El ciclismo es uno de los deportes más duros que existen porque exige estar al máximo nivel día tras día, casi sin descanso. Una gran vuelta, como el Giro de Italia que se está celebrando en estos momentos, obliga a estar 21 días seguidos, con solo dos jornadas de descanso, dando la cara entre los mejores. Un solo momento de debilidad y estás perdido, porque los rivales aprovecharán para hundirte aún más.
Esta edición del Giro de Italia iba a ser muy especial por muchas cosas. España ponía a prueba, una vez más, la recuperación de su nivel tras el ocaso de la época dorada de los Contador, 'Purito' Rodríguez y un Valverde que sigue dando sus últimos chispazos de genialidad. Mikel Landa y Marc Soler pasaban a ser las referencias.
El de Murguía buscaba su sueño de alcanzar el podio de una grande y, por qué no, el rosa. Ambas cosas se le resisten a pesar de su regularidad. El de Movistar, ganador de una Paris-Nice, quería ponerse a prueba por primera como líder para una general. Los dos, con mucha mala suerte, están ya fuera de la carrera por sendas caídas.
Otra de las grandes incógnitas era saber en qué nivel volvía Egan Bernal después de sus malditos problemas de espalda. El Cóndor de Zipaquirá, que ya sabe lo que es ganar el Tour de Francia, venía con el reto de tapar las críticas con la 'Maglia rosa'. Y vaya si lo está consiguiendo, hundiendo a todos sus rivales en todos los terrenos.
La nota más triste sin duda de este Giro de Italia, más allá de las lesiones, está siendo el cursillo acelerado de madurez que los malos días le están dando a un talento como Remco Evenepoel. A pesar de tener solo 21 años, el ya apodado como 'caníbal' por su similitud con Eddy Merckx había acostumbrado al mundo de la bicicleta a ganar siempre y, además, a hacerlo a lo grande, atacando desde lejos, arrasando, mostrando una superioridad y unos registros que nadie había conseguido a su edad.
Remco y el Giro
Por ello, su mera presencia en el Giro de Italia ya le situaba entre los candidatos a la victoria a pesar de haber estado 10 meses sin competir tras su grave caída en Il Lombardia, esa en la que se rompió la pelvis y sufrió varias contusiones de gravedad tras salir despedido por un puente decenas de metro abajo. Remco llegaba a Italia sin ritmo, pero con mucha clase y como el gran rival de Egan Bernal con el permiso de Simon Yates y compañía.
Y no tardó en demostrar su valía ya que en la contrarreloj inicial se situó entre los primeros puestos y por delante de Bernal, lo que le permitió colocarse muy pronto arriba en la general. Además, la explosión de su compañero Almeida en la primera jornada de montaña le colocó como líder único de su equipo y como claro aspirante a vestirse de rosa, lo que hubiera sido un sueño para él. No obstante, ahí se acabó toda su alegría.
A medida que han ido llegando las primeras etapas duras, Remco ha ido demostrando que es humano y que los 10 meses que ha estado fuera y haber llegado al Giro sin competir le han pasado factura. Además, era la primera vez que superaba los siete días de competición y que vivía una jornada de descanso en una gran vuelta. Todo se le ha juntado para terminar explotándole encima, al igual que ha hecho él en la jornada reina.
El dolor de Evenepoel
Tras pasar verdaderos apuros en las etapas del sterrato y tras quedarse de nuevo descolgado en las terribles rampas del Zoncolan, el Monte Giau ha terminado siendo su tumba. Su caída en la general, a más de 4 minutos ya de Bernal, había comenzado, pero el hecho de mantenerse en el Top10 le daba alguna esperanza de seguir peleando.
Sin embargo, la etapa reina de este lunes, que fue recortada por el mal tiempo, le ha terminado de hundir de la forma más cruel posible. Completamente solo y vacío, Evenepoel ha llegado a la meta de Cortina d'Ampezzo a más de 24 minutos del ganador, Egan Bernal, el que iba a ser su gran rival por la maglia de líder. Un auténtico descalabro al que Remco no está acostumbrado y al que los aficionados al ciclismo tampoco, ya que nadie le había visto ni tan siquiera sufrir.
La dureza del Giro de Italia, la lesión y la falta de competición le han mostrado una valiosa lección para el futuro a un Evenepoel que ya medita si terminar la carrera con el pelotón o si decir adiós en la segunda jornada de descanso que se celebra este martes. Pocos dudan ahora mismo de que el belga, con tiempo y competición, volverá a exhibirse como lo hacía hace tan solo unos meses, pero algunos fantasmas como los que atormentan a Chris Froome también aparecen en su horizonte. De momento, lo único claro, es que este no será el Giro de Remco Evenepoel.
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