La guerra entre Neymar y Álvaro González no tiene más futuro. El jugador español ha puesto punto y final a ese caso durante su última comparecencia ante los medios de comunicación en Francia. El central, protagonista de la previa del Olympique de Marsella, ha dejado claro que no volverá a realizar declaraciones sobre su conflicto con el atacante brasileño.
Álvaro, tras ser preguntado por ello, ha cerrado el asunto. "Hablé mucho de eso, respondí a todas las preguntas posibles", ha explicado. Por ello, cree que es el momento de decir que "se acabó todo". "Necesito hablar de fútbol, lo más importante es el Olympique de Marsella", ha zanjado. "Solo hablamos del Lorient y de la Champions", espetó sobre sus próximos partidos.
El jugador español, así, cierra uno de los capítulos más oscuros de su carrera deportiva. Álvaro Gónzalez, en numerosas entrevistas, ha relatado el infierno que ha llegado a vivir por unas acusaciones que nunca se llegaron a demostrar. Y es que el zaguero sufrió amenazas de muerte tanto dirigidas a su persona como a su familia más cercana.
En una de sus primeras entrevistas, González desveló que recibió millones de mensajes y algunos de ellos muy preocupantes. "Me mandaron las fotos de los coches que utilizábamos, que iban a venir a mi casa a matarme, de mis padres en la tienda en la que trabajan que iban a ir a matarlos...", explicó el jugador del Marsella. Un sinfín de problemas que, según relató, reflejaban el poder que tenía Neymar entre sus aficionados. "La ola Neymar es muy grande, ni él sabe la repercusión de todo lo que puede hacer", indicó.
Polémica sin multa
Todo se remonta al duelo entre el PSG y el Marsella con Neymar y Álvaro González como protagonistas. Ambos se enzarzaron y, según el delantero brasileño, el defensa del Marsella se dirigió a él con insultos racistas. Neymar acabó expulsado e inmediatamente después de abandonar el césped denunció públicamente los supuestos insultos del español.
El crack brasileño le llamó racista sin miramientos y publicó una extensa carta donde relataba lo que, según él, le había dicho Álvaro. Unas declaraciones muy graves que provocaron el posicionamiento público de diferentes organismos. El PSG defendió a Neymar, el Marsella al defensa y la Federación Francesa de Fútbol negó que hoy en día existiera racismo en el mundo del fútbol y del deporte en general. La competición nacional, por su parte, investigó los hechos.
Después de recibir todas las imágenes de televisión posibles, de contar con numerosos testimonios y de investigar lo sucedido, la LFP confirmó que no tenía pruebas suficientes para demostrar la denuncia de Neymar. Igualmente, tampoco pudo sancionar a Neymar por insultos racistas hacia a Sakai. Todo quedó en nada salvo para un Álvaro que barajó incluso su marcha del club.
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