Quinn Simmons ha saltado a la fama para el gran público incluso antes de lo que hubiera imaginado. El ciclista del equipo Trek-Segafredo ha sido apartado del conjunto estadounidense tras verse envuelto en una polémica política con varios usuarios de redes sociales. Todo derivó del apoyo mostrado por Simmons al candidato republicano a las elecciones de los Estados Unidos y actual presidente del país, Donald Trump.
Este apoyo le ha salido caro al ciclista de 19 años y de nacionalidad estadounidense, ya que ha sido apartado por su formación de forma indefinida, además de haber asegurado que tendrán una charla con él para hacerle ver qué cosas tienen que hacer un deportista de élite y cuáles no.
Lo cierto es que la polémica no fue ni siquiera iniciada por el propio Quinn Simmons, sino que el corredor del Trek solo participó de ella como podría haber hecho cualquier usuario. Todo comenzó a través de un mensaje publicado en las redes sociales por la periodista neerlandesa Jose Been.
En él, Been les decía a todos sus amigos estadounidenses que deseaba que la “horrible presidencia” de Donald Trump terminase ahora que se acercan las elecciones generales del país norteamericano. Además, aseguraba a todos sus seguidores que, si se sentían partidarios del candidato republicano, era el momento de romper su relación cibernética, porque para ella no había ningún pretexto que hiciese lógico apoyar a Trump.
En ese momento fue cuando intervino Quinn, que respondió a su mensaje con un emoticono de despedida y con la palabra “adiós”. Fue en ese momento, cuando otros usuarios de la red social Twitter empezaron a especular con el posible apoyo de Quinn Simmons a Donald Trump, algo que confirmó él mismo minutos más tarde, definiéndose como un ‘Trumper’, es decir, una persona que apoya a Trump, y acompañando su mensaje de afirmación con una bandera de los Estados Unidos.
Esta breve historia se hizo viral en pocos minutos, especialmente en Estados Unidos, donde Quinn y el equipo Trek empezaron a recibir mensajes amenazantes por el apoyo del corredor al presidente estadounidense. Fue ese el momento en el que la escuadra con influencias italianas decidió suspender a su corredor y apartarlo de la disciplina del equipo.
La sospecha de racismo
Ante la enorme carga mediática que ha tomado la intervención de Quinn Simmons a través de sus redes sociales, el equipo Trek decidió tomar una decisión que también ha sido muy criticada, ya que muchos han interpretado que el conjunto estadounidense ha apartado al corredor por sus pensamientos políticos o por simplemente mostrarse partidario de un candidato que, no solo opta a la presidencia de los Estados Unidos, sino que es el actual presidente.
Para intentar reducir tanto revuelo, el equipo Trek aseguró que tomaron la decisión porque consideraron que Quinn Simmons había tomado parte en una discusión con unas declaraciones divisorias, que no abogaban por la unión de la sociedad y de sus propios aficionados, algo que consideraban que no iba con la línea y con los valores que defiende el equipo.
Además, el equipo Trek asegura que no consideran que esa sea la imagen que debe dar un deportista de élite y de repercusión mundial como es el campeón del mundo júnior de ciclismo en ruta, ya que la escuadra americana siempre ha abogado por la inclusión y, aunque respeten la libertad de expresión de cada individuo, también hacen responsable de sus palabras a todos y cada uno de sus integrantes, los cuales pueden dañar su imagen de alguna forma.
El propio equipo Trek ha asegurado que tratará en la cúpula del equipo y con sus patrocinadores como actuará en el caso Quinn Simmons, un ciclista de un enorme futuro y con una gran proyección, que ya había conseguido resultados de mérito este mismo año, y que podría ver cómo su carrera se arruina tras su apoyo a Donald Trump.
Sin embargo, la polémica no ha quedado ahí. Lo cierto es que muchos usuarios de las redes sociales han ahondado más en el tema y han sacado a la luz una serie de connotaciones en los mensajes de Simmons que sin duda no beneficiarían al corredor.
En su primera intervención, la del ya famoso adiós a la periodista que instaba a sus seguidores partidarios de Trump a dejar de seguirla, el emoticono existente era una mano de raza negra, lo que muchos de ellos han interpretado como un gesto racista, especialmente después de todos los sucesos que han acontecido en Estados Unidos en los últimos meses y que tanta crispación han generado entre la comunidad afroamericana. De esta forma, el equipo Trek ha considerado que, uniendo las dos conclusiones que dejan los mensajes de Simmons, no les ha quedado más remedio que “poner en cuarentena” a su corredor.
El miedo de Trek
Lo cierto es que la repercusión que ha tenido este tema y que ha salpicado al equipo Trek ha sido enorme, y no ha sido precisamente en el buen sentido. Eso de que se hable, mal o bien, pero que se hable, no ha sido muy positivo para un equipo consolidado en el pelotón internacional y que ha tenido logros recientes como tener en sus filas al último campeón del mundo, anterior al reciente ganador Julian Alaphilippe, Mads Pedersen, que ha unido los colores del equipo estadounidense con los del arcoíris más preciado, o a un corredor en el podio del Tour de Francia, el australiano Richie Porte.
Sin embargo, los comentarios del campeón del mundo júnior Quinn Simmons no han sido para nada positivos, no solo para el corredor o para el equipo, sino para la propia marca Trek, el mayor imperio de bicicletas del mundo. Muchos seguidores pidieron que Quinn Simmons no podía seguir ni un minuto más en el equipo dirigido por Luca Guercilena y que tiene como uno de sus directores deportivos al español Josu Larrazábal.
Muchos aplaudieron la rápida decisión de apartar a Simmons de la disciplina del equipo, y otros criticaron una supuesta falta de libertad de expresión, porque es imposible que pueda llover a gusto de todos. Sin embargo, el miedo del equipo Trek iba más allá, y estaba claramente presionado por el fabricante de bicicletas y cabeza visible del conjunto americano.
La ira de multitud de aficionados no solo involucró al corredor y a la escuadra ciclista, sino que apuntó directamente a la marca de bicicletas, todo un icono en Estados Unidos y en América, y de la que muchos usuarios consideraron que les había hecho un feo tremendo y que nunca más volverían a comprar un producto suyo. De esta forma, se creó una corriente en redes sociales que intentó boicotear al gigante estadounidense, que no se podía permitir que este hecho afectara directamente a la empresa, por lo que apartar a Simmons siempre fue la opción preferencial.
Los deportistas y la política
El caso de Quinn Simmons ha sido uno más que ha puesto de relieve el eterno debate sobre si los deportistas pueden o deben manifestar sus opiniones públicamente o a través de sus redes sociales. Está claro que el ciclista estadounidense pensará, a partir de ahora, que no, porque su apoyo a Donald Trump podría costarle una carrera que apuntaba con llegar muy alto.
El equipo Trek ha defendido que un deportista no debe hacerlo porque puede crear controversia con los seguidores y ser el origen de debates incendiarios que no abogan por la unión y la inclusión de la sociedad. Sin embargo, el equipo estadounidense con influencias itálicas está amparado por la sospecha de racismo que cayó sobre uno de los mensajes de Simmons y ese emoticono con una mano negra que muchos interpretaron como un gesto racista.
Lo cierto es que, tomando ese ejemplo, el racismo no es una opinión válida ni aceptada en la sociedad con todo derecho y con toda lógica, pero quizás su apoyo a Donald Trump tampoco haya sido visto con buenos ojos en el equipo Trek, ya que no se trata de una persona que cuente con especial popularidad.
Sin embargo, este asunto que ha terminado con la suspensión indefinida de Quinn Simmons ha abierto el debate de si los deportistas tienen o no derecho a opinar como cualquier ciudadano al ser personajes influyentes para el resto del mundo y que portan sobre ellos la imagen de clubes, patrocinadores y empresas asociadas que les reportan cuantiosos beneficios, también a cambio de que ofrezcan al público una imagen comedida y aseada, algo que, quizás sin pretenderlo, no ha conseguido Quinn Simmons.
Por su parte, el ciclista estadounidense ha terminado pidiendo disculpas tras el revuelo originado, y ha querido matizar sus intervenciones para intentar dejar clara su posición. El todavía corredor del equipo Trek no ha reculado en su apoyo a Donald Trump y ha pedido respeto para su orientación política igual que él lo ofrece con las opiniones del resto, pero sí ha querido zanjar el tema sobre una posible muestra a favor del racismo, algo a lo que Simmons ha afirmado oponerse rotundamente.
Además, Simmons afirma sentirse muy a gusto en un equipo estadounidense como el Trek, algo que para él es un sueño, ya que siempre ha sido un orgullo defender los colores de su país, tanto nacionalmente como en su propia escuadra, y que ese fue uno de los motivos que le hizo decidirse a firmar por el equipo. P
or su parte, el combinado dirigido por Guercilena, ha añadido, para intentar poner fin al debate, que mantienen a todo su equipo y personal, lo cual incluye a los ciclistas, en un alto estándar ético, y que quieren seguir ayudando a crecer a Quinn, del cual esperan que tenga una brillante carrera profesional.
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