Hubo que recurrir a la foto finish para conocer al ganador de la antepenúltima etapa del Tour de Francia. Matej Mohoric y Kasper Asgreen se disputaron en un sprint milimétrico el triunfo en la línea de meta de Poligny, y un golpe de pedal final fue decisivo para que el esloveno terminara imponiéndose en el último suspiro. [Así vivimos la victoria de Mohoric en la etapa 19 del Tour de Francia]
Fue una jornada de auténtica tortura para todos y cada uno de los ciclistas que tomaron la salida. Se voló desde el inicio hasta el final, y la fuerte pelea por la victoria de etapa llevó a que todos, incluidos los hombres de la general, tuvieran que apretar los dientes durante muchos kilómetros.
El pelotón se dejó llevar en la parte final de la etapa, consciente de que no podía aguantar el ritmo hasta la meta porque no iba a llegar un sprint, así que la lucha siguió por delante. Se marcharon O'Connor, Asgreen y Mohoric, tres ciclistas que echaron un bonito pulso a un grupo perseguidor y en el que se impuso el esloveno por unos pocos milímetros.
El desgaste
Pese a estar en la tercera semana y a tan sólo tres días de terminar este Tour de Francia, el espectáculo que dejó esta etapa invitaba a pensar que las fuerzas estaban todavía intactas. 'Día de transición', esa frase hecha que tanto odian en el pelotón, es lo que podía esperarse de esta jornada, pero resultó todo lo contrario.
173 kilómetros de trazado contemplaban esta etapa 18 y no hubo ni uno solo de respiro. El día fue una auténtica tortura para todos, tanto para aquellos que luchaban por la victoria de etapa como también para los hombres de la general, que tuvieron que aguantar un ritmo infernal desde la salida.
El Tour ya está decidido, pero de lo contrario esto podría haber pasado mucha factura para lo que está por llegar mañana como última gran etapa de montaña. Ataques, contraataques, más intentos de escapada y persecuciones en pequeños grupos dejaron un espectáculo de primer nivel que pillaron de improvisto al espectador que podía pensar que tendría una tarde plácida de siesta por delante.
Quienes lo intentaron desde lejos fueron nueve valientes entre los que estaban corredores como Benoot, Alaphilippe o Mads Pedersen, pero la calidad de este grupo hizo que nadie por detrás quisiera dejarles más espacio de lo debido porque sabían que eran buenos trotones. Todavía había muchos equipos que no sabían lo que era conseguir la victoria en este Tour, así que nadie quería dejar pasar esta oportunidad.
Fueron engullidos, pero lejos de que eso llevara la calma a la carrera, el zafarrancho siguió con incontables intentos de estampida que no permitieron ni un solo segundo de relajación a los ciclistas. Eso sí, llegó un punto en el que el pelotón dijo 'basta' y dejó que la lucha tan enconada por la victoria de etapa recayera sobre los valientes que quisieran seguir desgastándose.
Se marcharon por delante Mohoric, O'Connor y Kasper Asgreen, el ganador del día anterior, mientras que por detrás un grupo con gente como Philipsen, Van der Poel, Laporte, Pedersen, Trentin o Pidcock se marcharon en su persecución. Un pulso tremendo de fuerzas que cayó del lado de los tres de delante.
O'Connor sabía que no tenía nada que hacer ante sus dos rivales al sprint, por lo que trató de sorprender desde lejos. Fue en balde. Asgreen y Mohoric tenían controlada la situación y se jugaron el triunfo entre ellos. El del Soudal - Quick Step pareció tener su segunda victoria consecutiva en la mano, pero un último empujón de Mohoric sirvió para sobrepasarle casi sobre la línea de meta y darle un nuevo triunfo al Bahrain - Victorious en memoria de Gino Mader.