El ciclismo español ha vuelto a sonreír en este Tour de Francia. Ion Izagirre se coronó como el mejor en Belleville en Beaujolais y levantó los brazos para apuntarse el triunfo en solitario. Tras cinco años de sequía, en apenas tres días nuestro país ha conseguido sumar dos victorias en la ronda gala, ya que Pello Bilbao hizo lo propio este martes.
Ion Izagirre supo templar los nervios y no precipitarse para lanzar un mortal ataque a poco más de 30 kilómetros para meta. El ciclista español del Cofidis se lanzó a por todas y nadie pudo responder su descomunal golpe de pedal. Afrontó la recta final de la etapa como si fuese una dura contrarreloj contra hombres como Thibaut Pinot, Matteo Jorgenson o Guillaume Martin, su compañero de equipo.
Durante los últimos kilómetros de la etapa, Izagirre pudo saborear en solitario su victoria, sabedor de que por detrás nadie era capaz de recortar la distancia que había conseguido. Esto supone el segundo triunfo del corredor vasco en la ronda gala, donde ya estrenó en 2016.
Nada ni nadie pudo con Izagirre. El corredor realizó una portentosa exhibición para tocar la gloria en el Tour de Francia siete años más tarde. Una vez más, el ciclismo español sacó provecho de una fuga para coronarse de nuevo en la prueba más importante del mundo y captar la atención de todos.
De hecho, tal fue su superioridad que sus rivales llegaron con casi un minuto de retraso a pesar de sus continuos intentos por recortar la desventaja en los kilómetros finales. Entre los favoritos, apenas hubo movimientos y Jonas Vingegaard mantuvo una jornada más el maillot amarillo.
La fuga gana la batalla
Como viene siendo habitual en este Tour de Francia, costó en exceso que la fuga se formase. Durante varios kilómetros, los ciclistas intentaron pelearla sin éxito alguno. Pasados 80 kilómetros, se dio rienda suelta a una serie de corredores de alto nivel, entre los que se encontraba Izaguirre, para la escapada.
Mientras los equipos sacaban los codos en el pelotón y Vingegaard y Pogacar se quedaban solos, por delante también había una serie de ataques importantes que desarbolaban el grupo. Mathieu Van der Poel, uno de los mejores motores del pelotón, y Andrey Amador probaron suerte y lo intentaron desde lejos en la fuga.
El neerlandés quiso buscar esa victoria que tanto se le ha resistido, a pesar de que ha dejado en bandeja varios triunfos a su compañero Jasper Philipsen. Sin embargo, la fuga de la fuga no estaba destinada a brillar con Van der Poel, pues la gloria estaba destinada a Ion Izagirre.
El español fue valiente y lanzó un demoledor ataque dejó tieso a sus compañeros. Parecía difícil que a más de 30 kilómetros pudiese ganar la etapa, pero la calidad y lectura de carrera del corredor del Cofidis fue superior a la de sus rivales. Poco a poco fue cimentando su ventaja, que llegó a superar el minuto, para alzar los brazos en Belleville en Beaujolais. La segunda victoria para España en este Tour de Francia tras la conseguida por Pello Bilbao el pasado martes.
Un día antes de que llegue la alta montaña, con el ascenso al Grand Colombier, los aspirantes a la general guardaron fuerzas y no hubo grandes cambios, con Vingegaard con una renta de 17 segundos frente al esloveno Tadej Pogacar. Tercero es el canadiense Jai Hindley, a 2.40 y cuarto Rodríguez a 4.22, doce segundos por delante de su compatriota Pello Bilbao.