Van der Poel le pone la victoria en bandeja a Jasper Philipsen en el primer sprint del Tour

Ha sido salir del territorio vasco y llegar el primer sprint en el Tour de Francia. Después de dos días en los que la ronda gala transcurrió al completo por el País Vasco, en la tercera jornada todavía la competición salió desde Amorebieta pero ya se introdujo en su territorio natural, en Francia, para ver ganar a Jasper Philipsen.

Fue la primera etapa realmente tranquila de la Grande Boucle. Las dos primeras jornadas habían dejado pelea entre los favoritos como consecuencia de las numerosas cotas que se pasaron en ellas, pero el final del trayecto de este lunes era mucho más cómodo. La fuga murió lejos todavía de la llegada a meta y hubo tiempo de relajación para que durante varios kilómetros el pelotón preparara la llegada masiva. 

Los nervios, como es habitual, fueron creciendo a medida que se acercaba el final de la etapa y Soudal-Quick Step pareció tomar el mando del pelotón gracias a su gran equipo de lanzadores. Querían llevar en volandas a Fabio Jakobsen, pero cada lanzamiento es un mundo y las cosas pasan a una velocidad vertiginosa.

La cabeza del grupo experimentó un cambio de color por la fuerza del equipo Alpecin, especialmente la de Mathieu Van der Poel. El holandés se puso al frente del pelotón, con Jasper Philipsen a su rueda, y el velocista belga remató la faena con una victoria contundente por delante de Bauhaus y de Caleb Ewan. 

Eso sí, esta victoria no estuvo exenta de polémica ya que durante varios minutos los jueces estuvieron revisando un posible cambio de trayectoria de Philipsen que habría cerrado a Van Aert contra las vallas. Fue una tensa espera para el del Alpecin, pero finalmente los comisarios le concedieron el triunfo en lo que parecía la decisión más acertada de todas. 

Una fuga muerta

Dos valientes se lanzaron a la aventura en esta tercera etapa del Tour de Francia. Laurent Pichon, del Arkea, y Neilson Powless, del Education First, conformaron la fuga del día. Pocos efectivos como para pensar en que pudieran tener algún tipo de oportunidad, aunque la pelea del estadounidense del EF era clara, conseguir todos los puntos de la montaña posibles para afianzar su liderato en esta clasificación.

Powless lo consiguió, y cuando vio que en el perfil ya no había más tachuelas que coronar y que el futuro de la fuga era inviable, se dejó caer al grupo. El último superviviente, Pichon, fue cazado más tarde para dar paso al juego del sprint, el primero en este Tour de Francia.

Los corredores, en pleno esfuerzo durante el sprint final. REUTERS

Después de unos pocos kilómetros para la relajación tras dos días muy intensos, y tras ver cómo de nuevo las chinchetas poblaban algún tramo del recorrido, la tensión empezó a ir en aumento. La velocidad subió y los codos empezaron a salir a paseo en el pelotón, con el consiguiente riesgo de caídas. Hubo suerte y nadie se fue al suelo.

Deceuninck preparó la llegada para Fabio Jakobsen con su gran eequipo de lanzadores, pero en el último momento hubo un cambio de color al frente del gran grupo. El conjunto Alpecin tomó el mando y dejó que Van der Poel hiciera el último esfuerzo. Así es todo más fácil. El holandés lanzó perfectamente a un Philipsen que tuvo que pegarse con Van Aert pero que terminó ganando de forma clara y contundente por delante de Bauhaus y de Ewan.