Hace ya justo un año que se retiró del ciclismo en ruta como profesional, pero 365 días después Alejandro Valverde volvió a demostrar que lleva este deporte demasiado dentro como para aparcarlo de manera definitiva. El ciclista murciano cuajó una gran actuación en el Mundial de Gravel y se quedó a las puertas de conseguir una medalla después de realizar una sensacional actuación.
El ciclista español se dejó ver entre los mejores y, pese a ya no estar en activo, demostró seguir en plena forma y cuidarse al máximo. A sus 43 años, se quedó a un peldaño de subir al podio y de colgarse una medalla, algo que hubiera supuesto un gran éxito para él en esta nueva etapa de su vida.
La victoria cayó del lado de Matej Mohoric. El esloveno, triple ganador de etapa en el Tour de Francia o vencedor de la Milán Sanremo, se impuso en una prueba vibrante al belga Florian Vermeersch, ambos habituales en las grandes pruebas del ciclismo en ruta, por tan sólo 43 segundos. El podio lo completó el británico Connor Swift, ciclista del equipo Ineos, que entró a 3:39 del ganador para colgarse el bronce.
Valverde tuvo que pelear hasta el último metro para asegurar la medalla de chocolate en este Mundial de Gravel. El español se impuso al sprint al estadounidense Keegan Swenson, que no pudo superar a un rival que todavía sigue conservando una punta de velocidad en este tipo de llegadas.
Adiós a Van Aert
Italia acogió este Mundial de Gravel donde había nombres de primer nivel que no se querían perder la cita. El recorrido presentaba una dificultad de 169 kilómetros con salida y llegada en la región del Veneto, y pronto se vio algún favorito que iba a quedar descartado contra todo pronóstico.
Ese fue el caso precisamente del gran aspirante a conseguir la victoria, Wout Van Aert. El belga se vio envuelto en una caída a los pocos kilómetros y además pinchó, por lo que el abanico de candidatos a colgarse el oro se abrió de una forma increíble en los primeros instantes.
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Con el paso de los kilómetros quedó claro quién tenía fuerzas y quién se descolgaba de la pelea, así que se formó un grupo de seis ciclistas en cabeza en el que estaba Alejandro Valverde. Mohoric, Vermeersch, Swift, De Marchi y Swenson fueron los otros cinco hombres que se unieron en el grupo al murciano.
Un cambio de ritmo de Mohoric, Vermeersch y Connor Swift hizo que este trío se marchara por delante, dejando claro que las medallas se iban a repartir entre ellos aunque todavía quedaba por dilucidar el orden. El británico fue el primero de los tres que cedió de aquel ritmo a falta de 24 kilómetros, mientras que un poco más tarde el belga Florian Vermeersch demostró que tampoco tenía piernas para aguantar a Mohoric.
El triple ganador de etapa en el Tour de Francia o de la Milán Sanremo se marchó en solitario decidido en busca de la medalla de oro y del arcoíris. Efectivamente lo consiguió, eso pese a sufrir una caída a falta de 3 kilómetros para el final, pero aún así pudo entrar 43 segundos por delante de Vermeersch.
Connor Swift se colgó el bronce al entrar a más de 3 minutos en la línea de meta mientras que el cuarto puesto se lo jugaron al sprint Alejandro Valverde y Keegan Swenson. El español sacó a relucir su punta de velocidad que aún conserva para imponerse.