La invasión de Rusia en Ucrania deja el cuarto fallecimiento relacionado con el mundo del deporte. Alexander Kulyk fue asesinado el martes en Kiev durante una misión para ayudar evacuar a la gente de la capital. Este exciclista amateur era uno de los entrenadores nacionales de ciclismo del país, llevando hasta el profesionalismo a su hijo Andriy. El ciclista de 32 años, campeón nacional en 2019, desconocía el fallecimiento de su padre hasta que el presidente de la federación se lo comunicó.
Este, según relata Andriy Grivko en declaraciones para el portal Cycling Weekly, estaba entrenando: "Nos enteramos en la federación sobre la muerte de su padre antes que él. Estaba en una operación militar para sacar a gente de la ciudad de Kiev. Estuvo como entrenador de la federación durante mucho tiempo. Y antes también fue técnico de los equipos de la Unión Soviética y de Rusia". El mundo del ciclismo también se tiñe de luto por la invasión.
Grivko también señala que tenía 65 años, que el suceso ocurrió en un lugar bastante peligroso por los movimientos de las tropas rusas y que todavía están tratando de recopilar toda la información posible para tener claro el suceso. Con la suya, ya son cuatro las muertes dentro del mundo del deporte: dos futbolistas (Vitalii Sapylo y Dmytro Martynenko) y un biatleta (Yehven Malyshev). Los tres estaban enrolados en el ejército ucraniano.
Desde su casa, Grivko está tratando de organizar el apoyo logístico y financiero para los involucrados dentro de la familia ciclista ucraniana. "Tenemos varios ciclistas en Turquía en este momento que han estado compitiendo por el equipo nacional. No queremos que regresen a Ucrania. Quieren seguir haciendo deporte. Estamos haciendo todo lo posible para organizar, para organizar una vida normal para que la gente en Europa siga corriendo en sus clubes, o para el equipo nacional", explicó.
Andrii Ponomar, afectado
Grivko es conocido en el mundo del ciclismo por las 11 victorias durante los 14 años de carrera en los que pasó por T-Mobile y Astana. El ucraniano habló con Cycling Weekly desde su casa en Francia, donde vive con su familia, para actualilzar la situación de otros ciclistas afectados.
Está en constante contacto con gente cercana que sí tiene en Ucrania, así como con miembros de la federación de ciclismo. Por ejemplo, ha revelado que la madre del actual campeón nacional Andrii Ponomar pasó una semana refugiado en un búnker. El ciclista se convirtió en el último Giro de Italia en el más joven en correr la prueba.
"Tenemos ciclistas en situaciones difíciles. Estamos tratando de mantenernos en contacto con ellos y sus familias. Los más jóvenes se quedan y se quedan en los búnkeres. Las bombas estallan las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Tenemos ciclistas más cerca de Rusia, donde los bombardeos son más intensos. Es difícil ir a cualquier lugar, incluido Kiev. No es seguro ir en coche o en tren. Nadie sabe dónde estará el próximo misil", concretó.
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