Narváez continúa el idilio de Ecuador con el Giro de Italia y honra la figura de Marco Pantani
Ineos Grenadiers y el país sudamericano suman una nueva victoria con el triunfo de Narváez en una nueva etapa 'de perros' en el Giro de Italia.
15 octubre, 2020 16:54Noticias relacionadas
Jhonatan Manuel Narváez ha conseguido la etapa bajo la lluvia de Cesenatico en la etapa en honor a Marco Pantani del Giro de Italia. El ecuatoriano sumó una nueva victoria para Ecuador, una constante en las últimas ediciones de la ronda italiana tras el triunfo de Richard Carapaz en la general del año pasado. Superó al ucraniano Mark Padun en la fuga después de que el de Bahrain-Merida sufriera un pinchazo en el último descenso. Joao Almeida y el resto de los favoritos llegaron juntos. El portugués sigue como líder en la general. [Así fue la 12ª etapa del Giro de Italia 2020 entre Cesenatico y Cesenatico]
Caicedo conquistó el Etna, Narváez enamoró en Cesenatico, prolongando la fiesta que abrió para Ecuador Richard Carapaz el año pasado con la maglia rosa. Un triunfo sabroso, en una etapa en la que destacó como el más fuerte de la escapada del día.
Aprovechó un pinchazo del ucraniano Mark Padun, con quien marchaba en fuga, para hacer en solitario los últimos 15 kilómetros y alzar los brazos después de abrirse el chubasquero para que se viera bien el nombre de su equipo. Entró con un tiempo de 5h.31.24, un minuto antes que Padun.
¡VIVA ECUADOR otra vez!
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) October 15, 2020
@NarvaezJho entra a meta en solitario para conquistar la 12ª etapa del #Giro
La segunda victoria ecuatoriana tras la de Caicedo pic.twitter.com/A6ymBTKTUl
Los favoritos sobrevivieron a una incómoda etapa sin cambios en la general, tal vez esperando la crono del sábado para revolucionar la clasificación. Joao Almeida retuvo la maglia rosa sin sobresaltos, con 34 segundos sobre el neerlandés Wilco Kelderman (Sunweb) y 43 respecto al español Pello Bilbao (Bahrain McLaren), que se mantiene en el podio.
Colinas infernales
Una etapa de "eterna emoción" por las 9 colinas próximas a Cesenatico, escenario donde se forjó la leyenda del malogrado Marco Pantani, un "Pirata" del ciclismo nacido en la costa, y sin embargo, rey de las montañas.
Una auténtica clásica que siguió en su totalidad la ruta del Gran Fondo Nove Colli, una cicloturista de casi 50 años de existencia, otro símbolo de la región de Emilia Romagna. En el km 22 abrieron camino 14 hombres, ninguno de ellos peligroso para la general.
En la avanzadilla encontraron cobertura 2 hombres del Movistar, el "pistard" Albert Torres y Héctor Carretero, unidos, entre otros, al ecuatoriano Jhonatan Narváez (Ineos) y al argentino Richeze (UAE). El pelotón miró para otro lado, así que las diferencias llegaron al tope de 13 minutos.
El NTT de Pozzovivo tomó la batuta para la persecución en todo momento, lo que redujo la desventaja, pero delante se iban a despertar las escaramuzas según se iban sucediendo las 5 cotas del programa, lo que complicó la neutralización.
El sube y baja constante minó las fuerzas de los aventureros. En la principal dificultad, Madonna di Pugliano (3a, 9,1 kms al 5,9), siete hombres quedaban al comando con 5 minutos de adelanto. Torres y Carretero ya habían tirado la toalla, y en el grupo principal algunos favoritos como Nibali y Fuglsang no tenían compañeros de apoyo.
Por si fuera poca la dureza de la jornada, la lluvia y el viento convirtió en cuestión de alto riesgo los innumerables descensos por las carreteras de la Emilia Romagna.
Camino del último puerto se inició el mano a mano entre Narváez y Padun. Ambos coronaron el alto de San Giovanni in Galilea con el convencimiento de que iban a poder guardar la ventaja de 6 minutos sobre el grupo de favoritos, entonces reducido a 15 hombres que rodaban al ritmo de Pozzovivo.
Pinchazo determinante
Desde la cima y hasta Cesenatico tocaba bajar y rodar en llano. Asfalto mojado, lluvia abundante y a desplegar las fuerzas que a cada uno le quedaran. Padun pinchó en mal momento y Narváez se fue volando. Era su gran oportunidad. En modo crono apretó los dientes el ecuatoriano, solo contra los elementos, dispuesto a vivir un momento de gloria inolvidable.
Pedalada a pedalada Narváez iba metiendo tiempo a Padun, que terminó de rendirse, abatido, a 5 kms de meta. Esa distancia fue triunfal para otro ídolo de ecuador, de 23 años, ganador esta temporada de la Semana Coppi e Bartali.
El ciclista de El Playón de San Francisco, Sucumbíos, dio gloria a su equipo. Su estreno en una grande fue la tercera del Ineos después del doblete de Filippo Ganna. Cerca de la estatua de Pantani en Cesenatico, en postura voladora, Narváez se presentó en sociedad como un grande del pelotón. Tal vez algún día tenga una escultura en su país. De momento, dio el primer paso.
Este viernes la decimotercera etapa llevará al pelotón desde Cervia hasta Monselice, jornada de 192 kilómetros.