El Tour recupera su espectáculo: Van Aert se lleva su segundo triunfo en el día de los abanicos
El ciclista del Jumbo-Visma consigue su segunda victoria en un día marcado por el ritmo del equipo BORA y por las pérdidas de Landa y Pogaçar.
4 septiembre, 2020 17:16Noticias relacionadas
Nueva victoria para Wout Van Aert en la séptima etapa del Tour de Francia 2020 que volvió a recuperar el espectáculo que demandaba gran parte de la afición. La etapa nació lanzada por el equipo BORA que quiso descolgar a los rivales de Peter Sagan por el maillot verde y provocó que se fuera al máximo todo el día [Así vivimos la séptima etapa del Tour de Francia 2020].
En los últimos 40 kilómetros, el viento provocó la creación abanicos y equipos como Ineos y Astana se aprovecharon de las circunstancias para endosar diferencias a sus rivales. Los más damnificados fueron Mikel Landa y Tadej Pogaçar que perdieron alrededor de un minuto y veinte segundos al quedarse en el segundo grupo.
Etapa de infarto la vivida en el séptimo día de carrera del Tour de Francia 2020. La afición demandaba espectáculo y los corredores se lo han dado durante los 168 kilómetros que tenía el recorrido preparado para este viernes. Una etapa de las señaladas como tranquilas, pero con varios puertos de salida que y con viento en la parte final que ha terminado siendo un calvario para muchos.
El día comenzó con el movimiento de uno de los habituales de esta edición del Tour de Francia. El maillot de lunares Cosnefroy se lanzó en solitario a la escapada para intentar llevarse los puntos en el primer alto del día. Poco después salió en su persecución el corredor del CCC Schär, aunque en la parte más dura del puerto tuvo que renunciar a su empresa debido al fuerte ritmo que impuso el ciclista del AG2R.
Sin embargo, con lo que no contaba Cosnefroy era con el zafarrancho de combate que estaba a punto de instaurar el equipo BORA. La escuadra alemana quería dar un golpe en la carrera en favor de su líder Peter Sagan para intentar dar un vuelco en la lucha por el maillot verde, y vaya si lo consiguieron. El ritmo infernal que pusieron en la primera ascensión del día provocó que corredores de mucha importancia se empezaran a cortar. Wouter Poels, Mads Pedersen, Bol o Nizzolo fueron los primeros.
El ritmo del equipo alemán era endiablado y provocó que el pelotón se cortara en varios grupos. Tal fue su empuje que terminaron cogiendo a Cosnefroy a cien metro de la cota, aunque el francés consiguió pasar primero por la cima de Luzeçon. Para entonces, la escabechina del BORA ya había surgido efecto. Un grupo con Sam Bennett había perdido contacto con el pelotón de cabeza y comenzaba a perder tiempo de forma alarmante. Por detrás se encontraba también otro corredor con muchas opciones de victoria, Caleb Ewan.
En tan solo unos kilómetros y con un puerto de tercera, el Tour había recuperado todo su espectáculo y todo su esplendor. La etapa estaba siendo infernal, con un ritmo altísimo y muchos corredores abandonados a su suerte. Sin embargo, el segundo objetivo del BORA tras haber cortado a Bennett no surgió efecto, ya que Sagan no pudo ganar la meta volante y pasó segundo tras Mateo Trentin a 102 kilómetros de meta. Aún así, el eslovaco recuperaba el maillot verde de nuevo.
Con la situación más estabilizada y con varios grupos formados en carrera, fue el momento del aventurero del día. Thomas de Gendt se lanzó en solitario a 95 kilómetros del final para intentar hacer una nueva machada en su historial. Mientras, el grupo de Bennett perdía ya cuatro minutos con la cabeza de carrera y el de Ewan siete. Poco a poco, el corredor belga fue haciendo camino y llegó a manejar ventajas de hasta 50 segundos.
En el pelotón, un enganchó provocó la caída de Marc Soler a falta de 80 kilómetros para meta. El grupo principal siguió tirando y tirando mientras De Gendt seguía en cabeza con la difícil misión de intentar llegar a meta en solitario, aunque esta vez sería un reto imposible hasta para él. Algunos favoritos como Mollema o Pogaçar sufrieron problemas mecánicos y tuvieron que pegarse el primer gran calentón del día para reintegrarse en el grupo justo para el momento de la verdad.
Los abanicos rompen la carrera
La aventura de Thomas de Gendt llegó al final a falta de 35 kilómetros para meta, momento en el que el viento soplaba muy fuerte avisando al pelotón de lo que iba a suceder. El equipo Ineos enfiló el grupo y se puso a tirar como si no hubiera un mañana y los abanicos empezaron a aparecer. El Tour de Francia estaba de vuelta y a muchos les estaba dando en la cara. Entre ellos al español Mikel Landa, que por culpa de una caída se vio cortado y ya nunca más pudo regresar al grupo principal, tal y como explicó después su compañero Pello Bilbao. Junto a él, otros favoritos como Pogaçar o Porte.
Delante, el ritmo estaba siendo fortísimo gracias a la alianza formada entre Jumbo, Ineos y Astana. De esa lucha se benefició BORA también, que vio como Trentin, posible rival de Sagan por la victoria, se quedó cortado junto a Van Avermaet. A muchos equipos la etapa les estaba saliendo a la perfección, aunque otros como Ineos sufrieron algún percance. Richard Carapaz sufrió un pinchazo justo cuando ambos grupos estaban en la pelea y se quedó relegado del primer pelotón, por lo que terminó encuadrándose junto a los Landa, Pogaçar y compañía.
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— Tour de France (@LeTour) September 4, 2020
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El ritmo estaba siendo tremendo y el desastre estaba consumado cuando los corredores se disponían a llegar a la línea de meta tras unos 30 kilómetros trepidantes. Las diferencias para los ciclistas que les había pillado el corta ascendía ya al 1'20". Ya en la recta final, el BORA volvió a lanzar al sprint con muchos candidatos intentándose llevar el triunfo. Alaphilippe se quejó de algunos movimientos y quedó cortado antes del final, entorpeciendo así a Sagan. Con quien nadie pudo fue con Van Aert, que volvió a imponerse en la llegada y levantó los brazos por segunda vez en este Tour de Francia.
Tras un día que se preveía tranquilo, mañana vuelve a aparecer la montaña con una etapa corta pero intensa. 141 kilómetros entre Cazèrez-sur y Garonne en la que se ascenderán dos puertos de primera categoría y uno de categoría especial (HC), destacando los pasos por el Port de Balès y el Col del Peyresourde.
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