañero de Mikel Landa ha tenido que abandonar el Tour con una fractura de clavícula. Baja importante para el alavés a las primeras de cambio en una etapa desastrosa.
Algunas hipótesis
Muchos apuntaban a que había jabón en la carretera y que eso podía ser el causante de tantas caídas, durante tanto tiempo y de tantos ciclistas. Y podría ser, por ello la primera hipótesis, que podría tener su cuota de realidad, apuntaba a las labores de desinfección de los diferentes municipios por los que pasaba la carrera. Lanzar gel hidroalcohólico al piso podría haber provocado semejantes ríos de jabón que hacían del asfalto una pista de patinaje.
Sin embargo, más tarde se ha apuntado en otra dirección que podría ser mucho más grave aun. De hecho, de confirmarse, algo que seguramente nunca se haga, sería un escándalo mayúsculo. El propio Tour de Francia habría sido el causante de que la carretera estuviera llena de jabón.
Este hecho, grave como pocos, ha puesto en peligro la vida de todo el pelotón que sigue clamando justicia y atención para tomar medidas de seguridad en las carreras. Sin embargo, lo que nadie se espera es que esto pase en el Tour y que el boicot corra a cuenta de la casa.
La caravana, posible causante
El motivo de este terrible fallo estaría provocado por la caravana que va junto al pelotón, o mejor dicho, que realiza el mismo recorrido antes de que pase después de la carrera. Uno de los patrocinadores de la carrera es la marca de jabón X-Tra Total, que se ha dedicado antes de la carrera a lanzar espuma y pompas de jabón al asfalto para divertir a los pocos aficionados que se situaban en las cunetas.
La consecuencia podría haber sido que este jabón, en contacto con la carretera y el agua de la lluvia, haya convertido los 156 kilómetros de recorrido en una pista de patinaje que ha provocado el monumental enfado de un pelotón que sin duda volverá a pedir que justicia y seguridad para todos.
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