Cuando restan unos metros para cruzar la meta, pocos ciclistas son tan fiables como Primoz Roglic. Ni siquiera la seguridad y la determinación con la que Enric Mas afrontó la jornada fue obstáculo insuperable para el esloveno que conquista la octava etapa de La Vuelta y, de paso, le paga un buen mordisco al líder Ben O'Connor. En los últimos cuatro minutos de la jornada, le recortó prácticamente uno y deja la diferencia de la general en tres minutos y 49 segundos.
Inicia la reconquista del maillor rojo para Roglic. Úbeda, localidad Patrimonio de la Humanidad, la segunda ciudad europea con más monumentos por metro cuadro, solo superada por Florencia, lanzó la etapa que iba a tener en el Parque Natural de Cazorla la tercera llegada en alto. Jornada exámen para probar la solvencia de O'Connor como líder y la reacción del buen puñado de corredores que opositan a derrocar al australiano.
Desde el banderazo de salida múltiples intentos de fuga. Ningún ataque cuajó hasta que ocho hombres lograron el despegue. Dos españoles en vanguardia, Oier Lazkano e Ion Izagirre, junto a Vergallito, Sam Oomen, Le Berre, Mauro Schmid, Gijs Leemreize y Harold Tejada. Costó 60 km formar la fuga del día. Tejada, colombiano del Astana, era el mejor clasificado en la general, a 7 minutos de O'Connor, por lo tanto, el pelotón no perdió los nervios ante esta aventura que se fraguó antes de afrontar, el Puero Mirador de las Palomas, la primera dificultad del día.
La expedición de cabeza no se dejaba reducir a pesar del ritmo que impuso en el pelotón el Israel Premier Tech, buscando la etapa para el canadiense Micahel Woods. A 20 de meta la ventaja era de 2.30 minutos. La fuga contra el pelotón, a falta del ascenso final a Cazorla (1a, 4,8 km al 7,1), último esfuerzo en otra jornada marcada por un calor insoportable, cercano a los 40 grados.
No hubo gran entendimiento en la fuga. Hacerse el remolón podía ser la tumba del septeto en fuga. No le gustó esa actitud a Tejada, quien atacó en un repecho a 14 de meta. Tampoco a Lazkano, quien respondió con contundencia. Una apuesta por la etapa. Quedaron delante ambos corredores y el italiano Vergallito.
Tres contra todos, tres flojeando, al límite de sus fuerzas, ante un grupo que se seleccionó bajo el impulso de Roglic. Palabras mayores.
El esloveno, el ganador de 3 Vueltas tomó la palabra. Atacó a fondo a 3 de meta, llevándose a rueda a Mas, Carapaz, Carlos Rodríguez, y Kuss. Sin embargo, apenas pudo aguantar ese zarpazo Ben O'Connor. Tomó nota Roglic, quien replicó apenas 1 km después con otro zarpazo, con la única respuesta de Enric Mas. Se fueron solos. Nadie puso soldarse a las ruedas del esloveno y del balear, quien iniciaron un duelo mu interesante.
En el tramo más empinado aún soltó su carta Mas poniéndose delante de Roglic, cerrándole el paso en las curvas, ganando metros para volver a ganar en la Vuelta, lo que no consigue el líder del Movistar desde 2022. Parecía que llegaba el gran día, pero Roglic se las sabe todas. Insistió buscando los huecos imposibles, y encontró la fórmula acelerando en los últimos 50 metros. Ataque definitivo. Inapelable. Era la victoria 86 de Roglic en su palmarés, muy significativa, pues vino cargada de orgullo, rebeldía, un aviso de que le remontada está en marcha.
Y a su lado, ilusión por parte de Enric Mas. Ha vuelto su mejor versión, y el podio no es una quimera. Ahora lleva Sierra Nevada, exámen clave. Este domingo se disputa la novena etapa entre Motril y Granada, de 178,2 km. Una de las etapas claves de la presente edición, con una segunda parte muy exigente que incluye 3 puertos de 1a, El Purche (8,9 kms al 7,6 y máxima del 17) y doble paso por el Alto de Hazallanas (7,1 km al 9,5 y rampas máximas del 20). Los favoritos deben aparecer, y muchos para empezar a limar tiempo en la general