El equipos INEOS Grenadiers, antiguo Team SKY, está considerado como el equipo más potente del mundo. Al menos, así había sido en los últimos años, donde había demostrado un poderío pocas veces visto en las grandes vueltas y, sobre todo, en el Tour de Francia. El legendario liderazgo de Chris Froome les convirtió a ambos en dominadores de la bicicleta y les permitió entrar en el selecto grupo de los más grandes de la historia del ciclismo.
Juntos ganaron cuatro Tour de Francia, dos Vueltas a España y un Giro de Italia para formar una triple corona de leyenda y una hegemonía que parecía difícil de derribar. Además, en la primera gran aparición del ciclista natural de Kenia también se conquistó la 'Grand Boucle', aquella vez por mediación de Bradley Wiggins, pero con la inestimable ayuda de un Froome que fue segundo y que demostró tener piernas para haber sumado ya aquel año su primer maillot amarillo en París.
Sin embargo, incluso en los momentos en los que Froome no podía ganar, como en el año 2018 cuando venía de vencer en el Giro de Italia, el equipo, por aquel entonces SKY, fue capaz de encontrar a un corredor que triunfara en París. En aquel año fue su mejor gregario, Geraint Thomas. Y al año siguiente, en 2019, cuando Froome ya había sufrido su terrible caída y Thomas no estaba todo lo fino que había demostrado estar un año antes, fue Egan Bernal quien se llevó el gato al agua.
Una supremacía absoluta, especialmente en el Tour de Francia, basada en la gran habilidad del equipo en confiar sus opciones a un líder único y encontrar al corredor que en mejor punto de forma llega a los momentos de la verdad. Grandes escaladores y enormes contrarrelojistas rodeados de los equipos más potentes les han asegurado enormes éxitos en París, pero también en el resto de grandes, como demostró Froome en sus mejores años.
Sin embargo, este año estaba siendo diferente. El equipo ha vivido problemas internos, ha perdido a grandes corredores para luchas por las grandes vueltas y parecía ser el primer año en el que la hegemonía de INEOS cayese en picado. Pero, contra todo pronóstico, han sido capaces de darle la vuelta a la situación una vez más y con un enorme trabajo de equipo, el combinado liderado por David Brailsford ha triunfado en Italia y ha sumado su undécima gran vuelta en sus 10 años de existencia.
Lección al Jumbo-Visma
INEOS, y antiguamente SKY, han sido los equipos que han dominado las grandes vueltas en los últimos años. No solo en cuanto a victorias generales, sino también en cuanto a control real de las pruebas. Ellos marcaban el ritmo y decidían, hasta donde sus enormes capacidades les permitían, lo que sucedía en carrera. Su ritmo cuartelero en la montaña y sus grandes contrarrelojistas provocaban que fuera muy difícil que algo sucediera si ellos estaban al frente.
Esto provocaba el descontento de y el desánimo en el pelotón, ya que el enorme presupuesto de INEOS les permite contratar a grandes ciclistas para que actúen de gregarios y así, impedir al resto marcar su ritmo y atacar, yendo en detrimento del espectáculo. No obstante, su fiabilidad a la hora de ganar es incuestionable.
Sin embargo, este año les había surgido un gran competidor. Otro equipo que, también a golpe de talonario, había conseguido formar una escuadra imperial, seguramente mejor que la de INEOS, para llevarse de cabo a rabo el Tour de Francia. De hecho, así se lo hicieron ver en las pruebas previas a la ronda francesa. Ese equipo era el Jumbo-Visma, que había llegado para mirar de tú a tú al conjunto británico y decirles que ahora mandaban ellos y que querían hacer de Primoz Roglic su nuevo Chris Froome.
Con el fichaje de Tom Dumoulin y la alineación de grandes corredores como Sepp Kuss, Tony Martin, George Bennett, Robert Gesink o Wout Van Aert, el Jumbo se presentó al Tour con un ‘Dream Team’ muy difícil de batir. La realidad es que INEOS no fue rival para el gran imperio holandés, que dominó con puño de hierro la carrera.
Las malas sensaciones de Bernal y su posterior abandono hicieron que el equipo con sede central en Manchester se desdibujara de la carrera. Solo la lucha de Richard Carapaz por el maillot de la montaña, que perdió en la última etapa, y la victoria de Kwiatkwoski que entró en meta de la mano del ecuatoriano, fue el pobre balance obtenido por los de Brailsford en las tres semanas de carrera.
Sin embargo, el destino ha querido que, finalmente, los que sonrían sean los británicos, a falta de lo que suceda en La Vuelta con el duelo entre Primoz Roglic y Richard Carapaz. Jumbo perdió de forma increíble el Tour gracias a un imperial Tadej Pogacar e INEOS ha triunfado en Italia, también de forma sorprendente, gracias al enorme papel de corredores como Dennis en favor de Tao Geoghegan Hart en la última semana.
De esta forma, el equipo holandés se ha llevado una tremenda lección y una cura de humildad para el próximo curso, ya que INEOS, a pesar de haber perdido fortaleza, sigue demostrando que lo de ganar lo llevan en su propio ADN y no solo en sus contratos millonarios.
Un año de contratiempos
La temporada del equipo INEOS Grenadiers ha sido realmente complicada. Por eso, su victoria en el Giro de Italia y su gran papel en la carrera les ha sabido mejor que nunca. Puede que haya sido su primer gran triunfo de equipo, el primero que no ha sido ganado por una de sus grandes estrellas y en el que no eran favoritos viendo la situación de la carrera. No obstante, han demostrado que llevan el triunfo en la sangre.
El año de la escuadra británica se presentaba como un duelo de tú a tú frente al Jumbo-Visma. La tricefalia formada por Bernal, Froome y Thomas, los últimos dominadores del Tour de Francia, se enfrentaría a Roglic, Dumoulin y Kruisjwijk, los grandes aspirantes al maillot amarillo en París. Sin embargo, nada ha salido como tenían planificado y aún así, han sido capaces de seguir hacia delante, mostrando fortaleza y un gran espíritu de lucha para levantarse de los fracasos y de las adversidades.
El equipo británico ha tenido que lidiar con el bajón de Chris Froome tras su grave caída en el Dauphiné del año 2019. Las múltiples fracturas le provocaron perderse más de la mitad de la temporada y su asalto al quinto Tour. No regresó hasta febrero de este año, haciéndolo con pésimas sensaciones.
Después, llegó el gran confinamiento y en las pruebas de la reanudación de la temporada, el nivel cuádruple ganador de la ‘Grand Boucle’ era realmente decepcionante. Esto provocó que no fuera incluido en el ocho para el Tour y que las esperanzas de su temporada se redujeran a La Vuelta. Sin embargo, tampoco en la carrera española ha podido demostrar que está para competir con los mejores y ahora mismo es una sombra de sí mismo, se descuelga a las primeras de cambio y deambula sin rumbo por la parte baja de la clasificación general.
Tampoco ha sido un buen año para Thomas. El ciclista galés tampoco regresó a su mejor nivel del confinamiento y el equipo dirigido por Brailsford tomó la difícil decisión de dejarle fuera del Tour. Su carrera sería el Giro. En su camino, demostró haber recuperado su golpe de pedal en la Tirreno-Adriático, lo que hacía presagiar un buen rendimiento en Italia después de todo lo vivido. Sin embargo, una caída en la tercera etapa del Giro, que concluía con el primer final exigente en el Etna, le provocó que tuviera que abandonar la ‘Corsa rosa’ con una factura de pelvis, dejando a INEOS completamente descabezado.
No le salía nada al imperio británico, que venía de un mal Tour de Francia con el abandono de Bernal tras sufrir una fuerte caída en el Dauphiné. El colombiano no ha mostrado su golpe de pedal habitual en toda la temporada y esa caída en territorio francés terminó provocando que se tuviera que bajar de la bicicleta en su gran objetivo de la temporada después de no haber conseguido estar con los mejores.
Una temporada que iba encaminada hacia el desastre más absoluto hasta que apareció Tao Geoghegan Hart y su victoria en su primera grande, la cual ha sido la gran alegría de todo el equipo. Un maillot rosa que sin duda ha sabido diferente y que les da moral, no solo para lo que resta de temporada, sino para un próximo año que ya se presenta de lo más apasionante.
Un Giro perfecto
El rendimiento ofrecido por el Team INEOS en el Giro de Italia ha sido digno de estudio. Una auténtica barbaridad, un verdadero espectáculo, especialmente viendo desde donde venían y cómo se han recuperado de todas las adversidades, que no han sido pocas. Los británicos llegaron a Sicilia siendo uno de los equipos favoritos a llevarse el triunfo. ‘G’ era el hombre, el líder en quien confiar y que debía alzarles hasta su primer gran resultado del curso.
Las cosas empezaron de la mejor forma, gracias a la impresionante victoria de Filippo Ganna en la contrarreloj inicial. INEOS vestía la primera ‘maglia rosa’ de la carrera y Thomas conseguía posicionarse bien en la general tras los primeros kilómetros de Giro.
Sin embargo, todo tardaría en torcerse tan solo unas etapas. En la tercera etapa de la carrera, Geraint Thomas sufría una terrible caída a las primeras de cambio que le provocaba una fractura de pelvis. El británico intentó continuar en carrera, pero le resultó imposible, y tuvo que decir adiós al sueño del Giro, dejando al conjunto inglés sin un líder claro. Para colmo, Ganna había intentado trabajar para su líder, lo que le provocó la pérdida del maillot de líder en favor de Almeida, una de las revelaciones de la carrera.
La situación era realmente dramática y la carrera del equipo británico parecía reducirse a intentar conseguir victorias de etapa. Fue el momento de ver a un Jonathan Castroviejo en libertad, filtrándose en las fugas e intentando exhibirse en la montaña después de haber trabajado en el Tour. Sin embargo, el español no tuvo suerte. Quien sí la tuvo fue Filippo Ganna. El rey mundial de la contrarreloj se exhibió también en la montaña y le dio al equipo su segundo triunfo llegando en primer lugar a Camigliatello Silano. Llovía menos para el imperio, que al menos estaba consiguiendo ser protagonista.
La carrera siguió su curso, pero INEOS no se relajó y siguió buscando cómo poder jugar sus cartas. Las cosas les estaban saliendo por primera vez en la temporada y después de haber sufrido multitud de reveses. La libertad y la falta de presión debido a las desgracias les ayudaba a volar con libertad. Por ello, en la etapa 12 con final en Cesenatico, era Jonathan Narváez quien daba el tercer triunfo de etapa a la factoría británica. Pese a todo, estaban dando la talla en el Giro.
Este enorme rendimiento no se quedó ahí, ya que, tan solo dos días más tarde, en la contrarreloj individual con final en Valdobbiadene, Filippo Ganna completó su trío de victorias de etapa y volvió a imponerse con una rotundidad pasmosa. Otra etapa más para INEOS. Además, Tao había conseguido posicionarse bien en la general y soñaba con hacer un Top10. La única nota negativa estaba siendo el bajo rendimiento de Rohan Dennis, superado por su compañero de equipo con demasiada claridad.
Y al día siguiente llegó uno de los grandes momentos del equipo en la carrera. Tao Geoghegan Hart se imponía en la cima de Piancavallo y se metía de lleno en la lucha con los mejores. Era la primera vez que INEOS pensaba en conseguir algo en la general tras la debacle ocasionada por la caída de Thomas. Sin embargo, quedaba aún mucha carrera. Las victorias de etapa ya iban por cinco.
La carrera entraba ya en su recta final, una traca de alta montaña, etapas quebradas y la crono final por las calles de Milán. Ese fue el momento de Rohan Dennis, que se desquitó de sus malos resultados en las contrarrelojes y dio una auténtica exhibición de poderío pocas veces vista en el australiano.
Soldó a Tao a su rueda y juntos pusieron el Giro patas arriba, primero en la etapa del Stelvio con final en el Lago Di Cancano, y después en la triple ascensión a Sestriere. Allí, acabaron con todos los favoritos. Derrocaron del liderato a Joao Almeida, hundieron a Wilco Kelderman, y dejaron en bandeja la general para la crono final donde Jai Hindley no sería rival. Por el camino, la sexta victoria de etapa, segunda para Tao.
Y este domingo, llegó el momento soñado por todos. Filippo Ganna volvió a exhibirse en la tercera contrarreloj del Giro y sumó su cuarta victoria de etapa. Sin embargo, el plato fuerte sería el triunfo de Tao, que derrotó con autoridad y comodidad a Hindley en los 15,7 kilómetros cronometrados que daban por concluida la ‘Corsa rosa’ y que servían para certificar la primera gran vuelta del palmarés de Tao Geoghegan Hart y la undécima de la factoría británica.
Tao, el último campeón
Con este sorprendente triunfo, INEOS suma entre sus filas a un nuevo campeón de grandes vueltas, otro corredor al que tener en cuenta y al que ofrecerle objetivos deportivos acordes a su calidad. El británico estaba llamado a ser una gran promesa del equipo y por ello el antiguo SKY se lanzó a por su fichaje cuando militaba en las filas del Bissell Development Team.
Ahora, Tao entra en un grupo muy selecto del que saldrá Chris Froome, que abandonará el conjunto inglés tras La Vuelta para continuar su carrera en el Israel Start-Up Nation. Con su primera grande, el británico asciende puestos en el escalafón interno del equipo y se sitúa junto a los grandes ganadores de gran vuelta, corredores como Bernal, Thomas o Richard Carapaz.
Este triunfo ha devuelto el brillo a un conjunto que sigue contando con enormes corredores de cara al presente y a un futuro inmediato, corredores jóvenes y experimentados que forman una mezcla perfecta para no sucumbir ante la amenaza de proyectos como el del Jumbo-Visma. Además de la enorme terna de campeones, INEOS cuenta con algunos de los mejores gregarios del mundo. Corredores como Andrey Amador, Castroviejo, Michal Kwiatkwoski o Sebastián Henao.
Dentro de su amplia plantilla se encuentran también jóvenes talentos llamados a ser importantes en los próximos años, algunos de ellos son Pavel Sivakov, Iván Ramiro Sosa o el español de tan solo 19 años Carlos Rodríguez. Todos ellos, sin olvidar a los monstruos de las cronos, Filippo Ganna y Rohan Dennis, que han demostrado en este Giro que pueden dar guerra incluso en la montaña.
Sin embargo, para fortalecer su factoría de campeones, INEOS Grenadiers ya ha anunciado varios fichajes que volverán a hacer del equipo inglés un conjunto temible, especialmente en la montaña, donde este año han sucumbido ante su rival neerlandés. Algunos de sus nuevos fichajes son corredores experimentados como Adam Yates, actual líder del Mitchelton Scott, Daniel Felipe Martínez, reciente ganador del Dauphiné y figura del Education First y el retorno de un viejo conocido, Richie Porte, que llega tras haber conseguido el mejor resultado de su carrera, un tercer puesto en el Tour de Francia liderando al Trek.
Y junto a todos ellos, la gran esperanza de futuro del ciclismo británico, Thomas Pidcock. El genio de Leeds, con tan solo 21 años, es una de las grandes sensaciones del ciclismo al al estilo de Remco Evenepoel y llegará el próximo año a la élite tras haberse proclamado campeón del Giro sub23 este mismo año, campeón de la Paris-Roubaix sub23 en 2019 y tras haber obtenido medallas en los campeonatos del mundo tanto en ruta como en contrarreloj en las categorías sub23 y junior. Un auténtico portento que se pasó a la carretera tras dominar el ciclocross en categorías inferiores, ha sido campeón del mundo junior y sub23, y tras haber sido este año plata en la prueba absoluta, solo superado por Mathieu Van der Poel. Más talento para una fuente inagotable de campeones.
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