Christina Birch, la ciclista que 'fichó' la NASA: de ser campeona de EEUU a convertirse en astronauta

El ciclismo femenino cada vez gana un mayor protagonismo en el mundo de la bicicleta, incluso como para crear una guerra en el pelotón masculino por uno de los patrocinadores más importantes. Ahora, el ciclismo femenino ha vuelto a ser protagonista gracias a la figura de Christina Birch, una de esas personas brillantes que tienen una historia impresionante detrás. 

Esta corredora estadounidense del equipo de ciclismo en pista tiene una dilatada carrera a sus espaldas. Sin embargo, a sus 35 años, está muy cerca de cumplir uno de los grandes sueños de su vida: convertirse en astronauta. Ahora, arranca un nuevo proyecto que podría culminar con su llegada a la NASA y su objetivo de poder volar hacia el espacio. 

Así es Christina Birch

Christina Birch es toda una referencia del ciclismo en pista en Estados Unidos. Nacida en Arizona, esta corredora de 35 años se ha convertido en una estrella de su disciplina y una especialista en las pruebas de persecución y ómnium. Sus éxitos han probado la valía y el talento de una corredora única. 

La ciclista que ahora se postula para ser integrante de la NASA se ha convertido en campeona nacional varias veces. Además, sus triunfos van más allá del territorio de Estados Unidos al haber conseguido varias medallas de oro en los Juegos Panamericanos y después de haber representado al país en diferentes Campeonatos Mundiales.

Gracias a este buen rendimiento, Christina ha obtenido un reconocimiento y un prestigio internacional que le han llevado a convertirse en todo un personaje de relevancia dentro del ciclismo estadounidense. Una de esas figuras verdaderamente influyentes en un deporte que lleva muchos años intentando experimentar un crecimiento demostrable. 

Sin embargo, los éxitos de Christina no solo se reducen a su gran nivel mostrado en la pista, sino que se trata de una corredora con un talento muy importante, capaz de ser una referencia multidisciplinar. Sus seguidores vibran también con sus brillantes actuaciones en las pruebas de ciclocross y gravel en las que participan, dos territorios muy diferentes a la pista. Los buenos son así. 

Además, gracias a su afición por estas disciplinas que cuentan con un menor protagonismo en el universo del ciclismo femenino, Christina decidió impulsar la iniciativa Gravelnouts, un colectivo del cual es fundadora y con el que pretende seguir haciendo crecer una disciplina que cada vez está más de moda. 

Su camino como astronauta

Ahora, Christina Birch persigue otro sueño, convertirse en astronauta profesional y entrar en uno de los prestigiosos programas de actuación de la NASA. De hecho, ya forma parte de un selecto grupo de elegidos que optarán a una plaza para arrancar una importante misión espacial. 

Christina ha sido anunciada de manera oficial como uno de los candidatos que podría entrar en este programa tan prestigioso y que seleccionará a los más preparados de entre más de 12.000 solicitantes. De momento, esta ciclista estadounidense ya ha superado a la mayoría de ellos al formar parte del Grupo 23. 

Así es como ha denominado la propia NASA al grupo de forman los 10 candidatos que han llegado hasta la selección final y que conformarán la primera promoción que saldrá elegida un cuatro años. Este periodo de tiempo habla de la importancia de esta selección en la que ya ha conseguido entrar Christina. 

Todos ellos arrancarán en el próximo mes de enero una dura formación y un periodo de entrenamiento que se prolongará los próximos dos años hasta encontrar a los elegidos que entrarán a formar parte de la nómina de astronautas de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio. 

Este exhaustivo entrenamiento que durará los próximos 24 meses se llevará a cabo en el Johnson Space Center de Texas y tal y como ha reconocido la NASA, permitirá a los seleccionados participar en "investigaciones a bordo de la estación espacial, el lanzamiento desde suelo estadounidense en naves espaciales construidas por empresas comerciales, así como misiones en el espacio profundo a destinos como la Luna en la nave espacial Orion de la NASA y el cohete Space Launch System".

La progresión de Christina

Christina Birch no solo ha destacado en su carrera profesional como ciclista, sino que también lo ha hecho en su formación académica. La corredora estadounidense se enteró de su gran noticia a finales del mes de octubre y ahora ha sido su pareja quién ha revelado cómo se produjo el proceso por el cuál ella le comunicó la buena nueva. 

Ashton Lambie, también ciclista de pista y campeón mundial este curso, lo anució así a través de sus redes sociales: "El 22 de octubre me senté en una habitación del hotel a comer una baguette. Al otro lado del mundo Christina me llamó para comunicarme que había recibido una llamada telefónica para preguntarle si quería ser astronauta de la NASA. Los dos estábamos absolutamente impresionados. ¿Qué piensas de un campeonato mundial cuando tu pareja va al espacio?". Ashton se encontraba a pocas horas de arrancar su participación en los campeonatos de Roubaix 2021. 

"Sentado en una escalera con mi jersey arcoíris, hablamos sobre el día más importante hasta ahora en la historia de nuestra pequeña familia. Después, nos mudamos a Houston y tuvimos que mantenerlo en silencio, porque el anuncio oficial no fue hasta hoy. Así que ahora puedo decir que esta persona que amo tanto comenzará a entrenar en el Centro Espacial Johnson, nos mudamos a Texas. Es increíble. Estamos encantados con esto, y ansiosos por compartir más noticias".

Muchos podrán pensar en cuáles son los méritos que ha coleccionado una ciclista como Christina para convertirse en una candidata a astronauta. Sin embargo, su formación académica es incluso más ejemplar que su carrera como ciclista. Birch colecciona licenciaturas a la par que llena sus vitrinas de títulos. 

Pasó por la Universidad de Arizona para graduarse en matemáticas, además de en bioquímica y biofísica molecular. Un historial impecable que además ha completado con un doctorado en bioingeniería y con una larga etapa de docencia en la propia Universidad de Arizona, la cual tuvo que dejar para dedicarse al ciclismo en cuerpo y alma. Ahora, forma parte de un selecto grupo de diez personas, seis hombres y cuatro mujeres, que tendrán que llevar a cabo ese proceso de formación de dos años hasta sellar su camino al espacio después de haber volado en los velódromos de Estados Unidos. 

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