Mikel Landa se encuentra en un momento muy importante de su carrera. El ciclista de Murguía es el eterno aspirante español a las grandes vueltas, pero siguen pasando los años y las temporadas y no termina de rematar una buena actuación. Se le ha visto brillar en el Giro de Italia y también en el Tour de Francia, pero de momento, aquel podio en la Corsa Rosa de 2015, cuando puso contra las cuerdas en algunos momentos a Alberto Contador y sobre todo a Fabio Aru, sigue siendo su mejor resultado.
En París todavía no ha conseguido subirse al cajón a pesar de que en su mejor año con Sky se quedara a solo un segundo de la gloria. Ahora, recién cumplidos los 32, pocos son los que esperan una mejor versión de Mikel Landa, a pesar de que el alavés no pierde la esperanza de poder encontrar su año de una vez por todas. Para 2022, se ha sumado al carro de Fernando Alonso y también tiene su 'Plan', ese que marcará el devenir de su carrera.
Un 2021 para olvidar
Mikel ya afrontaba el pasado año como una oportunidad única. Tras varias temporadas intentando demostrar que puede estar peleando por una grande y que puede medirse con los mejores del mundo en la clasificación general, se propuso que el 2021 fuera la confirmación de todo ello.
Recuperando el espíritu de aquel Giro y del Tour con Sky, su objetivo no era otro que estar optando al podio de una grande. Además, acaba de repetir su mejor resultado en París en el 2020 después de salir de Movistar tras un final tenso y turbio. En Bahrain había encontrado la calma y la tranquilidad que necesitaba para sacar todo su potencial.
Además, si algo le han asegurado desde su llegada esa condición de líder sólido, único e indiscutible que tanto reclamó en la formación telefónica. A la primera repitió su mejor puesto en el Tour, el cuarto lugar de la clasificación. Vistas esas buenas prestaciones, el 2021 era el año marcado.
Sin embargo, arrancó de la peor manera posible. A las primeras de cambio tuvo una durísima caída en el Giro de Italia que no solo le hizo abandonar, sino que le arruinó toda la temporada. Fue en la quinta etapa cuando el alavés se fracturó la clavícula teniendo que pasar por el quirófano. Además, esa caída le provocó lesiones muy importantes en las costillas que, entre otras cosas, le obligaron a retrasar la operación de clavícula.
Un caos absoluto que le hizo marcar un cero en Italia, que le impidió estar en el Tour de Francia y que también le dejó fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio. Lo que había empezado siendo su año con un podio en Tirreno-Adriático y un Top10 en la Itzulia, terminó con un abandono en La Vuelta en la que estuvo muy lejos de su mejor nivel. Falto de forma, dolorido y sufriendo, Mikel se vio obligado a bajarse de la bicicleta en la carrera de casa después de haber vivido un auténtico calvario.
A pesar de venir de ganar la Vuelta a Burgos, aquella dura caída en el Giro y su complicada recuperación terminaron condicionando un año que fue para olvidar. Por eso, en este 2022 que está a punto de comenzar quiere reivindicarse, sabiendo también que está ante una de sus últimas oportunidades de tener galones para brillar.
Doblete Giro-Tour
Por ahí pasan los planes de Mikel Landa para el 2022. Son las dos carreras que más le gustan y en ellas espera brillar. El objetivo número uno de la temporada es la Grand Boucle y ahí pondrá la mayor parte de sus expectativas. No obstante, no se olvida y no descarta una posible participación en las dos carreras.
Llegar a los Campos Elíseos de París en su mejor momento es ahora mismo su objetivo y para ello ha comenzado a prepararse en el trainning camp que ha montado el Bahrain en España, concretamente en Altea. Con el inicio de un nuevo curso, la formación árabe ha apoyado y respaldado el liderazgo de Mikel, aunque el español es consciente de que la confianza y las oportunidades no son eternas. Por eso quiere ir a por todas.
Aunque el Tour sea el gran objetivo y a donde quiere llegar en su mejor momento, Mikel también quiere ir al Giro de Italia donde podría dar un gran espectáculo aunque llegue algo corto de fondo y tenga que sea la carrera quien le ponga a tono.
"El gran objetivo es el Tour de Francia, pero también el Giro de Italia puede ser una buena oportunidad. No sé si finalmente estaré en uno u otro, pero lo ideal sería hacer las dos carreras". Mikel afronta el 2022 con ambición y queriendo que su 'Plan' pase por Italia y por Francia, siendo su objetivo "ser cada día mejor y tratar de encontrar la continuidad necesaria".
Lo cierto es que Landa ha empezado a prepararse cuanto antes para su reto, ya que en la formación árabe ha habido éxitos muy repartidos este último curso y el único gran nombre que no ha conseguido triunfar ha sido Mikel, por lo que tiene una deuda, no solo con el destino, si no también con el equipo.
Peligro en casa
Se podría decir que Mikel es el líder habitual y total de Bahrain. Sin embargo, las circunstancias han provocado que el equipo haga su año con los mejores resultados posibles sin que el de Murguía haya tenido participación. Es decir, han sido los gregarios y corredores tapados por su figura los que le han sacado las castañas del fuego con resultados impresionantes y con exhibiciones en grandes carreras y en vueltas de tres semanas.
Uno de los que más ha brillado ha sido el italiano Damiano Caruso, quien ha cerrado una temporada colosal, la mejor de su carrera con bastante diferencia. Para un ciclista que solo había ganado en pruebas de poca monta, triunfar una carrera como el Giro de Italia era lo máximo.
A sus 33 años, Caruso se apuntaba una victoria de etapa en el Giro, el segundo puesto de la general por solo 1'29" con Egan Bernal y otra victoria más en La Vuelta donde también conseguiría terminar en el Top20. Una temporada para enmarcar de un ciclista que está viviendo una segunda juventud. Caruso roza ya los 34 años, pero a pesar de eso, está en un punto de forma insultante como ha demostrado en los últimos meses, lo que podría provocar que fuera uno de los candidatos a sustituir a un Mikel Landa en la figura de jefe de filas.
El de Murguía ha este aviso que ha captado su atención y por eso quiere evitar perder la condición de líder, pero lo cierto es que no ha sido un caso aislado. En Bahrain, muchos han sido los corredores que este año han dado un paso al frente. Otro de ellos ha sido Jack Haig, quien después de abandonar en el Tour de Francia por una caída firmó un podio en La Vuelta, algo que el alavés no ha conseguido nunca. El australiano de 28 años es otro de los que quieren ese puesto de teórico líder.
Además, por detrás vienen pisando fuerte dos corredores como Mark Padun y Gino Mader, de 25 y 24 años respectivamente. El ucraniano dejó muy buenas sensaciones en el Dauphiné con una doble victoria en las etapas de montaña que maravilló a todos y el suizo cuajó una vuelta sensacional en la que terminó quinto con el maillot blanco de mejor joven después de haberse llevado ya una victoria de etapa en el Giro de Italia.
Así están las cosas en un concurrido Bahrain-Victorious que tiene mucho talento y muchos corredores con hambre de galones. Sin embargo, Mikel espera poder dar un golpe encima de la mesa y encontrar en este 2022 que está a punto de arrancar su mejor nivel para que sea su año.
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