El corredor del equipo Deceuninck Quick Step Sam Bennett se ha impuesto en la primera etapa llana de la Vuelta a España, la cuarta jornada de la ronda española, tras protagonizar una excelente remontada en la recta de meta de la llegada en Ejea de los Caballeros. El ciclista irlandés suma su tercera victoria en una grande esta temporada tras las dos conseguidas en el Tour de Francia [Así vivimos la cuarta etapa de la Vuelta a España 2020].
La etapa transcurrió sin mayores contratiempos con una fuga de cuatro corredores donde estuvieron presentes los españoles Luis Ángel Mate y Ezquerra. Sin embargo, el pelotón tuvo controlado en todo momento la carrera gracias al trabajo de equipos como Deceuninck o Bora en favor de sus sprinters. En segundo lugar entró el corredor del UAE Philipsen.
Día tranquilo en la La Vuelta tras unas primeras etapas marcadas por la presencia de ascensiones y puertos de entidad en la parte final. La reforma del calendario y del recorrido ha provocado que los sprinters no hayan tenido protagonismo hasta la cuarta etapa, ya que todas las miradas han ido a parar a la lucha por el maillot rojo entre los elegidos de la general.
Sin embargo, en esta cuarta etapa de viernes no han perdonado y se la han jugado al sprint con Sam Bennett como principal agraciado. Se formaba muy pronto una fuga con presencia española donde conseguían colarse dos viejos conocidos de la ronda española, 'el lince' Luis Ángel Maté y el corredor del Burgos BH Jesús Ezquerra, que a la postre, sería nombrado corredor más combativo del día.
La fuga, formada por Smit y Tanfield, que se habían unido a la pareja española, comenzó a hacer camino, aunque siempre bien controlada por un pelotón que tenía marcada en rojo esta primera etapa con posibilidad de resolverse al sprint. Poco a poco fueron abriendo una pequeaña diferecia, cercana a los 40 segundos, que mantenía en vilo a los fugados, soñando con llegar en solitario a la meta.
Esta renta llegó a crecer hasta el minuto, pero solo era la calma previa a la tempestad. Por detrás, equipos como el Deceuninck Quick Step o el Bora comenzaron a organizarse y la renta fue cayendo de forma alarmante. Los fugados lo veían y decidieron hacer la guerra por su cuenta.
El pelotón acechaba por detrás y asborbió a los dos corredores españoles mientras que Smit intentaba su última aventura, la cual tendría poco éxito. El corredor del AG2R Tanfield se quedaba en tierra de nadie y demoraba unos segundo su reingreso en el pelotón.
El pelotón toma el mando
Sofocado el arrebato del corredor del Burgos, el pelotón se reagrupaba y se disponía a jugarse la carrera en los metros finales. Sorprendentemente, los equipos de los líderes de la general pasaban al relevo y ayudaban a conformar los lanzamientos de cara a los kilómetros finales. El INEOS de Richard Carapaz y el Movistar de Enric Mas pasaban al frente para llevar a sus corredores lo mejor colocados posible.
En ese momento pasaron a tomar la responsabilidad los equipos de los sprinters a medida que alcanzaban las últimas y peligrosas curvas finales, que requerían de una buena trazada para evitar males mayores.
Ya en la recta de meta, el corredor del UAE Philipsen intentó sorprender a todos y se lanzó a por la victoria. Sin embargo, cuando tenía todo de cara y ya saboraba las mieles del éxito, llegó por detrás como un avión Sam Bennett para arrebatarle el triunfo y volver a consagrarse como uno de los mejores sprinters del pelotón. Una victoria formidable con una remontada sencillamente espectacular, llena de poderío y clase.
Los corredores de la general entraron en el grupo y no se produjeron diferencias por primera vez desde que comenzara La Vuelta. Día de mucho ritmo y viento con amenazas de abanicos, pero que ha terminado siendo una etapa tranquila para asimilar la gran pérdida de la etapa del domingo que iba a termina en el Tourmalet y que por la crisis sanitaria se tendrá que realizar en territorio español.
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