Victoria imperial una vez más de Primoz Roglic en la difícil llegada a Suances que ha supuesto su tercer triunfo de etapa en La Vuelta 2020. El esloveno ha vuelto a demostrar su poderío en otra llegada que picaba para arriba y consigue recortar unos segundos a Richard Carapaz al frente de la clasificación, además de sumar los 10 segundos de la bonificación, que le permiten igualar el registro del ecuatoriano y ponerse como nuevo líder [Así vivimos la etapa 10 de La Vuelta 2020].
El día estuvo marcado por una fuga de cuatro corredores casi desde el inicio de la etapa y que llegaron a contar con hasta 12 minutos de ventaja con el pelotón. Sin embargo, el ritmo subió en la parte de atrás y poco a poco fue cayendo la diferencia hasta que los hombres de la general tuvieron su oportunidad de disputarse la victoria. Roglic demostró una vez más que de momento es el más fuerte de la carrera.
Preciosa etapa un día más en La Vuelta 2020 que se está consolidando como la carrera más bonita de la temporada, al menos en lo que a pruebas por etapas se refiere. La décima jornada comenzó con mucha pelea desde el inicio y con varios intentos de fuga que no consiguieron consolidarse.
Finalmente, un grupo de cuatro corredores abrían camino y se ponía al frente de la prueba con una renta de unos 40 segundos. Se trataban de Van Moer, Ligthart, Jonathan Lastra de Caja Rural y Molenaar de Burgos BH. Este cuarteto de cabeza fueron, poco a poco, aumentando su renta para intentar soñar con el triunfo.
El pelotón, tras unos primeros momentos de pelea, finalmente decidía reducir el ritmo y dar en el beneplácito a la fuga, al menos en primera instancia. La diferencia de los fugados comenzó a crecer a pasos agigantados y los minutos caían en el reloj de forma considerable, hasta el punto de que la victoria parecía estar delante, especialmente cuando se alcanzaron los 10 y hasta los 12 minutos cuando restaban algo menos de 120 kilómetros para la meta.
Sin embargo, el pelotón cambió de planes con la entrada del equipo Astana al mando y endureció considerablemente el ritmo. Los planes del equipo kazajo eran que Aramburu pudiese disputar el triunfo de etapa. En tan solo 30 kilómetros la diferencia cayó en picado y si situó por debajo de los 8 minutos, lo que empezaba a hacer ver que la excursión del cuarteto de cabeza tenía fecha de caducidad.
En los kilómetros posteriores, Astana siguió tomando la responsabilidad y la ventaja entró en rentas muy asequibles. Se redujo primero a los cinco minutos, después a los cuatro y en poco tiempo se situó rondando los dos minutos. En ese momento, comenzaron a surgir las dudas en la fuga, que intentaban movimientos suicidas en solitario para intentar salvar los muebles, aunque ya era demasiado tarde.
Astana descuelga a Bennett
Además, en el grupo, Astana intentaba soltar a Sam Bennett, el líder indiscutible de los sprints que en el día de ayer fue sancionado por una maniobra ilegal y que fue desposeído de su triunfo en favor de Pasckal Ackermann. Finalmente, la fuga terminó desistiendo y fue neutralizada, mientras que Bennett perdió todas sus opciones al ser superado por la dureza de la etapa. Llegaba el momento de la verdad.
Los equipos de los corredores de la general empezaron a tomar la responsabilidad y se dejaron ver en los puestos cabeceros. Fue el momento de ver incluso a Chris Froome, que intentaba poner ritmo y colocar a su compañero Richard Carapaz. Los equipos de los corredores explosivos también se dejaban ver.
Ya en los 10 últimos kilómetros, algunos con más ilusión que fuerzas, lo intentaron en solitario, intentando sorprender a un grupo que avanzaba ya completamente lanzado. El que más cerca estuvo del éxito fue el corredor francés del Deceuninck Quick Step Remy Cavagna, aunque fue cazado a falta de tres kilómetros y medio para meta.
Roglic, imperial un día más
Ya en la recta final, los grandes nombres de la general empezaron a aparecer. El primero de ellos fue Richard Carapaz, que se colocó de manera formidable y parecía que iba a sorprender a todos. Arrancó con fuerza, pero con demasiado desarrollo para superar el gran repecho del final en Suances, y terminó quedándose clavado. Por delante se escapó Guillaume Martin, líder de la montaña.
Sin embargo, cuando todo parecía dispuesto para el menudo corredor galo, apareció una vez más el ciclista más en forma de la carrera. Primoz Roglic consiguió colocarse de manera perfecta para arrancar en solitario y con una fuerza descomunal, borrar todas las pegatinas a sus rivales y encarar los últimos metros con margen incluso para celebrar la victoria y recrearse.
Tercer triunfo de etapa en La Vuelta 2020 para Primoz Roglic que además le sirvió, gracias a la bonificación, para colocarse como nuevo maillot rojo de la carrera, empatado a tiempos con Richard Carapaz. El esloveno y el Jumbo-Visma recuperan el mando de la prueba justo ante de las dos jornadas reinas, las etapas con final en La Farrapona y L'Angliru.
[Más información: José Joaquín Rojas, a punto de estallar: así están sus piernas tras ocho etapas de La Vuelta]