El final está situado en un alto sobre el que se asienta el Castillo de Cullera. El último kilómetro y medio es en subida y esto dificultará mucho las opciones de los sprinters. Etapa rápida y llena incertidumbre. Propicia para la fuga o para algún rodador que pueda contar con su equipo para controlar la jornada.
Ciclismo