Andrii Ponomar es el campeón nacional y también fue el más joven en la salida del Giro 2021. Pero su vida, como la de todos los ucranianos, cambió tras la invasión de Rusia. Este joven de 19 años lleva ilusionando en el panorama del ciclismo mundial desde la etapa júnior, en la que fue campeón de Europa. Es un corredor de fondo, con buenas dotes de escalador. Pero su progresión se ha visto estancada por lo sucedido en su país, donde sigue su familia.
Mientras estallaba la guerra, a finales de febrero, Ponomar corría en Galicia. Había acudido a O Gran Camiño con el Drone Hopper - Androni. Allí tenía intención de mostrarse algo más que en la Challenge de Mallorca, donde también había estado corriendo a comienzos de año. Fue imposible. El joven no podía parar de pensar lo que estaba ocurriendo en el este de Ucrania y, sobre todo, en Chernígov, el pueblo en el que nació este ciclista.
A las tres de la mañana del 24 de febrero las tropas rusas se lanzan sobre esta ciudad del norte de Ucrania desde Bielorrusia. 11 horas después, el Ministerio de Defensa ruso anunció que había rodeado Chernígov y estaba bloqueando la ciudad. Las fuerzas ucranianas habían defendido la población y obligaban, dos días después, a tomar una ruta diferente para llegar a Kiev. Eso sí, varios cohetes rusos BM-21 Grad alcanzaron el hospital de la ciudad.
En cualquier caso, los problemas no acabaron ahí para esta ciudad. En el mediodía del 3 de marzo se filmaron seis bombas aéreas no guiadas que caían en una zona residencial. El análisis de Amnistía Internacional reveló que al menos cayeron ocho proyectiles y como víctimas aparecieron varias personas que hacían una cola para hacer el pan. Por suerte, ninguno es familiar de Ponomar. El joven ciclista ha retomado la temporada en Francia para prepararse para un nuevo Giro.
Hijo de la guerra
Esta semana corre con el dorsal número 134 en la espalda en el Circuito de la Sarthe en Francia. Lo hace un poco más tranquilo después de que su madre Elena y su hermana Alexandra hayan podido llegar a Vicenza, donde reside habitualmente Ponomar. En cambio, su padre sigue en Ucrania. Está enrolado en el ejército y está en uno de los frentes que trata de resistir ante las embestidas rusas contra Kiev.
Su madre y su hermana permanecieron en un búnker durante semanas, antes de poder conducir y luego gracias a un grupo de voluntarios que pertenecen a una organización benéfica de la localidad de Canavese, pudieron emprender su viaje de huida. Primero consiguieron llegar a Polonia y, desde allí, se dirigieron a Italia para poder reunirse con el joven ciclista. Ponomar está en constante comunicación con su padre, pero no pudo sentirse bien hasta que volvió a reencontrarse con parte de su familia.
Andrii se bajó de la bici en Galicia y no la volvió a coger prácticamente hasta que Elena y Alexandra estaban a salvo. "Respetábamos sus ganas de parar y el peso que tenía en el alma. No le metimos prisa. Andrii es un chico extremadamente tranquilo y muy respetuoso. Ver a su hermana lo devolvió al mundo. Es comprensible, es increíble lo que está pasando en Ucrania", explica Giampaolo Cheula, director deportivo del equipo italiano en el que corre en declaraciones a La Reppublica.
Un prodigio
En el Dronne Hopper - Androni quieren cuidarle de forma especial porque saben que están ante su último gran descubrimiento. Este equipo también fue el primero de Egan Bernal en Europa, por lo que están acostumbrados a pulir el talento joven. El gesto de vestir el maillot de campeón nacional de Ucrania de toda la escuadra que corrió en el Trofeo Laigueglia es un ejemplo del trabajo psicológico que han hecho con el pequeño Ponomar.
"Su dedicación es extraordinaria a pesar de todo lo que está viviendo. Seguimos su progresión a distancia durante este tiempo, pero sobre todo estuvimos cerca de él psicológicamente. Es una situación increíble, que nadie se imagina jamás poder vivir", recalca Cheula. Aunque no ha dejado de pensar ni en las bombas que siguen cayendo en Ucrania, ni en los muertos que ha dejado la invasión, Ponomar ha vuelto a sonreír encima de la bicicleta en Francia.
Andrii empezó a montar en bicicleta hace ocho años, atraído por las hazañas de su compatriota Yaroslav Popovych. En 2019 se proclamó campeón de Europa juvenil y obtuvo los títulos nacionales en contrarreloj y en ruta. Estos resultados no pasaron inadvertidos para los cazatalentos. Su traslado a Italia fue inmediato. Desde entonces no ha parado de crecer y ver su talento muy precoz entre los grandes inspira que el ciclismo puede estar ante un nuevo Tadej Pogacar, Bernal o Remco Evenepoel.
[Más información: El retorno milagroso de Egan Bernal al ciclismo: de volver a andar a montar en bici en dos meses]
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