El Tour seguirá su andadura al pie de los Pirineos y los abordará de manera diferente con esta etapa de dos caras, ya que habrá que hacer buen uso de los cambios durante más de cien kilómetros hasta afrontar tres grandes obstáculos seguidos: Peyresourde, Val Louron-Azet y, para terminar, los 16 km de ascensión con un desnivel medio del 9% del inmisericorde Col du Portet. Mucho esfuerzo necesario y espectáculo más que garantizado.
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